Algunos saben y ahora más por escribirlo, que la bronquitis asmática ha sido uno de los diferentes achaques que afectan a este inquieto padrecito. Desde niño recuerdo aquellas batallas para librarla y sobre todo las benditas manos de Lucita, la señora que inyectaba y que llegaba con el remedio milagroso y doloroso junto a los caldos de pichón que mamá hacía para que mejorara un poco y que Lalo mi hermano también disfrutaba.
Un gran aliado para la lucha contra esta afección ha sido el jengibre, esa planta cuyo nombre científico es «Zingiber officinale», una planta medicinal que funciona como antiinflamatorio natural y ayuda, además de combatir enfermedades respiratorias, a cuestiones de artrosis, diabetes, problemas digestivos y además sirve para adelgazar.
En un artículo que leí recientemente, se mencionan más claramente algunos de sus beneficios:
2. Es eficaz contra la gripe, el asma y los resfriados, al favorecer la expectoración.
3. Mejora el flujo sanguíneo, por lo que previene las enfermedades cardiovasculares.
4. Elimina el mareo y el vértigo.
5. Es un estimulante natural.
6. Funciona como antidepresivo natural.
7. Combate el envejecimiento prematuro y reduce los niveles de estrés
8. Disminuye las migrañas al bloquear los efectos de la prostaglandina.
9. Previene el cáncer de colon y de ovarios.
10. Facilita la digestión.
Gracias a que es muy rico en aceites esenciales, vitaminas, minerales, antioxidantes y aminoácidos que otorgan muchos beneficios al cuerpo humano, el consumo de esta raíz es algo más que recomendado para gente que sufre de estos malestares.
Recuerdo siempre a Gloria, maravillosa cocinera que, en los años en que vivía yo ejerciendo mi ministerio misionero en la querida comunidad de Santa Marta, allá en Valinda California, me preparaba en las tardes, después de la comida fuerte que era a las 5 de la tarde, mi té de jengibre sobre todo en el invierno.
Me he encontrado la receta —muy simple por cierto— de este té que me daba y con gusto la comparto:
1 cucharada de jengibre.
1 cucharada de miel.
1 taza de agua hirviendo.
Unas gotas de limón.
¿Gustan un té?
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