viernes, 31 de marzo de 2023

«El último viernes de Cuaresma»... Un pequeño pensamiento para hoy


Llegamos al último viernes de Cuaresma de este 2023 y con ello a la inminente llegada de la Semana Santa. El Evangelio nos recuerda hoy que Jesús ha realizado muchas obras buenas de parte del Padre, aunque los judíos no quieren reconocerlo (Jn 10,31-42). Nosotros sabemos que los milagros que recogen los Evangelios nos dicen mucho sobre quién es Jesús de Nazaret, pero los judíos se empeñaban en desacreditar a Jesús. A medida que se acercan los días de la pasión de Jesús, él habla cada vez más abiertamente de su condición de Hijo de Dios: «Si no hago las obras de mi Padre, no me crean. Pero si las hago, aunque no me crean a mí, crean a las obras, para que comprendan y sepan que el Padre está en mí, y yo en el Padre» (Jn 10, 37-38).

San Juan gusta de llamar «signos» a los milagros que hace Jesús, porque la finalidad primordial de esas acciones no es acabar con la enfermedad existente o con el sufrimiento en esta tierra, sino mostrar la personalidad divina de Cristo y su condición de Mesías. Los alrededor de treinta y cinco milagros de Jesús, en la Biblia, invitan a penetrar en el misterio de su Persona. En algunos de ellos muestra su poder sobre la naturaleza, como cuando multiplica los panes y los peces, o cuando invita a Pedro a caminar sobre las aguas. De este modo manifestó el espíritu del mismo Dios Creador, que «se cernía sobre la faz de las aguas» (Gn 1,2) en el relato de la creación. Los milagros que tienen que ver con la resurrección de los muertos muestran, por otra parte, su poder sobre la vida.

Dentro de unos días, en el Triduo Pascual, Jesús, nuestro Señor, entregará su propia vida como nadie puede hacerlo, porque solo él tiene poder sobre ella. «Por eso me ama el Padre, porque doy mi vida para tomarla de nuevo. Nadie me la quita, sino que yo la doy libremente. Tengo poder para darla y tengo poder para tomarla de nuevo» (Jn 10,18). Jesús es el mismo hoy y hace dos mil años, en aquellas tierras de Palestina; sigue llenando nuestra vida de gestos que revelan la cercanía de Dios. A la Virgen le podemos pedir, en este día en que la tradición la recuerda como nuestra Señora de los Dolores, que, con humildad, que nos ayude a ser capaces de reconocer los signos de su Hijo. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

jueves, 30 de marzo de 2023

«Abraham y Jesús»... Un pequeño pensamiento para hoy


Las lecturas de estos días, en la santa misa, son, como he dicho varias veces, extractos de diversos libros de la Sagrada Escritura que nos van acercando a nuestro Señor en este ambiente de cuaresma. Son muchos los personajes que aparecen en los diversos relatos y nos adentran en la vivencia de este tiempo privilegiado en el que somos llamados a la conversión. Hoy uno de estos personajes es Moisés, que aparece en la primera lectura (Gn 17,3-9).

Moisés, junto con nuestro Señor Jesucristo, concentran hoy la atención litúrgica:  Abraham aparece, según el relato de la tradición sacerdotal, como pieza clave en la génesis del pueblo elegido: por su fe es padre de muchos pueblos, bendecido con una Alianza de amor que no se extinguirá. Convocado para tomar posesión de tierra y reino nuevo, sus descendientes se multiplicarán como las arenas del mar. Y Jesús, en el Evangelio (Jn 8,51-59) se muestra en calidad de Hijo, muy superior en grandeza a profetas y a su precursor y prefigurador. Él es la voz que nos llama a la cordura, advirtiendo con valor y claridad a los que desprecian su vida: «antes que Abraham naciera, ya existía yo».

Vivir en nuestra familia de hijos de Dios, por nuestra fe en Cristo, es estar siempre abiertos a la vida en Cristo. Abraham saltaba de gozo pensando que a todos nos llegaría ese momento. Los judíos no lo entendían. Cristo no era para ellos más que Abraham porque no entendían nada. Les invito a hacer conmigo, hoy, una breve oración: «Señor Jesús, tú que con el Padre y el Espíritu llamaste a Abraham para que fuera padre de los creyentes, mira a nuestro alrededor, ilumina a cuantos no tienen todavía fe en Dios, y a nosotros, creyentes, haznos, bajo el cuidado de tu Madre santísima, auténticos instrumentos en la formación de un mundo mejor. Amén». ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

miércoles, 29 de marzo de 2023

«Dos acontecimientos del día de hoy»... Un pequeño pensamiento para hoy

Dos acontecimientos marcan mi reflexión el día de hoy. El primero es el que por gracia de Dios, mi madre celebra su cumpleaños número 88 y bendito sea Dios, como muchos que la conocen de cerca pueden constatar, está bastante bien conservada y ágil. ¡Cómo no agradecerle al Señor un año más de vida de esta maravillosa mujer que Dios me dio como madre, y, en los últimos años, compañera de casa, pues aquí he estado con ella desde que llegué a Monterrey luego de mi último destino fuera, en Ciudad de México! Es, de verdad, una gran bendición para Lalo mi hermano y para mí, tener una madre que, a su edad, la contemplamos como un alma que dice: «¡No me alcanza el tiempo con tantas cosas que tengo por hacer!»... Pero, algo que en su vida llama mucho la atención, es que no deja su oración con el rezo de la Liturgia de las Horas completa, la escucha de la Santa Misa en Internet cuando no presencialmente y sus muchas devociones y tareas de la Agrupación de Esposas Cristianas. Además, hay que destacar que cocina maravillosamente con un sabor siempre exquisito y como dice ella: «Todo para gloria de Dios y María santísima!». 

El segundo acontecimiento es una bendición también, pues en estos días previos a la Semana Santa los que tenemos corazón y vocación misionera preparamos con gozo nuestras tareas apostólicas, impulsamos y alentamos a nuestros hermanos que salen de misión, poniendo nuestro granito de arena. Con gozo pude dar la bendición a nuestro querido amigo y bienhechor el doctor Leonardo Pérez Hernández, quien mañana jueves, a temprana hora, sale a nuestra parroquia de África, en Mange Bureh, Sierra Leona, para pasar tres semanas dando su servicio médico gratuito en la misión. Nancy Villegas, su asistente —a quien también quiero mucho y admiro— y yo, pasamos gran parte de la tarde preparando el arsenal de medicamentos que Leo llevará, para que pueda ser acomodado en las maletas que permite su largo viaje para llegar a Mange. ¡Dios te bendiga Leo y puedas hacer mucho bien!

