lunes, 2 de marzo de 2015

«Ser almas pacíficas y pacificadoras»... HORA SANTA 8 por la paz


CANTO DE ENTRADA:

"QUIERO BUSCAR A DIOS"

Quiero buscar la paz,
quiero encontrar a Dios,
quiero unir a los hombres en el amor.


Si yo por los caminos
voy buscando al Señor,
pienso que cada hombre
es un reflejo de nuestro Dios.

Si en el rumor del bosque
oigo yo un ruiseñor,
puede ser que descubra
que es Dios quien canta en mi corazón.

Si en el sol que calienta
veo yo un resplandor,
pienso que allá en el cielo
es Dios quien sueña nuestro calor.

Si en los ojos de un niño
hay sonrisa y candor,
es que Dios de este mundo
de nuestra tierra no se alejó.

Se hace la exposición del Santísimo:
Acto de Fe en el Padre:

Ministro: Creemos, Padre, que tu nos has dado un corazón capaz de amar, sensible al dolor de nuestros semejantes. Este corazón que nos entregaste, nos impulsa a venir ante tu Hijo Jesús para que ilumine nuestros pensamientos, sentimientos y palabras para hablar con su mismo lenguaje de paz. Padre Santo, creemos que Tú has enviado al mundo al Príncipe de la Paz, Jesucristo presente y vivo en la Eucaristía.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

Acto de Fe en el Hijo:

Ministro: Creemos, Jesucristo, Hijo amado del Padre, en tu Palabra que nos llama a la conversión, para que en ella encontremos la paz interior. Creemos que tú eres la vid y nosotros los sarmientos y que debemos estar plenamente unidos a ti para poder dar frutos, para que nuestra vida no sea estéril. Te contemplamos presente y vivo en la Eucaristía

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

Acto de Fe en el Espíritu Santo:

Ministro: Creemos en ti Espíritu Santo. Fuerza renovadora de la faz de la tierra que nos haces descubrir la presencia de Jesús en la Eucaristía. Llénanos con el fuego de tu amor para que seamos promotores de paz. Que amemos lo que es noble, justo y recto. Enséñanos el camino para vivir en la verdad que proclama Jesucristo  presente y vivo en la Eucaristía .

Padre Nuestro, Ave María, Gloria. 

Momentos de silencio para meditar. 

Ministro: Humildemente nos postramos ante tu presencia sacramental porque sabemos que estamos ante el “Príncipe de la Paz” (Is 9,5). Hemos venido a implorar tu bendición para llenarnos de fortaleza y vencer, en primer lugar, la violencia que se quiere anidar en nuestro propio corazón. Ayúdanos, Señor, a silenciar nuestro corazón para que reine en él la paz.

Lector 1: Cada día que pasa nos damos cuenta de que todo acto violento se inicia en un corazón dividido, en un corazón alejado de Dios

Lector 2: Te pedimos para que en nuestros corazones habite la paz y se pueda extender a quienes nos rodean. Este momento de Adoración te pedimos paz. 

Ministro: Escuchemos ahora con atención la Palabra de Dios:

LECTURA DE LA PALABRA DE DIOS.
De la Carta del Apóstol Santiago :                                                                                               (3, 13‐18)

Hermanos míos, ¿hay alguno entre ustedes con sabiduría y experiencia? Si es así, que lo demuestre con su buena conducta y con la amabilidad propia de la sabiduría. Pero si ustedes tienen el corazón amargado por envidias y rivalidades, dejen de presumir y engañar a costa de la verdad. Esa no es la sabiduría que viene de lo alto; ésa es terrenal, irracional, diabólica; pues donde hay envidias y rivalidades, ahí hay desorden y toda clase de obras malas. Pero los que tienen la sabiduría que viene de Dios son puros, ante todo. Además, son amantes de la paz, comprensivos, dóciles, están llenos de misericordia y buenos frutos, son imparciales y sinceros. Los pacíficos siembran la paz y cosechan frutos de justicia. Palabra de Dios.

CANTO PARA MEDITAR:
"HAZME UN INSTRUMENTO DE TU PAZ".

Hazme un instrumento de tu paz,
donde haya odio, lleve yo tu amor,
donde haya injuria, tu perdón, Señor,
donde haya duda, fe en Ti.

Hazme un instrumento de tu paz,
que lleve tu esperanza por doquier
donde haya oscuridad, lleve tu luz,
donde haya pena, tu gozo, Señor.

