¡Feliz inicio de semana! Ya sabemos que para el Católico, el primer día de la semana es el Domingo, que está, como decía ayer, dedicado al Señor. En la vida social, sobre todo en el área laboral, el trajín semanal inicia hoy. A mucha gente le cuesta siempre arrancar la semana el lunes. Si empezara en miércoles o viernes sería lo mismo... es cuestión de enfoque. Hay que ver el inicio de la semana como una nueva oportunidad de glorificar a Dios con nuestras vidas, una nueva oportunidad de amarle a él y al prójimo.
San Pablo considera que las disposiciones que se refieren a nuestros semejantes, están unificadas en el mandamiento del amor al prójimo (Rom 13,8-10). Este reconocimiento se basa en la palabra del Señor de que en el doble mandamiento del amor (Amar a Dios y al prójimo) reside «toda la ley y los profetas» (Mt 22,37-40). En el Sermón del Monte (Bienaventuranzas Mt 5,1ss) está la clave para amar, y esto está en coordinación con la llamada «regla de oro»: «Así que, todas las cosas que quieran que los hombres hagan con ustedes, así también hagan ustedes con ellos; porque en eso consiste la ley y los profetas» (Mt 7,12).
Cuán importante es empezar la semana «amando» y «dejándose amar». Jesús se refiere a esto siempre, exhortándonos incluso, a amar a los enemigos (Mt 5,44).
¡No desaprovechemos la oportunidad de iniciar una semana más en nuestras vidas! Que María Santísima nos acompañe en nuestra tarea.
Padre Alfredo.
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