El blog del padre Alfredo / Fr. Alfredo's blog
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viernes, 3 de abril de 2020
Contemplación del Camino de la Cruz ante Jesús Eucaristía... HORA SANTA 40
(Mientras se expone a Jesús Sacramentado en la Custodia, en el expositor o se abre el Sagrario. En caso de que no presida un sacerdote o diácono, preside la celebración un Ministro Extraordinario de la Comunión Eucarística haciendo solamente lo que le corresponde, por lo tanto en ese caso no se da la bendición con el Santísimo Sacramento).
Canto de Entrada:
“JUNTO A TI AL CAER DE LA TARDE”
Junto a ti, al caer de la tarde,
y cansados de nuestra labor,
te ofrecemos con todos los hombres
el trabajo, el descanso, el amor.
Con la noche las sombras nos cercan
y regresa la alondra a su hogar;
nuestro hogar son tus manos, Oh Padre
y tu amor nuestro nido será.
Cuando al fin nos recoja tu mano
para hacernos gozar de tu paz,
reunidos en torno a tu mesa
nos darás la perfecta hermandad.
Te pedimos señor que nos nutras
con el pan que del cielo bajó,
y renazca en nosotros la vida
con la fe, la esperanza, el amor.
Sacerdote: Señor, estamos ante tu presencia eucarística. Nos hemos reunido cuando el día declina, porque queremos adorarte en esta Hora Santa. Tú nos invitas a orar esta tarde como tus discípulos-misioneros. Nuestro alimento en este espacio de tiempo será estar contigo en el Sacramento Eucarístico y meditar en tu camino al Calvario, para morir por nosotros, y luego quedarte para siempre con nosotros en tu presencia Eucarística.
Sacerdote: Adoremos y demos gracias en cada momento,
Todos: al Santísimo Sacramento
Padre Nuestro, Ave María, Gloria.
Todos: Jesús mi Señor, y Redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy. Propongo firmemente no volver a pecar, y confío en que por tu infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna.
Amén.
I. Primera Estación:
Jesús es condenado a muerte.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Pilatos, por miedo a los judíos, te condenó a muerte Señor Jesús. Que el recuerdo de tu camino en la Cruz, ahora que te contemplamos en la Eucaristía, nos haga siempre fieles a ti no juzguemos a nadie y no seamos traidores de nadie. Que sepamos siempre reconocer tu presencia eucarística en la Hostia Consagrada.
Por haber sido condenado a muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
II. Segunda estación:
Jesús carga con su Cruz.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Y Jesús, llevando su cruz al hombro, subió al Monte Calvario". ¡Oh Señor!, que también nosotros aceptemos la cruz de nuestros sufrimientos de cada día, por amor tuyo y por la salvación de nuestras almas. Amén
Por haberte cargado con la Cruz – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
III. Tercera estación:
Jesús cae por primera vez.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Había sudado sangre. Había sido azotado y coronado de espinas: Estaba en ayunas y muy débil; Oh Señor: nosotros también somos tremendamente débiles. Ayuda con tu poder nuestra gran debilidad para que no caigamos en pecados ni en vicios. Amén.
Por tu primer caída – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
IV. Cuarta estación:
Jesús se encuentra con su Santísima Madre.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Porque María amaba más que todas las madres, por eso ella sufría más que todas las demás al perder a su Hijo. Al ver a María con tantos sufrimientos, ¿nos quejaremos todavía de nuestras penas? Oh Madre Dolorosa enséñanos a sufrir con paciencia como tú. Amén.
Por tu Madre Santísima – perdón Señor, piedad – si grandes son tus culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
V. Quinta estación:
El cireneo ayuda a Jesús a llevar la cruz.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Estaba tan débil que los soldados temían que no alcanzara a llegar hasta el Calvario. Cireneo al principio ayudó obligado, pero luego se dio cuenta que era el oficio más provechoso de toda su vida. Oh Jesús: haz que también nosotros ayudemos generosamente a todos los que necesitan de nuestros servicios y favores. Amén.
Por tu agonía en el Huerto – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
VI. Sexta estación:
La Verónica enjuga el rostro de Jesús.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Lo habían escupido tanto. Estaba lleno de sudor. La sangre de los puñetazos corría por su frente. Entonces la Verónica con la mejor de las toallas de su casa le seca el rostro. Y Jesús deja su retrato santísimo en aquella tela. Oh Jesús: qué bien pagas los favores que se hacen a los demás. Bendito seas. Amén.