Maestro, ayúdame a nunca buscar
el ser consolado sino consolar
ser entendido sino entender
ser amado sino yo amar.


Hazme un instrumento de tu paz
Es perdonando que nos das perdón,
Es dando a todos que Tú nos das
Muriendo es que volvemos a nacer

Maestro, ayúdame a nunca buscar...

Momentos de silencio parara meditar.

Ministro:  En el Evangelio de san Mateo, leemos que una de las bienavnturanzas nos dice: “Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mt. 5,9). Debemos poner en práctica este consejo evangélico, porque nuestra tarea es ser, como decía la nueva beata mexicana María Inés Teresa: "Almas pacíficas y pacificadoras".

Lector 1: Cada uno de los discípulos y misioneros de Cristo debe ser portador del Evangelio de la paz con una firme confianza puesta en el Amor de los amores.

Lector 2: Ante la ola de violencia que se vive, es necesario del todo alertar la esperanza de quienes por esta razón viven con miedo, con dolor e incertidumbre.

Lector 1: Hemos venido ante Ti, Señor, a fortalecer nuestra condición de discípulos y misioneros al servicio de la construcción de la paz. Todos somos constructores de la paz cimentada en el Amor.

Lector 3 o un pequeño grupo de personas: ORACIÓN POR LA PAZ:


¡Oh Jesús,  presente y vivo en la Eucaristía!, estamos aquí postrados ante tu presencia, arrepentidos y confusos, como llegó el hijo pródigo a la casa de su padre. Cansados de todo, sólo a Ti queremos, sólo a Ti buscamos, sólo en Ti hallamos nuestro bien. Tú, que fuiste en busca de la Samaritana; Tú, que nos llamaste cuando huíamos de Ti, no nos arrojarás de tu presencia ahora que te buscamos.

Señor, estamos tristes, bien lo sabes, y nada nos alegra; el mundo nos parece un desierto. Nos hallamos en oscuridad, turbados y llenos de temor e inquietudes por la ausencia de paz; te buscamos y no te encontramos, te llamamos y parece que no nos respondes, te adoramos en tu Eucaristía, clamamos a Ti y se acrecienta nuestro dolor. ¿Dónde estás, Señor, dónde, pues no gustamos las dulzuras de tu presencia, de tu amor y de tu paz?

Pero, Señor, no nos cansaremos, ni el desaliento cambiará el afecto que nos impulsa hacia Tí. ¡Oh buen Jesús! Ahora recordaremos el tiempo en que Tú, como a tu pueblo amado, nos llamabas y nosotros huíamos... Y firmes y serenos, a despecho de las tentaciones y del pesar, te amaremos y esperaremos en Tí.

Jesús bueno, dulce y amigo incomparable, cuando el dolor ofusque nuestro corazón, cuando los hombres nos abandonen, cuando el tedio nos persiga y la desesperación clave su garra en nosotros, al pie del Sagrario, aquí y sólo aquí encontraremos fuerza para luchar y vencer.

No temas que te abandonemos, cuando más nos huyas, más te llamaremos y derramaremos tantas lágrimas que, al fin, vendrás... Sí..., vendrás, y al posarte, disfrutaremos en la tierra las delicias del cielo. Danos tu ayuda para cumplir lo que te ofrecemos; sin Ti nada somos, nada podemos, nada valemos... Fortalécenos y desafiaremos las tempestades.

Jesús, danos humildad, paciencia y gratitud, amor, porque si te amamos de veras, la paz y todas las virtudes vendrán en pos del amor.

Te rogamos por aquellos que amamos... Tú los conoces, Tú sabes las necesidades que tienen; socórrelos con generosidad. Acuérdate de los pobres, de los tristes, de los huérfanos, consuela a los que padecen, fortalece a los débiles, conmueve a los pecadores para que no te ofendan y lloren sus extravíos. Ampara a todos tus hijos, Señor, más tierno que una madre.

Y a nosotros, que te acompañamos cuando te abandonan otros, porque hemos oído la voz de la gracia; a nosotros, auméntanos este amor y danos fortaleza para luchar y obtener el apetecido triunfo de la paz. Amén.

Momentos de silencio parara meditar. 

