martes, 3 de marzo de 2015

«SEÑOR, TÚ ERES SANTO»... HORA SANTA 23 para orar ante Jesús Eucaristía con el anhelo de ser santos


CANTO DE ENTRADA:


"SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA"

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA
Y JUNTOS CAMINANDO PODREMOS ALCANZAR
OTRA CIUDAD QUE NO SE ACABA,
SIN PENAS NI TRISTEZAS,
CIUDAD DE ETERNIDAD.

Somos un pueblo que camina, que marcha por el mundo buscando otra ciudad; 
somos errantes peregrinos en busca de un destino, destino de unidad,
siempre seremos caminantes, pues sólo caminando podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA...

Sufren los hombres mis hermanos, buscando entre las piedras la parte de su pan.
Sufren los hombres oprimidos, los hombres que no tienen ni paz ni libertad.
Sufren los hombres mis hermanos, más Tú vienes con ellos y en ti alcanzarán
otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA... 

Danos valor siempre constante, valor en las tristezas, valor en nuestro afán.
Danos la luz de tu Palabra que guíe nuestros pasos en este caminar.
Marcha, Señor, junto a nosotros, pues sólo en tu presencia podremos alcanzar
otra ciudad que no se acaba, sin penas ni tristezas, ciudad de eternidad.

SOMOS UN PUEBLO QUE CAMINA... 

SE HACE LA EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO COMO DE COSTUMBRE.

Ministro: Creemos, Padre Santo, que tú nos has creado y nos llamas a ser santos. El don de la vida que nos diste no tiende a otra cosa que no sea el ser santos como Tú eres Santo. Tú nos diste a tu Hijo Jesús, Él nos acompaña en nuestros pasos. Tú diriges nuestras voluntades para imitar sus mismos sentimientos. Padre Santo, creemos que Tú has enviado al mundo a Jesucristo, el Santo de los santos presente y vivo en la Eucaristía. Santo, Santo, Santo.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

Ministro: Creemos Señor Jesús que Tú eres Santo. En estos momentos, postrados ante Ti agradecemos el don maravilloso de la santidad. Tú nos invitas, desde esta Hostia consagrada, a ser santos como tu Padre Celestial es Santo. Tu Palabra se hace para nosotros regla de vida para alcanzar ese maravilloso don y que nuestra vida en este mundo no sea estéril. Te contemplamos presente y vivo en la Eucaristía. Santo, Santo, Santo.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

Ministro: Creemos en ti Espíritu Santo. Fuerza renovadora que ilumina nuestro diario andar para descubrir el camino que Jesús Eucaristía nos ha marcado para ser santos. Llénanos con todos tus dones para que lleguemos a vivir las virtudes en grado heroico. Que no desfallezcamos en el anhelo de ser santos hasta llegar a al cielo llevando muchas almas. Espíritu Santo, fuente de luz, ilumínanos. Santo, Santo, Santo.

Padre Nuestro, Ave María, Gloria.

MOMENTOS DE SILENCIO PARA MEDITAR.

Monitor: Mientras a nuestro alrededor la naturaleza sigue su curso, lnuestra existencia nos invita a mirar a lo alto; la presencia de Dios nos recuerda que no estamos destinados a marchitarnos en tierra para siempre, como hojas que se secan y caen. El pasaje de las Bienaventuranzas nos invita a ser santos, a no resignarnos en la mediocridad. El anhelo de santidad queda retratado en este pasaje de Evangelio que escucharemos:

Lector: (Si hay un sacerdote o diácono le corresponde a él esta lectura)

Del Santo Evangelio según san Mateo.        Mt 5,1-12

En aquel tiempo,viendo Jesús a la muchedumbre, subió al monte, se sentó, y sus discípulos se le acercaron. Y tomando la palabra, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados los mansos , porque ellos po seerán en herencia la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos serán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los Cielos. Bienaventurados serán ustedes cuando los injurien, y los persigan y digan con mentira toda clase de mal contra ustedes por mi causa. Alégrense y regocíjense, porque su recompensa será grande en los cielos; pues de la misma manera persiguieron a los profetas anteriores a ustedes".