Siento que el Evangelio de hoy (Jn 8,31-42), al acercarnos a la Semana Santa ya en unos días, nos alienta a trabajar en los intereses de Jesús en todo tiempo, pues destaca tres temas fundamentales en la vida de todo discípulo–misionero de Cristo: la fidelidad, la libertad y la filiación. Seguir a Jesús implica mantenerse fiel a su Palabra, de manera que el verdadero discípulo–misionero no es sólo el que cree, sino sobre todo el que escucha, vive y da testimonio de la Palabra. La vida, corta o larga —como la de mamá—; vivida en servicio —como Leo, Nancy y muchos más que queremos vivir en Cristo— es una tarea siempre en construcción, en cuanto cada día descubrimos a Cristo que nos revela su proyecto de vida para el mundo de hoy y nos llama a trabajar en sus intereses... ¡Por eso murió por nosotros en la cruz! El que ama como Jesús, vive en plenitud y su corazón respira el aire misionero depositado en nuestro ser en el bautismo para que todos le conozcan y le amen. María, la Virgen, es siempre para mí un ejemplo muy claro de todo esto, porque es la primera que vive la misión. Con ella, les invito a seguir caminando hacia la Pascua. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.

martes, 28 de marzo de 2023

«La cruz, signo de salvación»... Un pequeño pensamiento para hoy


El Evangelio de hoy (Jn 8,21-30) y la primera lectura (Núm 21,4-9) están íntimamente relacionadas. En el Evangelio, Jesús afirma que «debe ser levantado del suelo» y que será entonces un signo de salvación... La cruz. La serpiente de bronce, de la que se habla en la primera lectura era un anuncio de ese signo de salvación.

Durante su marcha a través del desierto, el pueblo de Israel se desanimó... habló contra Dios y contra Moisés. Y es que a lo largo de toda la Biblia, el desierto es el lugar de la tentación y de las pruebas. La gran prueba es la de dudar de Dios mismo. Ese estado de duda en nuestras relaciones con Dios suele aparecer cuando nos sentimos excesivamente aplastados por el peso de nuestras preocupaciones. Y esto sucede, en verdad, también a los católicos más generosos y más ardientes. Con mayor razón esto puede explicar en parte el ateísmo y la incredulidad: ¡con el desánimo a cuestas, se acusa a Dios!

Pienso en la gran masa de nuestros contemporáneos que prescinden de Dios y del signo de la cruz y veo con tristeza que cada día son más. Hay que rogar por ellos... La muerte de Cristo en la cruz es el punto culminante del acontecimiento revelador y salvador de Dios que es amor. Porque justamente esa elevación mostrará que Jesús puede decir con toda razón el «yo soy», ya que la cruz es el lugar en que se ha revelado al mundo de manera más plena y más aplastante el amor entrañable de Dios. Unámonos a María, que estuvo al pie de la cruz y sigamos nuestro camino cuaresmal. ¡Bendecido martes!

Padre Alfredo.

lunes, 27 de marzo de 2023

«El relato de la casta Susana»... Un pequeño pensamiento para hoy


Desde ayer domingo, hemos entrado en la última semana del tiempo de Cuaresma y este lunes tenemos como primera lectura, el relato conocido como «la casta Susana» (Dm 13,1-9.15-17.19-30.33-62) que año con año, en este lunes V de Cuaresma se lee. La Historia de Susana nos hace pensar en la Iglesia, la llena de Cristo, que es bella, floreciente, eternamente joven como Susana. Por eso conviene leer y meditar este pasaje para nuestra reflexión.

En el otro extremo de los personajes de esta lectura, que por cierto, es simpatiquísima, están los perseguidores, los impíos, los falsos acusadores de Susana que nos ayudan a reflexionar en los que se alejan de Cristo y que vienen a caer en la enfermedad del pecado. Allí en el relato, estos dos viejos rabo verdes, se encuentran próximos a la muerte y envejecidos. Buscan éstos ávidamente apoderarse de la vida de Susana, que representa a la Iglesia, la siempre joven y divina, para poder así reanimar su vejez decrépita. Mas ella, con majestuosa grandeza, con sonrisa de superioridad, sabe escapar a sus malvados intentos. Y cuando nota que ellos usan la fuerza, clama a Dios y corre a esconderse en sus brazos de Padre. 

En su impotente rabia, el escritor sagrado apunta que los malvados prueban de aniquilar a la que no pueden hacer servir para sus fines y pretenden acumular sobre su cabeza sus acusaciones con falsos testimonios... Pero nada consiguen. En último término son víctimas de sus propios engaños y Dios acaba por triunfar en su Iglesia como sale triunfante la casta Susana. Aprovechemos esta última semana y de la mano de María caminemos hacia la pasión, muerte y resurrección de Cristo en los días de la Semana Mayor. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

domingo, 26 de marzo de 2023

«Jesús lloró»... Un pequeño pensamiento para hoy


En nuestro camino a la Pascua, hago mi reflexión para el día de hoy en este amanecer del domingo V de Pascua yendo al tema de la resurrección de Lázaro, que es la perícopa evangélica que la liturgia de la palabra nos presenta (Jn 11,1-45). En este pasaje, en el que Jesús declara que él es la Resurrección y la Vida, demuestra que sus palabras son ciertas, y lo hace resucitando a Lázaro, este hombre que llevaba cuatro días muerto. La divinidad del Señor Jesús y su íntima relación con su Padre, se conjuga con su perfecta humanidad. La historia de Lázaro no termina con su muerte, —por eso conviene leer todo el pasaje—. Al pie de su tumba, Jesús, que llora por él, lo llama por su nombre y la multitud ve incrédula cómo Lázaro se levanta…vivo. Aunque María y Marta creyeron que Jesús había llegado demasiado tarde para ayudar, aprendemos que para Dios no hay nunca un «demasiado tarde».

San Juan nos dice que cuando Jesús llegó al sepulcro acompañado por Marta y María, las hermanas de Lázaro y sus apenados amigos, se identificó con su sufrimiento y lloró con ellos. Allí, detrás del corazón quebrantado de las hermanas, el Señor percibió el profundo gemido y el dolor producido por el pecado en el mundo. Como más tarde escribió san Pablo, «sabemos que toda la creación gime» (Rom 8,22). Es un gemido silencioso que se extiende por todas partes. El Señor no es indiferente a todo sufrimiento humano, él comparte el dolor de este mundo y muere para alcanzarnos la salvación. Así, tenemos una expresión patente de esta identificación: «Jesús lloró». No fueron las lágrimas como las de las plañideras profesionales, ni las del hombre sentimental que llora por cualquier cosa, sino las del mismo Hijo de Dios que nacían del más genuino amor por el hombre.