Por tu pasión y muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
VII. Séptima estación:
Jesús cae por segunda vez.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: La Sagrada Biblia dice: "ya no parece un hombre. Parece ser un destrozado. Pero, porque se humilló hasta la muerte, por eso Dios lo glorificó más que a todos los demás". Oh Jesús manso y humilde de corazón, haz nuestro corazón semejante al tuyo. Amén.
Por tu humildad profunda – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
VIII. Octava estación:
Jesús encuentra a las santas mujeres que lloran por él.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Jesús les dice: "No llorés por mí, llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque si a Mí que no he cometido faltas, así me hace sufrir la justicia divina, cómo será a vosotros que sois tan pecadores". Oh Señor: sabemos que merecemos muchos sufrimientos por nuestros pecados. Pide al Padre Dios que no nos castigue como merecen nuestras culpas. Amén.
Por tu gran inocencia – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
IX. Novena estación:
Jesús cae por tercera vez.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: "Lo vi, dice el Profeta, y estaba totalmente destrozado por nuestros pecados. Los castigos que nosotros merecíamos cayeron sobre él". Mil veces, bendito seas oh Cristo que has querido sufrir tanto para borrar nuestras culpas. Haz que tu pasión y muerte no sea inútil para ninguno de nosotros. Amén.
Por tu pasión y muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
X. Décima estación:
Jesús es despojado de sus vestiduras y le dan a beber hiel y vinagre.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Oh Cristo: mueres como el más pobre de todos los seres. Se repartieron entre ellos tus vestiduras, y por bebida te ofrecieron hiel. Que el Padre Dios reciba tus terribles sufrimientos, por nuestras faltas, y como pago de todas las ofensas que hemos hecho. Amén.
Por tu cruz y por tus clavos – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas, mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
XI. Undécima estación:
Jesús es clavado en la cruz.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Dijo el Profeta: "Han taladrado mis manos y mis pies y se pueden contar todos mis huesos". Y lo dijiste tú, oh Cristo: "Nadie tiene mayor amor que el que da la vida por sus amigos". Gracias Señor. Enséñanos a sufrir como Tú: con paciencia y ofreciendo todo a Dios. Amén.
Por tu paciencia inmensa – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
XII. Duodécima estación:
Jesús muere en la cruz.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Mientras agonizaba en medio de los más atroces sufrimientos, Jesús decía: "Padre: perdónalos porque no saben los que hacen. Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? – Todo está consumado". Y a las tres de la tarde, dando un gran grito: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu". Inclinó la cabeza y expiró. Oh Padre Celestial: recibe la Pasión y Muerte de tu amado Hijo, y su preciosa Sangre por el perdón de los pecados de todos nosotros y de todo el mundo. Amén.
Por tu Pasión y Muerte – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
XIII. Décimo tercera estación:
Jesús es bajado de la cruz y colocado en brazos de su Santísima Madre.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Jamás ha existido hijo alguno a quien su madre amara tanto como amaba María a su Hijo Jesucristo. Por eso el dolor de María al morir Jesús fue el dolor más grande que ha existido. Ea oh Madre, de amor copiosa fuente, haz que al llorar contigo experimente de tu pena el poder. Haz que en amor se encienda el pecho frío para que amando a Cristo dueño mío le pueda complacer.
Por haberte crucificado – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
XIV. Décima cuarta estación:
Jesús es sepultado.
Sacerdote: Te adoramos Oh Cristo y te bendecimos.
Todos: Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo.
Sacerdote: Alabada sea la pasión de nuestro Señor Jesucristo.
Todos: Y los dolores de su Santísima Madre.
Lector: Señor Jesús: Tú no te quedarás siempre en el sepulcro. Resucitarás para nunca más morir. Te felicitamos por tu gran triunfo y te rogamos que también nosotros todos seamos un día resucitados por ti y llevados a la gloria del cielo a cantas las alabanzas de Dios por los siglos de los siglos. Amén.
Por tus sagradas llagas – perdón Señor, piedad – si grandes son mis culpas – mayor es tu bondad.
(Momento de silencio).
Padrenuestro, Avemaría, Gloria.
Lector: Bendita y alabada sea la pasión y muerte de nuestro Señor Jesucristo,
Todos: y los dolores y angustias de su Santísima Madre.
Canto Penitencial.
(Se elige una estrofa de los cantos tradicionales de Cuaresma).
(En este momento, si está presidiendo un sacerdote o un diácono, da la bendición con el Santísimo Sacramento, de otra manera, en este momento, se hace solamente la reserva en el Sagrario).
Oración final:
Según la intención de S.S. Juan Pablo II para ganar las indulgencias concedidas a los que hacen el Vía Crucis:
Padre nuestro, Avemaría, Gloria.
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