En algunos calendarios en español, o incluso en algunos de los blogs, los días de la semana aparecen así: «LMXJVSD». Esto se debe a que, en España, la abreviatura del miércoles suele ser «X», para no confundirse con el martes (lo que nos da en vez de LMMJVSD). Se usa así por la influencia de Alfonso X el Sabio, en la normalización ortográfica y la traducción de manuscritos con abundantes abreviaturas. El caso es que hoy es miércoles, y pienso en lo que en el lenguaje ordinario, sobre todo de la gente joven, significa la «X». Hoy se utiliza mucho para restar importancia a algo, ya sea cosa, persona y asunto: «¡Está bien X (equis)».
Para el creyente, ningún día puede ser «X» en ese sentido actual del uso de esta letra. Por ahí existe un dicho: «El miércoles es el día de la joroba. Los días de antes vas de subida, y los de después ya vas de bajada», pero yo creo más bien que el miércoles, que es la mitad de la semana, representa para el hombre y mujer de fe una oportunidad maravillosa para re-estrenar el ánimo y seguir adelante. El miércoles es la mitad de los días laborales y es oportunidad también de tomar un ligero respiro para dar gracias a Dios por el trabajo, por el estudio, por la realización de los proyectos que iniciamos en la semana. El miércoles es un buen día para que, de la mano de María Santísima, volvamos a hacer el ofrecimiento de las situaciones difíciles que atravesamos, como la enfermedad que nos acompaña o algún sufrimiento por el que estamos pasando.
Es miércoles y, aunque en el calendario puede parecer como «X», es solo por la cuestión de no confundir la letra... el día es único e irrepetible. ¡Feliz y bendecido día!
Padre Alfredo.
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