«Jesús lloró» (Jn 11,35) es seguramente el versículo más corto de la Biblia, una expresión demasiado breve incluso para un tweet, pero este versículo guarda una importancia enorme, sobre todo cuando se nos dificulta hallar esperanza. Así, de esta manera, nos consuela saber que no adoramos a un Dios insensible ante la desgracia. El Dios que conocemos en Cristo Jesús siente nuestro dolor y conoce nuestra realidad. Llora con nosotros. Ante muchas preguntas, como estas que ahora comparto: ¿Por qué las personas de fe reciben diagnósticos médicos devastadores? ¿Por qué hay familias golpeadas por el desempleo y por qué hay vidas que se pierden en desastres naturales? ¿Por qué sufrimos?... el Evangelio de hoy ni ningún otro tiene la respuesta, pero sabemos que Jesús llora con nosotros y nos invita a la resurrección. Acompañados de María, la Madre Dolorosa, vivamos esta última semana de Cuaresma que hoy iniciamos. ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo.

sábado, 25 de marzo de 2023

«La anunciación del Señor... Un pequeño pensamiento para hoy


Con la narración de la anunciación del Señor, el día de hoy san Lucas nos recuerda el origen humilde del Mesías —Nazaret, un pueblito insignificante—, para mostrar el modo como Dios actúa (Lc. 1,26-38). El Evangelio, que está destinado a todos empieza en el seno de María al acoger la propuesta de Dios manifestada en el ángel Gabriel. «El ángel Gabriel fue enviado a una virgen… La virgen se llamaba María». Hoy sabemos que la virginidad es un estado de vida muy poco apreciado en nuestras culturas actuales. La virginidad es, con todo, un carisma o don de Dios, que favorece el don de sí a los demás: alguien que no se casa para servir mejor a los demás. Cuántos ejemplos de vida consagrada, de vírgenes santas, de hermanos y hermanas que han optado por el voto de castidad, para dedicarse a Dios en los hermanos. El camino de la virginidad está siendo cada vez más valorada, para prepararse al santo matrimonio o para ingresar en la vida consagrada.

María, la Virgen, está «llena de gracia» —en griego kejaritomene—. Está llena de gracia porque ha sido destinada a ser Madre de Dios «—en griego Theotocos—. En el rezo del santo rosario diario, que muchos de ustedes rezan conmigo en Facebook, la saludamos con las mismas palabras de Gabriel «Dios te salve María, llena eres de gracia». En ella, en la Virgen, vemos la plenitud de ser repletos de la gracia de Dios. Nosotros, en este tiempo de conversión, podemos también volver a la gracia santificante, mediante la contrición perfecta, arrepintiéndonos de todos nuestros pecados. Así, en este tiempo de cuaresma, vivimos con Ella la gracia de Dios, con el perdón de nuestros pecados, inclusive mortales, siempre que nos arrepentimos, amándolo con todo el corazón y sirviendo a los hermanos más necesitados. 

San Lucas presenta a María como modelo de quien se entrega: «yo soy la esclava del Señor». ¿Quién puede repetir del profundo de su ser y con total sinceridad estas palabras? Cada uno, según su carisma y su estado de vida, podrá esforzarse en repetir y en vivir este ejemplo maravillo de María: ser esclavos para servir a Dios y servir a los hermanos. Este alto que hacemos en nuestro camino de Cuaresma, para recordar el gozo de María por la anunciación del Señor, es el momento de agradecer que el Espíritu Santo nos hace más humanos, más alegres, más hermanos y por tanto nos impulsa a ser como María. Yo creo que una vida entera no nos bastaría para contemplar la magnitud de este misterio que ha cambiado la suerte de la historia humana. ¡Bendecido sábado, solemnidad de la anunciación del Señor!

Padre Alfredo.

viernes, 24 de marzo de 2023

«El Justo y los justos como Él»... Un pequeño pensamiento para hoy


Apenas escuché la noticia de que había sido encontrado muerto el narcotraficante y asesino apodado el Chueco, que según se sabe dio muerte hace casi un año a los padres jesuitas Javier Campos y Joaquín Mora cuando intentaban proteger a un guía turístico que buscó refugio en su parroquia y que también fue muerto a balazos como ellos. Este hecho coincide con el inicio e la primera lectura de la misa del día de hoy, tomada del libro de la Sabiduría (Sab 2,1.12-22) que dice: «Los malvados dijeron entre sí, discurriendo equivocadamente: “tendamos una trampa al justo, porque nos molesta y se opone a lo que hacemos; nos echa en cara nuestras violaciones a la ley...». 

De esta manera, el autor del libro sagrado nos presenta cómo las fuerzas del mal, encarnadas en los impíos, buscan ahogar la fuerza de Dios que se manifiesta en la vida de los justos. Es el conflicto que se ha mantenido siempre, es el mal que pasa por el mismo corazón del hombre. Este fragmento se dirige directamente a los judíos fieles de Alejandría que son perseguidos y despreciados por los judíos renegados y por los paganos. La Iglesia ve, en este texto, un anuncio de la pasión de Cristo, el hombre bueno por excelencia que abre el camino de tantos hombres y mujeres buenos que han dado la vida por Cristo y por el hombre. Estos dos sacerdotes, en el interior del templo, buscaban cobijar al que sin saber ellos por qué, era perseguido. Estaban en un lugar «sagrado» que ya para poca gente significa algo.

México ha sido, durante 14 años consecutivos, hasta el día de hoy, uno de los países más peligrosos para ejercer el sacerdocio, según el Reporte de incidencia de la violencia contra ministros, religiosos y laicos de la Iglesia católica en México, hecho por el Centro Católico Multimedial. Entre 1990 y 2022 han sido 63 los religiosos y 9 los laicos que han sido asesinados. El justo, sigue siendo perseguido, hoy es viernes y dentro de dos semanas justas estaremos en el Viernes Santo, fijos los ojos en la Cruz de Cristo, el Justo de los justos que murió para salvarnos. Pidamos al Señor que tenga misericordia de tanta violencia que nos rodea y que bajo la protección de María, sigamos dando testimonio y defendiendo la justicia de Dios. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

jueves, 23 de marzo de 2023

«Contentos»... Un pequeño pensamiento para hoy


Qué contentos debemos de sentirnos nosotros por ser de los que han acogido a Jesús y han sabido interpretar justamente sus obras en la vida de cada día. Por eso creemos en él y le seguimos en nuestra vida, a pesar de nuestras debilidades, de los tropiezos y adversidades de la vida. Además, en el camino de esta Cuaresma, hemos de agradecer la oportunidad que la Iglesia nos da de reavivar nuestra fe y profundizar en su seguimiento, imitándole en su entrega total por el pueblo. 

