domingo, 10 de mayo de 2020

«Yo soy el camino, la verdad y la vida»... Un pequeño pensamiento para hoy


La pandemia de coronavirus que estamos viviendo en el mundo entero es algo que no podemos cambiar de la noche a la mañana, es algo que no está solamente en nuestras manos sino en las manos de muchos, muchísimos que deberíamos ser conscientes, pero, lo que sí podemos hacer es aprovechar este espacio de tiempo para cambiar nuestro corazón y la forma de vivirla internamente para convertirla en una bendición, en un tiempo de gracia para encontrarnos de una manera más viva, más íntima con el Señor. El Covid-19 ha venido a poner al descubierto el hecho de la fragilidad humana, la limitación, la vulnerabilidad. Somos seres necesitados de otros y por supuesto del Otro, así, con mayúscula, porque ese Otro es Jesús, que hoy se nos muestra en el Evangelio como «camino, verdad y vida». Ante una situación de enfermedad, de dolor y de muerte como la que vivimos, nos da la oportunidad de reflexionar y de entrar en nuestro interior para ver cómo estoy siguiendo a este Señor que me dice a mí de manera también personal: «Yo soy el camino, la verdad y la vida».

El pasaje evangélico de este domingo (Jn 14,1-12), si lo leemos con detenimiento, nos damos cuenta de que está enteramente proyectado hacia las «estancias del cielo». Así, la Iglesia aparece como un pueblo en marcha hacia la casa del Padre, guiada por el Hijo resucitado que es «camino, verdad y vida». Su gran esperanza es volver a estar con su Señor, que ha llegado a la comunión total con el Padre. Su destino último y definitivo es entrar también ella en la familiaridad perfecta con Dios. «Morada», en el lenguaje del evangelio de san Juan, es expresión de comunión con Cristo y con nuestro Padre Dios. La Iglesia ya «ha sido iniciada en los misterios de tu Reino» y por eso, desde esa perspectiva es que podemos leer la situación que vivimos en esta pandemia. En medio de todo esto, la Iglesia sigue estando llamada a vivir, ya desde ahora, la novedad de la vida eterna y a convertirse, para todos, en sacramento del Reino, de suerte que su vida sea manifestación y testimonio de esta realidad que conocemos y que ahora se ve, por así decir, muy cercana. En el mundo, en tiempo de pandemia y siempre, los caminos que se ofrecen al hombre para conseguir la meta de su plena realización son incontables. Los políticos, los científicos, los filósofos, los teólogos de todos los tiempos, de todas las culturas, de todas las religiones, se esfuerzan por convencer de la bondad de sus caminos. Pero Jesús va más allá. No dice: éste es el camino, sino «Yo soy el camino, la verdad y la vida... nadie va al Padre sino por mí».

En México y otros países hoy es día de las madres. Por eso, más que pensar en alguno de los santos o santas que se celebran el día de hoy, me viene pensar en unas cuantas de las muchas mamás que han sido canonizadas en la Iglesia Católica y con ello invitar a las mamás al mismo tiempo que las felicito, a buscar indagar en la vida de estas mujeres que siempre serán un magnífico ejemplo de maternidad. Empiezo con Santa Gianna Beretta Molla (1922-1962), la santa italiana enfermó de cáncer y decidió continuar con el embarazo de su cuarto hijo, en vez someterse a un aborto, como le sugerían los médicos para salvar su vida; Santa Mónica (332-387), la madre de san Agustín cuya historia muchas mamás conocen y saben que alcanzó la conversión de su hijo; Santa Rita de Casia (1381-1457), que tras 20 años de oración alcanzó la conversión de su marido y de sus hijos gemelos; Santa Clotilde (474-545), que alcanzó la conversión de su esposo y la reconciliación de sus dos hijos; Santa Elena (270-329), madre de Constantino, el emperador que decretó la libre profesión de la religión católica y expandió el cristianismo por todo el imperio romano; Santa Celia Guerin (1831-1877), la mamá de Santa Teresita del Niño Jesús; Santa Ana la mamá de la Santísima Virgen María y finalmente Ella, la Madre de Cristo y Madre nuestra a quien encomendamos a todas las mamás en su día. ¡Muchas felicidades a todas aquellas que hoy celebran este día 10 de mayo el día de las Madres y bendecido domingo para todos!

Padre Alfredo.

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