viernes, 17 de abril de 2020

Nueve aspectos para conocer a la Beata Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento...

1. ¿María Inés-Teresa o Manuela de Jesús?
El nombre real de la beata María Inés-Teresa era Manuela de Jesús Arias Espinosa (nacida en Ixtlán del Río Nayarit, el 7 de julio de 1904). Se formó como secretaria en Tepic, luego de estudiar en un colegio de las Siervas de Jesús Sacramentado.


2. Apéndice de Dios
En septiembre de 1924, Manuela sufre apendicitis y, según sus propias memorias, reunidas en el libro Experiencias espirituales, “necesitaba operación, me negué, tenía miedo”; sin embargo, para octubre, “resolví que me operaran para ofrecerle mis sufrimientos a Dios.”


3. La voz de la Virgen
En 1926, a los 22 años de edad, inicia su formación como monja y el 7 de julio de 1929 ingresa al monasterio Ave María de las Clarisas Sacramentarias (exiliadas en Los Ángeles, California), donde Manuela recibe el nombre de Sor María Inés-Teresa del Santísimo Sacramento. El 12 de diciembre de 1930, sor María Inés-Teresa aseguró haber recibido un mensaje de la Virgen, que textualmente decía: “Si entra en los designios de Dios servirse de ti para las obras de apostolado, me comprometo a acompañarte en todos tus pasos, poniendo en tus labios la palabra persuasiva que ablande los corazones y en éstos la gracia que necesiten; me comprometo, además, por los méritos de mi hijo, a dar a todos aquellos con los que tuvieras alguna relación, aunque sea tan sólo en espíritu, la gracia santificante y la perseverancia final”.


4. Clarisas mexicanas
El 12 de mayo de 1945 recibe autorización del Vaticano para fundar un convento de Clarisas en Cuernavaca, Morelos, denominado Casa de la Congregación, medida que representa la vuelta de esta rama, tras su exilio en Estados Unidos. Para el 22 de junio de 1951, la Santa Sede avala la creación de la Congregación de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento en México, cuya primera superiora general fue la madre María Inés-Teresa. Su lema es “Oportet illum regnare” (urge que Él reine). Además, es fundadora de las Vanguardias Clarisas (Misioneros laicos) y los Misioneros de
Cristo.


5. Expansión global
La labor de los miembros de la Familia Inesiana por ella fundada, es evangelizar y en México han desarrollado sus actividades en La Florecilla (Chiapas), San Nicolás de los Garza (Nuevo León); Huatabampo (Sonora); Ixtlán del Río (Nayarit), Cuernavaca (Morelos), además de la Ciudad de México. En el extranjero, existen misioneras Clarisas en Nigeria, Sierra Leona (África), Surabaya (Indonesia), Costa Rica, España, Irlanda, Alemania, India, Rusia e Italia.


6. Las Bodas de Oro
El 9 de diciembre de 1980, el papa Juan Pablo II recibe en su capilla privada a la madre María Inés-Teresa, donde celebró los 50 años de que tomó los hábitos. Para el año siguiente, el 22 de julio de 1981, la madre María Inés-Teresa murió en Roma. Juan Pablo II la nombró Sierva de Dios el 29 de febrero de 1992 y, para el 31 de octubre de ese mismo año, inicia su proceso de canonización.


7. La heroína mexicana
El 3 de abril de 2009, el Papa Benedicto XVI autorizó a la Congregación para las Causas de los Santos la promulgación del decreto de “virtudes heroicas” de tres monjas latinoamericanas, la mexicana María Inés-Teresa, la peruana Teresa de la Cruz Candamo (hija del ex presidente de aquel país, Manuel Candamo) y la brasileña Dulce Lopes Pontes. Con esta medida, la madre María Inés-Teresa comenzó a ser, oficialmente, “venerable”, el segundo paso de los tres que deben cumplirse antes de su canonización (el tercero fue su reciente beatificación).


8. La fórmula secreta
Para pedir alguna gracia o un milagro, por intercesión de la ya beata María Inés-Teresa debe recitarse la siguiente oración (según las Misioneras Clarisas): “Señor Padre Santo, que sostienes y guías a tu Iglesia, glorifica a tu sierva fiel, Madre María Inés Teresa Arias, fundadora de nuestra familia misionera, ella vivió en sencillez y alegría en contemplación y acción inflamada por el ansia misionera de dilatar el Reino de Cristo. Concédenos venerarla en los altares para emor imitar su caridad misionera y, por su intercesión, concédenos la gracia que hoy te pedimos confiadamente. Amén (se hace la petición y se reza un padre nuestro, Ave María y Gloria).”


9. Reciben informes
Ahora que ya es beata, falta un milagro más para su canonización. La información de aquellas personas que reciben “la gracia” tras invocar a María Inés-Teresa pueden hacerlo patente a través de las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento (777) 318-58-44, en Cuernavaca; los Misioneros de Cristo (81) 83-76-36-04, en Monterrey; el Grupo Sacerdotal Madre Inés 55-77-21-29 (DF), el correo electrónico madremariaines@yahoo.com y en la página oficial de las Clarisas: www.misionerasclarisas.com.