El evangelio de san Juan de este día (Jn 5,17-30) nos invita a ver de cerca de este Cristo que viene a hacer la voluntad del Padre aunque muchos, de cabeza dura, no le quieran seguir. El argumento único y decisivo de su misión divina es su propia actividad; Jesús no emplea dialéctica, aduce obras (Jn 5,17). El Padre da testimonio en favor de Jesús a través de las obras que éste realiza. Quien conciba a Dios como dador de vida, es decir como Padre, tiene que concluir que las obras de Jesús, que efectúan el bien concreto del hombre comunicándole vida, son de Dios.

A la luz de esto quiero invitarlos, al terminar la reflexión de este día a que hagan conmigo esta oración: Señor, «Dios nuestro, Tú nos pusiste en la existencia adornados con cualidades excepcionales de inteligencia, voluntad y libertad; Tú nos dotaste de ingenio para descubrir una parte de los misterios de la naturaleza y de la vida; Tú pusiste en nuestras manos el poder ser creadores contigo. Concédenos vivir y dar testimonio de tu presencia a quienes no te aceptan como centro de la vida y como Salvador. Que tu Madre santísima nos ayude a continuar con nuestra tarea rumbo a la Pascua. Amén». ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

miércoles, 22 de marzo de 2023

«Camino de amor hacia la Pascua»... Un pequeño pensamiento para hoy


Varias veces he repetido que en el tiempo de Cuaresma las lecturas de la Misa diaria no son lecturas continuadas, como en el Tiempo Ordinario, que vamos leyendo pasajes continuados de los diversos libros de la Escritura. En Cuaresma se sigue el hilo conductor del camino que nos va ayudando a profundizar en el amor de Dios, el Padre misericordioso que nos envía a su Hijo Jesús para salvarnos.

El día de hoy la primera lectura (Is 49,8-15) es un poema del profeta Isaías, un pasaje que es uno de los cuatro cánticos del Siervo de Yahvé y que nos prepara para ver luego en Jesucristo al enviado del Padre. Es un canto que resalta el amor de un Dios que quiere a su pueblo, a pesar de sus extravíos. Un Dios que es pastor y agricultor y médico y hasta madre. Un dios que se prepara a salvar a los suyos del destierro, a restaurar a su pueblo. Las imágenes se suceden: «digan a los cautivos: salgan; a los que están en tinieblas: vengan a la luz». Dios no quiere que su pueblo pase hambre ni sed, o que padezcan sequía sus campos: «los conduce él, siempre compasivo y los guía a manantiales de agua»... «¿Es que puede una madre olvidarse de su criatura? Pues yo no te olvidaré».

Este texto nos ayuda a ver con claridad y vivir plenamente este tiempo de la Cuaresma que es un camino hacia la Pascua. Debemos tener muy en claro que se trata de un tiempo transitorio de mayor intensidad en el aspecto penitencial que nos ayuda a convertir el corazón para abrir espacio al Señor Resucitado. Isaías anuncia al pueblo que tras el cautiverio vendrá la libertad, tras las tinieblas llegará la luz, tras la amargura y lágrimas por la ausencia de Dios vendrá su presencia amorosa y providente. Así nosotros, en este tiempo de Cuaresma debemos mantener la esperanza, pues llegará la Pascua. Que María, Nuestra Señora de la Esperanza nos ayude a mirar hacia la Pascua mientras seguimos el camino cuaresmal. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.

martes, 21 de marzo de 2023

«El hombre y su camilla»... Un pequeño pensamiento para hoy


Desde el pecado de Adán y Eva ya no ha habido ningún hombre sano sobre la tierra ni ninguna mujer que no sepa lo que es la enfermedad. La desobediencia al mandato de Dios echó a perder la unión de amor existente entre Dios y el hombre, arrancando así al hombre de su verdadera vida. Dios dejó de ser para él la atmósfera que respiraba y desde entonces el hombre enfermó. Y el motivo de haber venido Dios al mundo fue el de salvarnos y sanarnos. «Los enfermos —dice Cristo— son los que tiene necesidad de médico» (Cf. Lc 5,31). A la luz de esto, los creyentes no tenemos por qué hacer distinción entre enfermedad y salud del cuerpo por un lado y enfermedad y salud del alma por el otro. Porque la verdadera enfermedad del hombre es la que le aparta de Dios, el pecado, y éste ataca a todo el ser, tanto al cuerpo como al alma; ambos precisan por igual de la acción salvífica de Dios.

Me viene compartir esto porque el Evangelio de hoy (Jn 5,1-16) habla de una de las curaciones que hizo Jesús. Una de esas curaciones que nos hacen ver que la enfermedad del cuerpo no es sino una parte, la más pequeña, de esta dolencia general que afecta al hombre. Lo externo delata y simboliza la peligrosa enfermedad del alma, pues el exterior habla siempre del interior. Desde este punto de vista, la enfermedad del cuerpo tiene que mirarse tan sólo como una consecuencia necesaria del pecado. Y no es únicamente un castigo, como les parecía a los fariseos en sus estrechas miras y como le parece a mucha gente de hoy. La beata María Inés decía que la enfermedad es un tesoro, pues de ella podemos sacar innumerables gracias para crecer en el proceso de santificación.

Yendo al relato del Evangelio, podemos captar que ese hombre, que está enfermo, es objeto de la mirada particular de Jesús que quiere darle la salud. Al hombre sin fuerzas, incapaz de movimiento y acción, víctima de su enfermedad; al hombre en condición infrahumana, sin creatividad ni iniciativa, Jesús le abre una esperanza de salud, ofreciéndosela implícitamente. Le da la salud y con ella la capacidad de actuar por sí mismo. El hombre puede disponer de la camilla que lo tenía inmóvil y puede caminar a donde quiera. La camilla, nombrada cuatro veces, adquiere un significado importantísimo. Ella cargaba con el hombre inválido; ahora, curado, el hombre carga con ella, ha vencido, con la ayuda de Dios. Pidamos a María santísima su intercesión para cargar con todo aquello que el Señor permite que llevemos encima mientras Él mismo nos sana y nos hace ver la realidad con ojos nuevos. ¡Bendecido martes!

Padre Alfredo.

lunes, 20 de marzo de 2023

«San José, casto, casto y fiel»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy en la liturgia de la Iglesia, se celebra en este año el día de san José, porque el día de ayer, que es cuando se festeja siempre fue domingo y prevalece este día siempre por ir marcando el itinerario de Cuaresma hacia la Pascua. En este itinerario de Cuaresma, es bueno tomar a San José como nuestro modelo a seguir para llegar a la Pascua. Al negarnos a los placeres de este mundo por nuestras prácticas cuaresmales, podemos aprender a sacar de Cristo y su Madre nuestro gozo y fortaleza como seguramente lo hizo san José, quien permaneció a su lado haciendo de ellos centro de su ser y quehacer.