Lector: Palabra del Señor.
Todos: Gloria a ti, Señor Jesús.

MOMENTOS DE SILENCIO PARA MEDITAR.

CANTO DE MEDITACIÓN:

"ALÉGRATE Y REGOCÍJATE"

A ti, que no tienes pan,
que no ansías ser mas que tus hermanos,
a ti, que no pusiste en esta tierra tu tesoro. 
A ti, que devuelves bien por mal,
que construyes aun en el desastre,
a ti, que buscas la paz y no la guerra. 
A ti, que en esta vida lloras,
por tantas cosas que quisieras cambiar,
a ti, te repite hombre las palabras el Señor:

ALÉGRATE, REGOCÍJATE,
PUES TUYO ES EL REINO DE LOS CIELOS,
SI POR MI CAUSA TE DESPRECIA EL MUNDO,
ALÉGRATE Y REGOCÍJATE. (2)

A ti, que perdonas siempre,
a aquel que no lo merece,
a ti, que eres recto y noble cuando vez que se te abaja. 
A ti, que te desprecia el mundo,
por que no sigues las reglas que ha marcado,
a ti, que te enfrentas con él para asi poder salvarlo. 
A ti, que eres calumniado,
que eres torturado y ultrajado por mi causa, 
a ti, te repite hombre las palabaras el Señor:

ALÉGRATE, REGOCÍJATE... (2)

MOMENTOS DE SILENCIO PARA MEDITAR.

Lector 1: Jesús Eucaristía, Tú eres el mismo de Belén, el divino Niño que aceptara por mí, el aniquilamiento, la pobreza y la persecución. Tú eres el Jesús de Nazaret, que por mi amor abrazó el ocultamiento, las fatigas y la obediencia. Tú eres el Divino Maestro, aquel que vino para enseñarme las dulces verdades de la fe, a traer el gran mandamiento del amor: Tu mandamiento. 

Lector 2: Jesús Eucaristía, Tú eres el Salvador Misericordioso, el que te inclinas sobre todas mis miserias con infinita comprensión y conmovedora bondad, pronto siempre a perdonar, a curar, a renovar. Tú eres la Víctima Santa, inmolada para gloria del Padre y bien de todas las almas. Tú eres el Jesús que por mí sudó sangre en el Huerto de Getsemaní; quien por mí sufrió la condenación de tribunales humanos, la dolorosísima flagelación, la cruel y humillante coronación de espinas, el martirio cruel de la crucifixión. Eres quien quiso agonizar y morir por mí. 

Lector 1 y 2: Jesús Eucaristía, Tú eres el Resucitado, el Dios  vencedor de la muerte, del pecado y del infierno. Tú eres quien está deseoso de comunicarnos los tesoros de la vida divina que posees en toda su plenitud.

Lector 1: Jesús Eucaristía, te encuentras aquí, presente en la Hostia Consagrada, Santa, con un Corazón desbordante de ternura, un Corazón que ama infinitamente. En Tu Corazón, Jesús, está el Amor Infinito, la Caridad divina: Dios, principio de vida, existente y vivificante. ¡Qué dulce es, Dios nuestro, Trinidad Santísima, adorarte en esta Custodia en la que ahora estás!

Lector 2: Jesús Eucaristía, Creemos, con nuestra más viva fe, que estás realmente presente, aquí, delante de nosotros, bajo la forma de un Pan; Tú, el Verbo eterno del Padre, engendrado desde todos los siglos y encarnado luego en las entrañas de la Virgen Madre, Jesucristo Redentor y Rey. Creemos, realmente, que estás presente en la verdad inefable de Tu Divinidad y de Tu Humanidad.

Lector 1 y 2: Nos unimos a los Ángeles y Santos quienes, invisibles pero presentes y vigilantes junto a esta Custodia, te adoran incesantemente. 

Lector 1: Nos unimos, sobre todo, a tu Santísima Madre y a los sentimientos de profunda adoración y de intenso amor que brotaron de su alma desde el primer instante de tu Encarnación y cuando te llevaba en su seno inmaculado.

