Canto de Entrada sugerido:
“Alma Misionera”.
Ministro: Al empezar esta Hora Santa, junto a la Santísima Virgen María, contemplamos a Jesús pobre y humilde en la Eucaristía. Vamos a pedirle a Jesús, realmente presente aquí, que derrame su Espíritu sobre nuestros corazones y sobre el corazón de tantas personas que el Señor cada día pone en nuestro camino. A cada petición vamos a responder cantando: ¡Oh Señor, envía tu Espíritu, que renueve la faz de la tierra!
LECTOR 1: Te pedimos, Señor, tu Espíritu que nos hace verdaderos adoradores.
LECTOR 2: Te pedimos, Señor, tu Espíritu, que abre nuestros corazones para recibir tu Palabra.
LECTOR 1: Te pedimos, Señor, tu Espíritu que nos hace verdaderos testigos de tu Palabra.
LECTOR 2: Te pedimos, Señor, tu Espíritu que nos mueve a seguirte en la vocación misionera a la que nos has llamado. desde nuestro bautismo.
LECTOR 1: Te pedimos, Señor, tu Espíritu que hace arder tu fuego en nuestros corazones y en nuestra comunidad.
LECTOR 2: Te pedimos, Señor, tu Espíritu que nos alegra al anunciarte.
Momentos de silencio.
Canto sugerido: “Dios te ha escogido hoy”
Ministro: Iluminados por el Espíritu, escuchemos y meditemos la Palabra de Dios
LECTOR 1: de la primera carta de San Juan: (1,1-4)
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos. Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado.
Lo que hemos visto y oído, se los anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.” Palabra de Dios.
Ministro: Dejemos que la Palabra de Dios resuene en nuestro corazón.
Breve Silencio
Canto sugerido: “El Justo Florecerá”
LECTOR 1: El Evangelio más que una lección es un ejemplo. Es el mensaje convertido en una vida viviente. “El Verbo se hizo carne”. El Verbo, el mensaje divino se ha encarnado: la Vida se ha manifestado. Debemos ser semejantes a cristales puros para que la luz se irradie a través de nosotros. “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos.”
LECTOR 2: Una vida íntegramente cristiana, he ahí la única manera de irradiar a Cristo. Vida cristiana, por tanto, en nuestra comunidad; vida cristiana con los hermanos que nos rodean; vida cristiana en donde quiera que estamos; vida cristiana en el trato con los jóvenes; vida cristiana en la propia vocación que queremos vivir. El cristianismo o es una vida entera de donación, una transformación en Cristo, o no es nada.
Canto sugerido: “Hermanos, amémonos unos a otros”
Breve Silencio
LECTOR 1: Si Cristo hoy mirase nuestro pueblo (ciudad), nos diría como aquel día en el Sermón de la montaña: “Ustedes son la luz del mundo. Ustedes son los que deben alumbrar estas tinieblas. ¿Quieren colaborar conmigo? ¿Quieren ser mis apóstoles?”
Breve Silencio
LECTOR 2: “¿Quieren colaborar conmigo? ¿Quieren ser mis apóstoles?” Esta es la llamada ardiente que dirige el Maestro a los hombres de hoy. Pero, ¡qué difícil resulta en algunas partes encontrar un reducido número que le diga «Sí» !La mayoría se queda en sus placeres, en sus proyectos, en sus negocios... Cambiar de vida, consagrarla para la salvación de los hombres, nuestros hermanos, no se puede, no se quiere... no se piensa mucho en eso en el mundo de hoy.
LECTOR 1: ¡Cuántos son los llamados por Cristo en estos años! Escuchan, parecen dudar unos instantes. Pero el torrente de la vida los arrastra. Pero nosotros hemos respondido a Cristo que queremos ser de esos escogidos, que queremos ser apóstoles. Pero ser apóstoles no significa hablar de la verdad, sino vivir la verdad, encarnarse de ella, transformarse en Cristo. Ser apóstol no es llevar una antorcha en la mano, poseer la luz, sino ser la luz...
Canto sugerido: “Enciende una luz”
SACERDOTE, DIÁCONO O LECTOR: Lectura del Santo Evangelio según san Mateo: (5,13-16)
“Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así ha de brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el Cielo.” Palabra del Señor.
Breve Silencio
LECTOR 2: Nos dice el Beato Carlos de Foucauld:
“Toda nuestra vida, por muda que sea, tanto la vida del desierto, como en Nazareth, como la vida pública, debe dar testimonio del Evangelio. Toda nuestra existencia, todo nuestro ser debe gritar el Evangelio sobre los techos. Toda nuestra persona debe respirar a Jesús. Todos los actos de nuestra vida deben gritar que le pertenecemos y deben ser una imagen de vida evangélica. Todo nuestro ser debe ser una predicación viva, un reflejo de Jesús, un perfume suyo, algo en lo que resplandezca la imagen de Jesús.
Amemos mostrar que somos del Señor, que le pertenecemos, con nuestras palabras y con nuestras acciones... que todo lo que hagamos y seamos grite que pertenecemos a Jesús.”
