viernes, 14 de febrero de 2020

«Los santos Cirilo y Metodio»... Un pequeño pensamiento para hoy


Mientras que la sociedad de muchos países celebra el día del amor y de la amistad, la Iglesia conmemora en este día la memoria de los santos Cirilo y Metodio, más conocidos en Occidente gracias a la carta encíclica «Slavorum Apóstoli» de San Juan Pablo II del día 2 de junio de 1985. Junto a la memoria de San Valentín, la Iglesia universal recuerda hoy a estos hermanos copatronos de Europa conocidos como apóstoles de los eslavos. Refiriéndose a ellos, en el año 2017, el Papa Francisco destacó que las características que distinguen a los grandes heraldos que difundieron el cristianismo en el mundo son: coraje, humildad y oración y que «los santos Cirilo y Metodio fueron “sembradores de palabra” además de “misioneros y verdaderos heraldos” para formar al pueblo de Dios, hermanos intrépidos que fortalecieron a Europa, de quien son patronos. 

El «¡Effetá!» —que quiere decir «¡Ábrete!», que Jesús en el Evangelio de hoy pronuncia sobre el hombre sordo y tartamudo (Mc 7,31-37) expresa muy bien la tarea del misionero que, movido por l fuerza del Espíritu, abre los oídos del misionado para que escuche la palabra y abre su boca para que, como discípulo–misionero anuncie esa palabra con claridad. Es el rito que tenemos hasta nuestros días en la celebración del bautismo, luego de la unción con el santo Crisma, de la imposición de l vestidura blanca y de la entrega de la luz. De repente me detengo a pensar que, como dice uno de los comentaristas del Evangelio de hoy, Jesús se encuentra aún en nuestros tiempos con una comunidad sorda y tartamuda. Esto es lo que simboliza este hombre que nos presenta hoy el relato evangélico. Ese hombre representa a la comunidad que tiene que ser curada espiritualmente. Esa curación, que es producto del amor gratuito de Dios, llevará a la todo aquel que quiera ser su discípulo–misionero, a saber captar las palabras de Jesús y llegar a confesarlo como el «Hijo de Dios Crucificado y Resucitado». 

Eso es lo que hicieron los hermanos Cirilo y Metodio, confesar a Jesús como el «Hijo de Dios Crucificado y Resucitado» con coraje, humildad y oración. Ambos tendrán como destino providencial el renunciar a dicha vida de retiro y silencio para servir al Reino de Dios como apóstoles. Como decían los antiguos, el monje tiene una vida existencialmente apostólica, ambos monjes hermanos, al proyectar a otros el mensaje de la Buena Nueva, realizaron plenamente su vida y vocación a imitación de los apóstoles del Señor. San Cirilo evangelizó Rusia. Además fundó la literatura eslava, escribiendo los textos litúrgicos como el misal, el apostolario y otros libros litúrgicos en caracteres cirílicos. En el año 863, con su hermano Metodio se propuso evangelizar Moravia. San Cirilo murió en Roma el 14 de febrero del 869. La historia supone que es posible que haya sido Obispo y que haya muerto luego de su ordenación episcopal. San Metodio sí llegó a ser ordenado Obispo y desarrolló una incansable labor evangelizadora en Moravia, Bohemia, Panonia y Polonia. Fue luego Arzobispo de Vellehrad, —hoy Eslovaquia— donde fue apresado en el año 870 a causa de la oposición del clero alemán. Algunos lo acusaron de hereje pero fue liberado de todos los cargos. También tradujo la Biblia a la lengua eslava y falleció el 6 de abril del año 885 en Vellehrad. Hay siempre mucho que hacer para llevar la Palabra de Salvación a todos. Cirilo y Metodio son un ejemplo no solo para nuestros hermanos europeos sino para todos. Pidamos la ayuda maternal de la Virgen María. Ella, como Jesús, espera que con alegría seamos también nosotros grandes evangelizadores en el ambiente en donde estamos. ¡Feliz día del amor y de la amistad en este bendecido viernes! 

Padre Alfredo.

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