Monitor: La santidad es un llamado que Dios nos hace a todos los miembros de la Iglesia. Es tarea y conquista que solamente con Él, por Él y en Él podemos realizar. Recordamos ahora las palabras del Conclio Vaticano II que, hablando de todos los santos, en la Lumen Gentium nos dice: "Es sumamente conveniente que amemos a estos amigos y coherederos de Cristo, hermanos también y eximios bienhechores nuestros; que rindamos a Dios las gracias que le debemos por ellos; que los invoquemos humildemente y que acudamos a sus oraciones, protección y socorro. Todo genuino testimonio de amor que ofrezcamos a los santos se dirige a Cristo y termina en El, que es "la corona de todos los santos" y por El va a Dios, que es admirable en sus santos y en ellos es glorificado" (L.Gor.
CANTO
"SEÑOR, ¿A QUIÉN IREMOS?"
SEÑOR, ¿A QUIÉN IREMOS?
TU TIENES PALABRAS DE VIDA
NOSOTROS HEMOS CREÍDO
QUE TÚ ERES EL HIJO DE DIOS.
Soy el pan que os da la vida eterna
el que viene a mi no tendrá hambre,
el que viene a mí no tendrá sed,
así ha hablado Jesús.
SEÑOR, ¿A QUIÉN IREMOS? ...
No busquéis el alimento que perece,
sino aquel que perdura eternamente;
el que ofrece el hijo del hombre,
que el Padre os ha enviado.
SEÑOR, ¿A QUIÉN IREMOS? ...
Pues si yo he bajado del cielo,
no es para hacer mi voluntad,
sino la voluntad de mi Padre,
que es dar al mundo la vida.
SEÑOR, ¿A QUIÉN IREMOS? ...
El que viene al banquete de mi cuerpo,
en mí vive y yo vivo en él;
brotará en él la vida eterna,
y yo lo resucitaré.
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