Breve Silencio
Ministro: Unidos a Jesús Buen Pastor, confiémosle nuestras súplicas. A cada intención respondemos:
“Señor, ayúdanos a ser luz para el mundo“
1. Te pedimos por los sacerdotes para que ejerzan el ministerio trasmitiendo el Evangelio con la vida.
2. Te pedimos por los consagrados para que, desde la oración cotidiana y la entrega en el servicio a los más necesitados, sean luz en el mundo.
3. Te pedimos por los matrimonios para que en la unidad y el amor, anuncien el Evangelio a sus hijos desde la propia vivencia de los valores cristianos.
4. Te pedimos por los misioneros para que, como apóstoles de Cristo, sean sal de la tierra y luz en el mundo.
5. Te pedimos por las parejas de novios para que vayan formando los valores de familia en base al Evangelio.
6. Te pedimos por los que gobiernan los pueblos para que, guiados por los valores evangélicos nos guíen en la unidad y la paz.
7. Te pedimos por los jóvenes para que vivan íntegramente el cristianismo, es decir, irradien a Cristo en todo lo que hacen.
8. Te pedimos por todos los cristianos para que no sólo lleven la luz de Cristo sino también la sean.
Breve silencio
Ministro: Hacemos presente a la Virgen María, a quien tanto amaron la Madre María Inés y todos los santos que supieron responder al llamado de Dios, ella que nos regaló a Jesús, hoy nos lo coloca en cada altar a través de los sacerdotes para que también lo adoremos hecho Eucaristía. Agradecidos a la Virgen por el regalo de Jesús le cantamos con estas hermosas palabras de la Madre Inés:
Canto sugerido: “Vamos María”
Ministro: Para concluir este rato de adoración y oración rezamos juntos esta oración por las vocaciones ante Jesús Eucaristía:
“Jesús Eucaristía,
Ministro: Iluminados por el Espíritu, escuchemos y meditemos la Palabra de Dios
LECTOR 1: de la primera carta de San Juan: (1,1-4)
“Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos. Porque la Vida se hizo visible, y nosotros la vimos y somos testigos, y les anunciamos la Vida eterna, que existía junto al Padre y que se nos ha manifestado.
Lo que hemos visto y oído, se los anunciamos también a ustedes, para que vivan en comunión con nosotros. Y nuestra comunión es con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Les escribimos esto para que nuestra alegría sea completa.” Palabra de Dios.
Ministro: Dejemos que la Palabra de Dios resuene en nuestro corazón.
Breve Silencio
Canto sugerido: “El Justo Florecerá”
LECTOR 1: El Evangelio más que una lección es un ejemplo. Es el mensaje convertido en una vida viviente. “El Verbo se hizo carne”. El Verbo, el mensaje divino se ha encarnado: la Vida se ha manifestado. Debemos ser semejantes a cristales puros para que la luz se irradie a través de nosotros. “Lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros ojos, lo que hemos contemplado y lo que hemos tocado con nuestras manos acerca de la Palabra de Vida, es lo que les anunciamos.”
LECTOR 2: Una vida íntegramente cristiana, he ahí la única manera de irradiar a Cristo. Vida cristiana, por tanto, en nuestra comunidad; vida cristiana con los hermanos que nos rodean; vida cristiana en donde quiera que estamos; vida cristiana en el trato con los jóvenes; vida cristiana en la propia vocación que queremos vivir. El cristianismo o es una vida entera de donación, una transformación en Cristo, o no es nada.
Canto sugerido: “Hermanos, amémonos unos a otros”
Breve Silencio
LECTOR 1: Si Cristo hoy mirase nuestro pueblo (ciudad), nos diría como aquel día en el Sermón de la montaña: “Ustedes son la luz del mundo. Ustedes son los que deben alumbrar estas tinieblas. ¿Quieren colaborar conmigo? ¿Quieren ser mis apóstoles?”
Breve Silencio
LECTOR 2: “¿Quieren colaborar conmigo? ¿Quieren ser mis apóstoles?” Esta es la llamada ardiente que dirige el Maestro a los hombres de hoy. Pero, ¡qué difícil resulta en algunas partes encontrar un reducido número que le diga «Sí» !La mayoría se queda en sus placeres, en sus proyectos, en sus negocios... Cambiar de vida, consagrarla para la salvación de los hombres, nuestros hermanos, no se puede, no se quiere... no se piensa mucho en eso en el mundo de hoy.
LECTOR 1: ¡Cuántos son los llamados por Cristo en estos años! Escuchan, parecen dudar unos instantes. Pero el torrente de la vida los arrastra. Pero nosotros hemos respondido a Cristo que queremos ser de esos escogidos, que queremos ser apóstoles. Pero ser apóstoles no significa hablar de la verdad, sino vivir la verdad, encarnarse de ella, transformarse en Cristo. Ser apóstol no es llevar una antorcha en la mano, poseer la luz, sino ser la luz...
Canto sugerido: “Enciende una luz”
SACERDOTE, DIÁCONO O LECTOR: Lectura del Santo Evangelio según san Mateo: (5,13-16)
“Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué se la volverá a salar? Ya no sirve para nada, sino para ser tirada y pisada por los hombres.
