Buen y bendecido día! Hoy es sábado, y cada sábado nos ofrece la oportunidad de meditar sobre la vida y el "Sí" de la Santísima Virgen para implorar su ayuda y crecer cada vez más en las virtudes que ella tuvo, empezando por la fe, la esperanza y el amor (caridad).
Desde los primeros siglos, los cristianos han dedicado este día de la semana a honrar de modo particular a la Virgen. Algunos teólogos y estudiosos del pasado o contemporáneos, nos muestran algunas razones para ensalzar a Nuestra Madre del cielo, en este día. Entre otras porque el sábado fue para Dios, el día de descanso y la Virgen fue aquella en la cual, como escribe San Pedro Damián (Rávena, 1007 - 1072), el cardenal benedictino y reformador del siglo XI «por el misterio de la Encarnación, Dios descansó en un lecho santísimo».
Tal vez sería bueno que hoy también nosotros descansáramos un poco para prepararnos a celebrar mañana el día del Señor, dando gracias con María, por el regalo de la redención. ¡Feliz y bendecido sabadito con María!
Padre Alfredo.
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