Su obra:

La Familia  Inesiana nació como fruto del amor esponsal que la madre María Inés profesó a  Jesús Eucaristía, de su amor filial a Santa María de Guadalupe, de su amor maternal “a las almas”, esto es a todas las personas.
La Madre María Inés Teresa respondió a su vocación de Fundadora de la Familia Inesiana, que abrió sus puertas a cada vocación específica de la Iglesia. Son seis las cuerdas de la lira del corazón de Madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, que vibran en maravillosa armonía:
Aquí sus obras:

Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento (MCSS )
Nacieron en Cuernavaca Morelos, de Aprobación Pontificia, concedida el 22 de junio de 1951. Su actividad misionera es: evangelización en países cristianos y no cristianos; en diversas pastorales: educativa, sanitaria, parroquial y social, medios de comunicación y formación de vanguardias misioneras.
Con el lema Urge que Cristo reine, y el estandarte de la virgen de Guadalupe, han fundado misiones en: América, Asia, África y Europa.

Vanguardias Clarisas de misioneros Laicos (VANCLAR)
Nacieron como semilla junto con las MCSS el 22 junio de 1951, y es aprobado en las Constituciones de las Misioneras Clarisas de 1953. Con el lema “Vivir para Cristo”, buscan “Vivir el Santo Evangelio”, mediante la práctica de los compromisos bautismales en el propio ambiente familiar, profesional, social y eclesial.

Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal (MCIU)
Este grupo fue propuesto por Madre María Inés Teresa, al Capítulo General de la congregación en 1973. Instituto Misionero masculino que vive la misma espiritualidad de las Misioneras Clarisas

Instituto de Misioneras Inesianas Consagradas (IMIC)
En septiembre de 1979, la Madre María Inés Teresa, presentó al Capítulo general Intermedio de la Congregación, los estatutos que regirían a las “Vanclaristas Consagradas” constituido por un grupo de jóvenes Vanclaristas y otras no pertenecientes al grupo, que tenían deseo de consagrar su vida, cuyo nombre cambió en el año 2009 a “Misioneras Inesianas Consagradas”.

Grupo Sacerdotal María Inés (GSMI)
Constituido por sacerdotes diocesanos y religiosos, que quieren vivir la espiritualidad sacerdotal específica, inspirándose también en la vida y doctrina de Madre María Inés Teresa Arias, sin olvidar otras figuras sacerdotales y espirituales de toda la historia eclesial. Viven en fidelidad a la espiritualidad sacerdotal específica, conociendo y dando a conocer la figura y doctrina de Madre María Inés.

Familia Eucarística (FE)
La Familia Eucarística se integra a la Familia Inesiana, después de ver que el carisma de Madre Ma. Inés estaba presente en forma muy latente.



Este es el milagro que
permitió su beatificación:

“Madre María Inés te hace falta un milagro, hazme el milagro de regresármelo y te prometo hacer todo para llevarte a los altares”, fue el pedido de Carmen Pérez, abuela del niño Francisco Javier Carrillo Guzmán, que en ese momento tenía un año y tres meses, quien luego de caer en una alberca el 17 de junio de 2001 salvó la vida y, debido a la asfixia, sufrió miocardiopatía hipóxico-isquémica, encefalopatía hipóxica difusa y estenosis subglótica.
Pese a estar desahuciado, el menor se recuperó tras invocar a la religiosa
La Madre María Inés Teresa Arias, quien el 21 de abril del 2012 fue beatificada en la Basílica de Guadalupe, se sumó a las cuatro religiosas mexicanas que “desde el cielo auxiliaron en tragedia y enfermedad a hombres y niños.
Carmen Pérez contó que el día del padre del año 2001 la familia se encontraba reunida y de pronto escucharon los gritos de los primos de Francisco Javier, su nieto de un año y tres meses, que llegaron corriendo y les dijeron que el niño había caído dentro de un pozo.
En ese instante, “con toda la fe de mi corazón pedí a la madre a gritos que me conceda el milagro de que mi nietecito no muriera”.
Recién después de casi una hora el bebé pudo ser rescatado. El médico que recibió al niño para su traslado al hospital aseguró que lo recibió “casi muerto”.
Según el informe médico, el niño iniciaba una falla múltiple orgánica: su cerebro no respondía, sus pulmones estaban infectados, sus riñones bloqueados, el hígado inflamado, casi todos sus órganos estaban fallando.
La neuróloga pediatra a cargo no le dio muchas posibilidades de vida, pero si sobrevivía “quedaría con secuelas neurológicas muy altas”, contó la abuela.
En esos días, las Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, congregación fundada por la Madre María Inés, celebraban sus 50 años de fundación. A la Misa de aniversario asistió la abuela y varios familiares. Allí pidieron a la comunidad que ore por el bebé y llevaron una imagen de la religiosa que fue bendecida por el sacerdote y luego colocada en la cabecera de la cama del hospital.
“La recuperación fue sorprendente luego de la Misa con las hermanas Clarisas. A los días Paquito empezó a recuperar sus funciones neurológicas y hasta los médicos atribuyeron la mejoría a una intervención divina, un milagro”, contó la abuela.
Posteriores exámenes clínicos y neurológicos demostraron la total curación del bebé, sin lesión física ni neurológica.
“Tuve la dicha de conocerla. Era muy alegre y amable, a pesar de todo lo que trabajaba nunca demostró cansancio. Fue una bendición del cielo haberla conocido. Gracias Madre Inés por habernos dado esta dicha tan grande”, concluyó la señora Pérez.

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