Ustedes son la luz del mundo. No se puede ocultar una ciudad situada en la cima de una montaña. Y no se enciende una lámpara para meterla debajo de un cajón, sino que la pone sobre el candelero para que ilumine a todos los que están en la casa. Así ha de brillar ante los ojos de los hombres la luz que hay en ustedes a fin de que ellos vean sus buenas obras y glorifiquen al Padre que está en el Cielo.” Palabra del Señor.
Breve Silencio
LECTOR 2: Nos dice el Beato Carlos de Foucauld:
“Toda nuestra vida, por muda que sea, tanto la vida del desierto, como en Nazareth, como la vida pública, debe dar testimonio del Evangelio. Toda nuestra existencia, todo nuestro ser debe gritar el Evangelio sobre los techos. Toda nuestra persona debe respirar a Jesús. Todos los actos de nuestra vida deben gritar que le pertenecemos y deben ser una imagen de vida evangélica. Todo nuestro ser debe ser una predicación viva, un reflejo de Jesús, un perfume suyo, algo en lo que resplandezca la imagen de Jesús.
Amemos mostrar que somos del Señor, que le pertenecemos, con nuestras palabras y con nuestras acciones... que todo lo que hagamos y seamos grite que pertenecemos a Jesús.”
Breve Silencio
Ministro: Unidos a Jesús Buen Pastor, confiémosle nuestras súplicas. A cada intención respondemos:
“Señor, ayúdanos a ser luz para el mundo“
1. Te pedimos por los sacerdotes para que ejerzan el ministerio trasmitiendo el Evangelio con la vida.
2. Te pedimos por los consagrados para que, desde la oración cotidiana y la entrega en el servicio a los más necesitados, sean luz en el mundo.
3. Te pedimos por los matrimonios para que en la unidad y el amor, anuncien el Evangelio a sus hijos desde la propia vivencia de los valores cristianos.
4. Te pedimos por los misioneros para que, como apóstoles de Cristo, sean sal de la tierra y luz en el mundo.
5. Te pedimos por las parejas de novios para que vayan formando los valores de familia en base al Evangelio.
6. Te pedimos por los que gobiernan los pueblos para que, guiados por los valores evangélicos nos guíen en la unidad y la paz.
7. Te pedimos por los jóvenes para que vivan íntegramente el cristianismo, es decir, irradien a Cristo en todo lo que hacen.
8. Te pedimos por todos los cristianos para que no sólo lleven la luz de Cristo sino también la sean.
Breve silencio
Ministro: Hacemos presente a la Virgen María, a quien tanto amaron la Madre María Inés y todos los santos que supieron responder al llamado de Dios, ella que nos regaló a Jesús, hoy nos lo coloca en cada altar a través de los sacerdotes para que también lo adoremos hecho Eucaristía. Agradecidos a la Virgen por el regalo de Jesús le cantamos con estas hermosas palabras de la Madre Inés:
Canto sugerido: “Vamos María”
Ministro: Para concluir este rato de adoración y oración rezamos juntos esta oración por las vocaciones ante Jesús Eucaristía:
“Jesús Eucaristía,
que sientes compasión al ver la multitud que está como oveja sin pastor,
suscita en nuestra Iglesia una nueva primavera de vocaciones.
Te pedimos que envíes a nuestra Iglesia
Te pedimos que envíes a nuestra Iglesia
Sacerdotes según tu corazón que nos alimenten con el Pan de tu Palabra
con el alimento de tu Cuerpo y de tu Sangre.
Te pedimos que envíes a nuestra Iglesia
Religiosos y Religiosas que, por su santidad,
Te pedimos que envíes a nuestra Iglesia
Religiosos y Religiosas que, por su santidad,
sean testigos de tu Reino.
Te pedimos que envíes a nuestra Iglesia
Laicos que, en medio del mundo,
Te pedimos que envíes a nuestra Iglesia
Laicos que, en medio del mundo,
den testimonio de Ti con su vida y su palabra.
Buen pastor,
fortalece a los que elegiste;
y ayúdanos a crecer en amor y santidad
para que respondamos plenamente a tu llamada.
María, Madre de las vocaciones,
María, Madre de las vocaciones,
ruega por nosotros.
Amén.
Oraciones por el Papa.
Canto sugerido: "Cantemos al Amor de los amores".
SI ESTÁ EL SACERDOTE O EL DIÁCONO: (Bendición con el Santísimo)
algdr
Oraciones por el Papa.
Canto sugerido: "Cantemos al Amor de los amores".
SI ESTÁ EL SACERDOTE O EL DIÁCONO: (Bendición con el Santísimo)
algdr
Hermosa Hora Santa Vocacional. Para reflexionar profundamente.
ResponderEliminarComparto con ustedes y agradezco su valiosa aportación, pues la tomará para la hora Santa de mi capilla en Querétaro, méxico.
que hermosa esta hora santa vocacional, la voy ha hacer en mi comunidad parroquial
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