Lector 2: Y mientras te adoramos en esta Custodia, hacemos intención de adorarte en todos los Sagrarios del mundo y, especialmente, en aquellos en los cuales estás más abandonado y olvidado. Te adoramos en cada Hostia Consagrada que existe entre el Cielo y la tierra, secundado los anhelos misioneros de la beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramentos y de muchos santos y beatos más.

MOMENTOS DE SILENCIO PARA MEDITAR.

CANTO ANTES DE LA BENDICIÓN O RESERVA:

"ESTÁS AQUÍ"

Estás aquí, aunque no te pueda ver
pues escondes tu gloria y majestad.
Estás aquí revestido solamente del amor
bajo la forma de un Pan.
Con sencillez, te me vienes a entregar
y en mi interior vas haciendo maravillas,
corazón con corazón, en profunda comunión,
me haces templo de la Santa Trinidad. (2)

Ven y cena conmigo,
ven y mora en mi hogar,
ven y nunca me dejes,
pues sin ti me moriría.
Me has herido con tu amor,
ven y mora en mi interior,
de ti quiero comulgar Señor,
de ti quiero comulgar Señor.

Ministro: Nos diste Señor el Pan del cielo
Todos: Que contiene en sí todas las delicias.

Ministro: Oh Dios, que bajo este admirable Sacramento nos has
dejado el memorial de tu Pasión; concédenos, te pedimos,
venerar de tal modo los sagrados misterios de tu
Cuerpo y de tu Sangre que sintamos continuamente en
nuestras almas el fruto de tu redención, Tú que vives y
reinas con Dios Padre, en unidad del Espíritu Santo,
Dios por todos los siglos de los siglos.
Todos: Amén.

EN ESTE MOMENTO SI ESTÁ EL SACERDOTE O EL DIÁCONO, SE DA LA BENDICIÓN CON EL SANTÍSIMO SACRAMENTO.

Últimas oraciones:

Bendito sea Dios
Bendito sea su santo nombre
Bendito sea Jesucristo verdadero Dios y verdadero Hombre
Bendito sea el santo nombre de Jesús
Bendito sea su sacratísimo corazón
Bendita sea su preciosísima sangre
Bendito sea Jesucristo en el santísimo sacramento del altar
Bendito sea el Espíritu Santo consolador
Bendita sea la gran Madre de Dios María Santísima
Bendita sea su santa e inmaculada concepción
Bendita sea su gloriosa asunción
Bendito sea el nombre de María: Virgen y Madre
Bendito sea san José su castísimo esposo
Bendito sea Dios en sus ángeles y en sus santos.

CANTO FINAL: 

"ID Y ENSEÑAD"

Sois la semilla que ha de crecer,
sois la estrella que ha de brillar,
sois levadura, sois grano de sal,
antorcha que ha de alumbrar.
Sois la mañana que vuelve a nacer,
sois espiga que empieza a granar,
sois aguijón y caricia a la vez,
testigos que voy a enviar.

ID, AMIGOS POR EL MUNDO, ANUNCIANDO EL AMOR,
MENSAJEROS DE LA VIDA, DE LA PAZ Y EL PERDÓN.
SED, AMIGOS, LOS TESTIGOS, DE MI RESURRECCIÓN,
ID LLEVANDO MI PRESENCIA. ¡CON VOSOTROS ESTOY!

Sois una llama que ha de encender
resplandores de fe y caridad,
Sois los pastores que han de guiar
al mundo por sendas de paz.
Sois los amigos que quise escoger,
sois palabra que intento gritar,
Sois reino nuevo que empieza a engendrar
justicia, amor y verdad.

ID, AMIGOS POR EL MUNDO...

Sois fuego y savia que viene a traer,
sois la ola que agita la mar,
La levadura pequeña de ayer
fermenta la masa del pan.
Una ciudad no se puede esconder,
ni los montes se han de ocultar,
En vuestras obras que buscan el bien
los hombres al Padre verán.

ID, AMIGOS POR EL MUNDO...

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