La Cuaresma es un camino de iluminación progresiva en la fe. Es volver a aprender a ver las personas, las cosas y los acontecimientos con los ojos con que las ve Dios y seguro con esos ojos vio san José, el hombre justo, casto y fiel. Así que desde luego tenemos en él a un verdadero Patriarca en la línea de la fe de los grandes personajes del Antiguo Testamento y a alguien que nos acompaña en el andar de esta Cuaresma. En el Nuevo Testamento, después de María, y junto con ella, san José rotura el camino de la fe de toda la Iglesia: Apoyado en la esperanza creyó contra toda esperanza (segunda lectura Rm 4,13.16-18.22) e hizo lo que le había mandado el ángel del Señor (Evangelio Mt 1,16,18-21.24). Así que a la luz de su testimonio de vida hay que preguntarnos si nosotros también vamos caminando haciendo vida los anhelos que el buen Dios tiene al habernos llamado a la vida de la fe. San José tuvo una misión y la cumplió... ¿y nosotros?

También hay que recordar que la Cuaresma es una época que restaura la comunión con la Iglesia, que el pecado ha roto, o, al menos relajado. Ello supone recuperar también una visión de la Iglesia correcta, es decir, a la luz de la fe. Supone, pues, volver a vivir la Iglesia como conservadora y transmisora del misterio de Cristo para la salvación del mundo. A esta dimensión hace referencia la oración colecta de la Misa de hoy recordando la estrecha vinculación de San José con la Iglesia, ya que a su fiel custodia fueron confiados por Dios los primeros misterios de la salvación de los hombres. Con san José y con María santísima, sigamos el camino cuaresmal hacia la alegría de la Pascua. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

domingo, 19 de marzo de 2023

«El Domingo de la Alegría»... Un pequeño pensamiento para hoy


En nuestro camino de Cuaresma, hacemos un alto en este cuatro domingo de este tiempo privilegiado al celebrar el llamado «DOMINGO DE LA ALEGRÍA» recordando su nombre en latín «DOMENICA LAETARE». Un domingo, casi a mitad de la Cuaresma, para recordarnos que con la práctica de la oración, del ayuno y la limosna de la penitencia cuaresmal, vamos purificando nuestra mente y nuestro corazón para arribar al gozo dela alegría de la Pascua. En este día las vestiduras litúrgicas moradas se cambian al color rosa. Es un día en el que la Iglesia nos anima a seguir adelante, «echándole ganas», como decimos en el norte de México, a la vivencia de la Cuaresma.

Se llama así este domingo porque la antífona de entrada —que se dice solamente cuando no hay canto de entrada— empieza diciendo: «Alégrate, Jerusalén...». Este domingo se ve más cerca el tiempo de recordar y vivir nuevamente los Misterios de la Pasión Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo en Semana Santa. ¡Qué alegría! pero, ¿qué sería de nosotros si Él no hubiera muerto por nosotros? «Laetare» —se pronuncia «letare»— y es que este día nos hace la invitación a contemplar y mirar más allá de la triste realidad del pecado, mirando a Dios, fuente de infinita misericordia. Es la invitación a convertirnos de corazón a Dios, para mejor amarlo, cumpliendo sus mandamientos que nos hacen libres. Es un domingo en el que nos alienta el Evangelio de hoy, con el tema del ciego de nacimiento (Jn 9,1-41) a abrir los ojos a la grandeza de un Dios que se ha hecho tan pequeño y tan pobre, que, muriendo en la Cruz, nos alcanza la salvación. 

Así que no olvidemos que seguimos en Cuaresma, pero contemplemos la alegría de la Pascua. No significa que se haga un alto a nuestras privaciones y penitencias que cada uno nos hemos trazado en el inicio de este camino cuaresmal y le demos vuelo a la hilacha en este día, como se dice. Sino que recordemos que detrás de la penitencia, está el deber de aborrecer el pecado de nuestras vidas, para así vivir en gracia, que nos es dada por Dios en su insondable misericordia y amor de Padre que nos envió a su Hijo Jesús para salvarnos. No bajemos la guardia, pidamos la asistencia de María Santísima, causa de nuestra alegría, para continuar creciendo en la transformación de nuestro corazón a una nueva vida. ¡Bendecido Domingo de la Alegría!

Padre Alfredo.

P.D. Hoy es día de san José, pero por ser domingo de Cuaresma, la Iglesia traslada su fiesta para el día de mañana lunes 20.

sábado, 18 de marzo de 2023

«Dios nos libre de un amor que se evapore»... un pequeño pensamiento para hoy


A pesar del egoísmo que brilla por muchas partes en nuestra sociedad actual, no deja de llamarme la atención ver que hay mucha gente que está dispuesta a hacer algo a favor de los demás. Hace días tuvimos, en la parroquia, una colecta extraordinaria para los damnificados a causa de los sismos en Turquía y Siria y me llenó de alegría ver la generosa cantidad de ayuda económica que se alcanzó. ¡Qué maravilla!, poniendo un granito de arena cada uno, consciente e que todos somos hermanos, se logran cosas como esta. Esta colecta se hizo en todas las parroquias y así la Conferencia Episcopal Mexicana pudo mandar, a nombre de todos los que asistimos a la Misa dominical ayuda para esas naciones con parte de sus territorios devastados.

Sé que todos, por lo menos los mexicanos en la inmensa mayoría de los casos, somos gente a la que no le sobre el dinero y pienso que algunos de los que cooperaron a esta causa se privaron de algún gusto o tal vez hasta de algo necesario para compartir con los demás. ¡No cabe duda de que esto ha sido un gesto muy expresivo de la Cuaresma, que nos llama a practicar la limosna! Todo esto de pensar en la colecta extraordinaria me viene de ver la primera lectura de la Misa de este sábado, tomada del profeta Oseas (Os 6,1-6) que habla de aquellos en los que el amor es «como nube mañanera, como rocío matinal que se evapora». A veces, cuando hay cataclismos como este de los terremotos en Oriente medio, la gente se conforma con dar alguna pequeña ayuda o hacer una breve oración en el primer momento olvidando lo que viene después.