CANTO PARA MEDITAR:
"EVENU SHALOM ALEJEM".
EVENU SHALOM ALEJEM.
EVENU SHALOM ALEJEM.  
EVENU SHALOM ALEJEM.
EVENU SHALOM, SHALOM,
SHALOM ALEJEM.
QUE SEA LA PAZ CON NOSOTROS,
QUE SEA LA PAZ CON NOSOTROS,
QUE SEA LA PAZ CON NOSOTROS,
EVENU SHALOM, SHALOM,
SHALOM ALEJEM.

QUEREMOS PAZ PARA EL MUNDO.
QUEREMOS PAZ PARA EL MUNDO.
QUEREMOS PAZ PARA EL MUNDO.
EVENU SHALOM, SHALOM,
SHALOM ALEJEM.

Momentos de silencio para meditar.  

PETICIÓN ESPECIAL DE PAZ PARA LOS JÓVENES, ESPERANZA DE NUESTRO MUNDO:

Lector 1: Los jóvenes reciben una fuerte carga de agresividad por los medios de comunicación, perjudicando su vida integral y la de toda nuestra sociedad. Ellos son como el "engrane" que hace mantener en movimiento nuestro mundo.

Lector 2: Ellos se ven envueltos en esta vorágine de violencia porque no cuentan con el contrapeso de fuertes criterios de discernimiento bajo la luz del Espíritu Santo que los guíe por sendas de paz.

Lector 1: Debemos reconocer que muchos jóvenes se han dejado dominar por el egoísmo, hasta tal punto que han perdido el sentido del mandato de Dios de amarnos los unos a los otros.

Lector 2: La búsqueda de la paz para toda la humanidad, se verá facilitada en la relación inseparable que debe existir entre Dios y cada uno de los jóvenes de nuestro mundo.

Lector 1: Señor Jesús, Tú eres nuestra paz: mira nuestra juventud dañada por la violencia y dispersa por el miedo y la inseguridad, y restaura en ellos el anhelo de vivir en paz, siendo almas pacíficas y pacificadoras. Señor Jesús, protege a las familias, a nuestros niños, adolescentes y jóvenes.

Momentos de silencio para meditar.   

Preparación para la bendición y despedida:


CANTO PARA LA BENDICIÓN:
"BENDITO, BENDITO SEA DIOS".

Bendito, bendito, bendito sea Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios.


Yo creo Jesús mío que estás en el altar,
oculto en la Hostia te vengo a adorar,
oculto en la Hostia te vengo a adorar.

Bendito, bendito, bendito sea Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios,
los ángeles cantan y alaban a Dios.
 


Por el amor al hombre moriste en una cruz
y al cáliz desciendes por nuestra salud,
y al cáliz desciendes por nuestra salud.

Ministro: Nos diste, Señor, el Pan del Cielo,
Todos.- que en sí contiene todas las delicias.

Oración: Señor y Dios nuestro, que has querido que tu Iglesia sea sacramento de salvación para todos los hombres, a fin de que la obra redentora de tu Hijo perdure hasta el fin de los tiempos, haz que tus fieles caigan en la cuenta de que están llamados a trabajar por la salvación de los demás, para que todos los pueblos de la tierra formen una sola familia y surja una humanidad nueva en Cristo nuestro Señor, que vive y reina contigo...

En este momento se da la Bendición con el Santísimo Sacramento si está presente el sacerdote o diácono, si no, se hace la reserva del Santísimo hasta que se haya terminado de recitar la oración.

Todos de rodillas.

Ultimas oraciones: (Letanías).

Bendito sea Dios, bendito sea su santo nombre, bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero hombre, bendito sea el santo nombre de Jesús, bendito sea su sacratísimo corazón, bendita sea su preciosísima sangre, bendito sea Jesucristo en el santísimo sacramento del altar, bendito sea el Espíritu Santo consolador, bendita sea la gran madre de Dios María Santísima, bendita sea su santa e inmaculada concepción, bendita sea su gloriosa asunción, bendito sea el nombre de María Virgen y Madre, bendito sea san José su castísimo esposo, bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

CANTO DE SALIDA:
"JUNTOS COMO HERMANOS".

Juntos como hermanos,
miembros de una Iglesia,
vamos caminando,
al encuentro del Señor.
Un largo el caminar
por el desierto bajo el sol,
no podemos avanzar
sin la ayuda del Señor.

Unidos al rezar
unidos en una canción,
viviremos nuestra fe
con la ayuda del Señor.

La Iglesia en marcha está
a un mundo nuevo vamos ya,
donde reinará el amor
donde reinará la paz.

algdr

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