De hecho alguien a quien le comenté de esto me preguntó que por qué la colecta no se hizo de inmediato y se dejaron pasar días. La razón es esta: La calamidad tiene un inicio catastrófico, pero la vida sigue para los sobrevivientes a quienes hay que ayudar a reconstruir sus vidas. En Turquía, además de los 47 930 muertos, hay más de 115,000 heridos, y en Siria, donde hubo 7,250 muertos, hay más de 14,500 heridos. Así que nuestro amor no puede ser uno que se evapore cuando el daño inicial pasó, sino que ahora debemos de seguir pidiendo a Dios tenga clemencia de toda esta gente. Recordemos que la Cuaresma es tiempo para orar, para ofrecer sacrificios y para dar limosna. ¡Dios recompense a tanta gente que, movida solamente por los intereses de Cristo, que son las almas, busca la manera de seguir ayudando! Que María santísima nos aliente para seguir viviendo nuestras prácticas cuaresmales rumbo a la Pascua.

Padre Alfredo.

viernes, 17 de marzo de 2023

«Un espacio para ejercitar el alma y el corazón»


Este viernes terminan, si Dios quiere, los Ejercicios Espirituales para jóvenes en la parroquia. Los Ejercicios son siempre un tiempo de gracia y estoy seguro de que en estos jóvenes que han tenido la oportunidad de participar, han, de veras, ejercitado sus almas y sus corazones con la ayuda del padre Josué Loredo, el joven sacerdote que, con su imborrable sonrisa los ha acompañado todas estas noches de reflexión. Antes era muy fácil que mucha gente participara en las tandas de Ejercicios Espirituales de Cuaresma, o Pláticas Cuaresmales, como también se les conoce. Estos espacios, de «GYM» espiritual, son un fuerte impulso a seguir creciendo en nuestra conversión a realizar, con alegría, la voluntad de Dios. Ahora los tiempos han cambiado y muchas veces la gente no dispone del tiempo necesario, no sólo para lo que dure la reflexión, sino para desplazarse, como sucede en las grandes ciudades como Monterrey, de un lado a otro. 

He visto que algunas comunidades parroquiales han reducido esta práctica cuaresmal a tres días, un fin de semana o un solo día en un espacio de tres o cuatro horas. Hoy, en mi momento de reflexión, quiero orar por todas las personas que tienen oportunidad de aprovechar todas estas instancias que nos ayudan a caminar con más firmeza hacia la fiesta de la Pascua en un ambiente de conversión. Pero también, de una manera muy especial, pienso en todas aquellas que quisieran vivir la experiencia y les es imposible. Yo creo que para algunos, será de gran ayuda recurrir al Youtube o a otras plataformas, para encontrar por lo menos algún tema de Cuaresma al que puedan recurrir. Creo que por lo menos, vale la pena hacerse un espacio en medio de las ocupaciones de cada día para darse la oportunidad de meditar y hacer un buen examen de conciencia para luego irse a confesar. La conversión, el arrepentimiento es un presupuesto para que el hombre pueda ser salvado, presupuesto que muy bien recoge el dicho de san Agustín: «Quien te creó sin contar contigo, no te salvará sin ti».

En el Evangelio de hoy (Mc 12,28-34), Jesús está rodeado de personas ansiosas por saber más acerca de su mensaje. Uno de los convidados toma la palabra queriendo saber qué mandamientos seguir para acceder al Reino. Jesús le resume todos los mandamientos en una antigua ley del Deuteronomio (Dt 6, 4-5), que recalca el amor a Dios con todo nuestro ser antes que ninguna otra cosa. Y luego toma otro mandato antiguo, que aparece en el Levítico (Lev 19, 18), y ratifica el amor que se debe dar al prójimo. La gran originalidad de Jesús está en que une los dos mandamientos, indicando que uno no se puede cumplir sin el otro. Sólo se puede amar a Dios amando al prójimo y en esto gira toda nuestra tarea de conversión. A partir de esta respuesta de Jesús, entendemos que el amor a Dios no está puesto fuera de la esfera humana. Necesitamos convertirnos para ir, como decía la queridísima madre Teresa Botello Uribe, «a metas más altas de santidad». Con María, sigamos este camino hacia la Pascua trabajando en nuestra conversión. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

jueves, 16 de marzo de 2023

«El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama»... Un pequeño pensamiento para hoy


El Evangelio de hoy (Lc 11,14-23) es muy interesante. Al final de esta perícopa Jesús nos lanza un reto: «El que no está conmigo, está contra mí; y el que no recoge conmigo, desparrama». Este reto es, sin duda alguna una responsabilidad: o estamos con Él y recogemos con Él; o estamos contra Él, desparramando. No nos deja alternativas. O tomamos nuestra vida y la ponemos junto con Él, la recogemos con Él, la hacemos fructificar, la hacemos vivir, la hacemos llenarse, la hacemos ser testigos cristianos de los hombres, discípulos¬–misioneros suyos o simplemente nos vamos a desparramar. La Cuaresma nos ofrece un buen espacio y un ambiente que debemos aprovechar.

Nos podemos hacer, a la luz de esto, mientras seguimos caminando a la luz pascual, algunas preguntas: ¿Quién de nosotros aceptaría ver su vida desparramada? ¿Quién de nosotros toleraría que su existencia simplemente corriese? ¿No nos interesa tenerla verdaderamente rica, no nos interesa tenerla verdaderamente comprometida junto a Jesucristo nuestro Señor? Nuestro encuentro con Él no se puede quedar en palabras, nos llenamos de Él y experimentamos la necesidad de llevarlo a los demás. Esto es obra de todos los días, es un compromiso cotidiano que está en nuestras manos, porque nuestra relación con Él la hemos tomado en serio.

Cierto que nuestro compromiso con Él nace de un corazón decidido, pero que tiene que transformarse en acción eficaz, en evangelización para el bien de los hombres. Vamos a pedirle a Jesucristo, rogando que su Madre interceda por nosotros, que nos conceda la gracia de recoger con Él, la gracia de estar siempre a favor de Él, de escuchar su voz y de caminar por el camino que Él nos muestra, para ser entre los hombres, una luz encendida, un camino de salvación, una respuesta a los interrogantes que hay en tantos corazones, y que sólo nuestro Señor Jesucristo puede llegar a responder. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.


miércoles, 15 de marzo de 2023

Saint Michael Prayer...


Saint Michael the Archangel, defend us in battle, be our protection against the wickedness and snares of the devil. May God rebuke him, we humbly pray, and do thou, o prince of the heavenly host, by the power of God, cast into hell Satan and all the other evil spirits who prowl about the world seeking the ruin of souls. Amen.

Interesting words of Saint Charles de Foucauld…

“God calls all the souls he has created to love him with their whole being, here and thereafter, which means that he calls all of them to holiness, to perfection, to a close following of him and obedience to his will. But he does not ask all souls to show their love by the same works, to climb to heaven by the same ladder, to achieve goodness in the same way. What sort of work, then must I do? Which is my road to heaven? In what kind of life am I to sanctify myself?”

Saint Charles de Foucauld.

«Escuchar los mandatos de Dios»... Un pequeño pensamiento para hoy


La primera lectura de la misa del día de hoy, habla de algo que es importantísimo para todo fiel creyente. Se trata de la escucha a los mandatos de Dios que todos debemos de tener. Moisés, hablando al pueblo les dice: «Ahora, Israel, escucha los mandatos y preceptos que te enseño, para que los pongas en práctica».

Estos días de cuaresma, que de hecho van pasando muy de prisa, son un tiempo privilegiado para estar «a la escucha» de lo que Dios nos manda. Son días para escuchar a Dios y vivir en plenitud. Son días para junto a esa escucha, esté también la súplica, al Señor, de que experimentemos, que su Palabra escuchada sea «vida». En plena Cuaresma y a la luz del mensaje de Dios, es bueno hacernos una pregunta: ¿Estamos viviendo el sentido de la Cuaresma escuchando la Palabra de Dios? Pensemos que ese es el «sendero de la verdad y de la vida».

¡Qué afortunados somos nosotros, como pueblo, que tenemos un Dios tan cercano, un Dios que nos dirige su palabra, que nos orienta, que nos enseña su sabiduría! Siguiendo esos caminos que Dios nos señala, caminos que son en verdad justos y sensatos, llegaremos a la felicidad y a la vida, llegaremos al gozo de la Pascua eterna. Por eso ahora en Cuaresma, esto es como un ensayo. Con María sigamos caminando. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.

martes, 14 de marzo de 2023

«Oremos como Azarías»... Un pequeño pensamiento para hoy


Qué impactante me resulta siempre el fragmento del libro del profeta Daniel que hoy la liturgia de la palabra de misa pone como primera lectura (Dan 3,25.34-43). Ojalá lo puedan leer en su Biblia, en su misal mensual o en alguna e las aplicaciones como «Appostolica», que nos ofrece las lecturas, la Liturgia de las Horas y otras cosas más y es muy fácil de manejar. Este trozo del libro nos presenta una oración de súplica que Azarías, es una oración empapada de una fe que se apoya únicamente en Dios. La crisis que Azarías contempla en su pueblo —ni gobernantes, ni profetas, ni sacrificios— motiva que él, pensando en el pueblo al que pertenece, se pregunte cómo se podrá hacer oír, todavía, por Dios. El autor de esta súplica está convencido que únicamente la penitencia interior y la conversión de corazón hará nuevamente agradable el pueblo a los ojos de Dios.

Y es que me impacta la actualidad del texto, y me ha llamado la atención no solamente este año, sino en épocas anteriores porque se alguna manera, contemplamos que nuestro pueblo, aún con todas las bendiciones que recibe a diario de Dios, se encuentra casi siempre lejos de él. Sin embargo, nunca falta gente buena, personas sacrificadas y sencillas que esperan en la misericordia de Dios, aún en medio de la desolación. Me gusta cómo termina esta oración de Azarías y por eso la copio textualmente, para grabarla siempre en mi corazón rogándole a Dios que no pierda nunca la esperanza de que él, conocido y amado por nosotros, nos tenga de su mano: «Ahora te seguiremos de todo corazón: te respetamos y queremos encontrarte; no nos dejes defraudados. Trátanos según tu clemencia y tu abundante misericordia. Sálvanos con tus prodigios y da gloria a tu nombre».

Toda época de la historia de la humanidad ha sido difícil, y en todo tiempo el hombre, desde el pecado de nuestros primeros padres, ha querido sentirse autosuficiente, pensando que, sin Dios, puede resolverlo todo. Pero, el devenir de los siglos nos enseña que sin Dios, el hombre pierde el rumbo, se despista, se autodestruye. En la Cuaresma nosotros también, como Azarías, podemos dirigirnos confiadamente a Dios, reconociendo nuestro pecado personal y comunitario, y nuestro deseo de cambio en la vida. Así se juntan en este tiempo dos realidades importantes: nuestra miseria y la misericordia de Dios, como decía la beata María Inés. Ayudados por María santísima, hagamos un buen examen de conciencia y pidamos por nosotros y nuestro pueblo para alcanzar el perdón de Dios. ¡Bendecido martes!

Padre Alfredo.

lunes, 13 de marzo de 2023

«Diez años del pontificado del papa Francisco»... Un pequeño pensamiento para hoy

El papa Francisco cumple 10 años en el pontificado, es decir, diez años al frente de nuestra amada Iglesia católica. Por eso mi reflexión del día de hoy se centra en este acontecimiento que con gusto y gratitud todos los discípulos–misioneros de Cristo celebramos. El papa Francisco tiene 86 años y como hemos visto en las redes sociales y en todos los medios telemáticos, sufre de un grave problema en una de sus rodillas que trata con rehabilitación porque rehúsa una operación. Sin embargo, el líder de los casi 1.400 millones de católicos en el mundo, parece tener una salud general buena y estable para un hombre de su edad. «No diriges la Iglesia con una rodilla, sino con la cabeza», dijo después de que comenzó a usar una silla de ruedas en público por primera vez el 5 de mayo de 2022.

Yo he saludado personalmente al Santo Padre en varias ocasiones y lo he visto de cerca en otras, pues mi condición de Misionero de la Misericordia me hace estar cercano a él gracias a este ministerio. Ciertamente que lo he visto, como es natural, más deteriorado en mi último encuentro con él en abril del año pasado en que no lo pude saludar personalmente, pero si participar de la conferencia que nos impartió, en el aula Pablo VI a los Misioneros de la Misericordia. El papa, en esta ocasión, se presentó en silla de ruedas. Él mismo, en julio pasado, al regresar de un viaje a Canadá, reconoció que su avanzada edad y su dificultad para caminar podrían haber dado paso a una fase más lenta de su papado. El papa alterna el uso del bastón con la silla de ruedas y ha continuado con la misma cantidad de audiencias públicas y privadas que antes de que su rodilla se convirtiera en un problema constante el año pasado.

Si me pusiera a hablar de toda la riqueza del magisterio del papa Francisco, no terminaría, pues es tanto lo que de una manera sencilla, al alcance de todos, nos enseña. Guardo en mi mente y en mi corazón su perenne sonrisa y su amor a la Virgen de Guadalupe, porque esto me lo manifestó personalmente en una de nuestros encuentros, cuando era yo confesor en la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México. Algo de lo que mucho me llama la atención del papa Francisco, además de su sencillez, es la invitación constante a vivir la alegría del Evangelio adentrándonos en el conocimiento, lectura y vivencia de la Palabra de Dios. Los invito a orar, en este día, por el Santo Padre, sus intenciones y necesidades. Que la santísima Virgen interceda por él y por nosotros y que esta celebración, en medio del camino cuaresmal nos lleve a esperar con ansias, la llegada de la Pascua. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

domingo, 12 de marzo de 2023

«Hablando de encuentros»... Un pequeño pensamiento para hoy


La vida está llena de encuentros y desencuentros. A mí, por ejemplo, me ha dado muchísimo gusto encontrarme con parte de la familia de mi padre que vive en el norte de Italia y a quien hace algunos días pude ver y espero verlos hoy mismo en la Misa de 1. ¿Quién no recuerda encuentros especiales? También vivimos desencuentros, aunque estos sean dolorosos, pero también forman parte de nuestra existencia. Esos desencuentros los vivo de forma física cuando como misionero soy cambiado de un lugar a otro, pero debo afirmar que el desencuentro, en estos casos se me da solamente de forma física, porque la gente que el Señor ha puesto en mi camino aquí en las diversas partes de México donde he estado, así como la Italia, la de Costa Rica, la de los Estados Unidos, la de Sierra Leona, la de España, la de Alemania y de otras partes, permanece en mi corazón para siempre.

También el Evangelio está plagado de encuentros y desencuentros. Por eso hoy, el Evangelio el día (Jn 4,5-42) en el que Jesús se encuentra con la mujer samaritana, me hace pensar en otros encuentros de Jesús con distintas personas: Nicodemo, Jairo, Zaqueo, la hemorroísa, el centurión, la mujer cananea, la pecadora, el ciego de Jericó, los pescadores del lago, los doce, los 72 discípulos, los hermanos de Betania, la gente... Después del encuentro con Cristo, la samaritana se transforma, deja su cántaro y corre entusiasmada al pueblo y va diciendo a todos: «Vengan a ver a un hombre», que es el Hijo del hombre, el Mesías que esperamos. Muchos de los samaritanos fueron y creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio. Y los samaritanos confesaron su fe: «Ya no creemos por lo que tú dices, nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo».

Pienso también en el encuentro constante que hemos de tener con Jesús y que no debe convertirse nunca en un desencuentro. Alexis Carrel, el biólogo, médico, investigador científico, eugenista y escritor franceses escribió: «El ser humano tiene necesidad de Dios, como del agua y del oxígeno». Hablando de este encuentro con Dios san Agustín, dirigiéndose a nuestro Creador, le dice: «Quiere alabarte el hombre, pequeña parte de tu creación. Tú mismo le provocas a ello, haciendo que se deleite en alabarte, porque nos has hecho para Ti y nuestro corazón está inquieto hasta que descanse en Ti». La Cuaresma marca un tiempo especial para el encuentro con Cristo, sea que se trate del primer encuentro, como el de quienes se preparan para el bautismo en la Vigilia Pascual o sea un encuentro tras otro para quienes ya llevamos camino recorrido en la fe. Hay que preguntarnos con ayuda de María: ¿Cómo van mis encuentros con Jesús en esta Cuaresma? ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo.

sábado, 11 de marzo de 2023

«El padre misericordioso»... Un pequeño pensamiento para hoy


Yo creo que todos conocemos la parábola del hijo pródigo, esta escena del Evangelio que presenta toda la riqueza del amor y de la misericordia de Dios. En este bellísimo escrito, que está en el capítulo 15 de san Lucas (Lc 15,11-32) se nos presenta figura de un Padre que reparte la herencia a sus dos hijos a solicitud del más pequeño, que es quien quiere la parte de su herencia. El resto de la historia todos la sabemos, y, en este tiempo de Cuaresma, es muy utilizada para meditar en la misericordia de Dios para con nosotros, sus hijos. En Cuaresma nos acordamos más de la bondad de Dios. Por eso, en la Misa de hoy, la primera lectura hace sintonía con este Evangelio, porque en ella (Miq 7,14-15.18-20) Miqueas invita a su pueblo a convertirse a Yahvé, porque es misericordioso y los acogerá amablemente y también nosotros debemos volvernos hacia Dios, llenos de confianza, porque él «arrojará nuestros pecados a lo hondo del mar», como dice el profeta.

El contraste entre los dos hijos de este padre misericordioso salta a la vista. Cuando oímos hablar o hablamos del «hijo pródigo», puede ser que nos acordamos sólo de los demás, de los «pecadores», y que no nos incluyamos a nosotros mismos en esa historia del bien y del mal, que también existen en nuestra vida. La Cuaresma, hay que vivirla en actitud de conversión, de reconocimiento humilde de nuestras faltas y de confianza en la bondad de Dios, dispuestos a volver a él y serle más fieles desde ahora. Por otra parte, en este contraste, hay que ver si no actuamos como el hermano mayor, que no acepta que al pequeño se le perdone tan fácilmente. Jesús contrapone su postura con la del padre, mucho más comprensivo que él, que ha vivido junto a su padre sin sentirse hijo, ni hermano...

Yo creo que más bien debiéramos identificarnos con el padre, porque hemos ser misericordiosos como nuestro Padre Celestial es misericordioso. En su corazón lleno de bondad y de ternura, todos cabemos con nuestras fallas y errores con nuestra condición de pródigos y caprichosos. Ni el hijo menor, ni el hijo mayor, con todas sus oscuridades, pueden opacar la luz que viene de un padre que sabe cómo querer a uno y a otro y que desborda todas nuestras interpretaciones moralizantes desde un amor nunca visto, no homologable a ningún otro. Hay que ver que el padre de la parábola sale al encuentro de cada uno de los dos hijos. Pidamos la intercesión de María, hoy que es sábado y le dedicamos especialmente el día, que nos dejemos alcanzar por el amor misericordioso de nuestro Padre Dios y seamos, con quienes nos rodean, misericordiosos como Él. ¡Bendecido sábado!

Padre Alfredo.

viernes, 10 de marzo de 2023

«Dos escenas de sufrimiento»... Un pequeño pensamiento para hoy


En el camino cuaresmal hacia la Pascua, no debemos olvidar que antes de llegar al momento de la resurrección del hemos de contemplarlo en la cruz muriendo por nuestros pecados. Esto es lo que trata de recordarnos la liturgia de la palabra de la Misa de hoy en donde contemplamos la historia de José —conocido como José el soñador— en el libro del Génesis (Gn 37,3-4.12-13.17-28) como primera lectura, y la parábola de los viñadores mal agradecidos en el Evangelio (Mt 21,33-43.45-46).

Las dos escenas son de sufrimiento. En la primera lectura José sufre porque sus hermanos, que inicialmente querían matarlo, lo venden y por otra parte el dueño de la viña, en el Evangelio, sufre porque le han matado a su hijo. Todo esto nos lleva a pensar en Cristo, que fue llevado al sufrimiento para alcanzarnos la salvación. Nosotros seguramente no vendemos a nuestro hermano por veinte monedas. Ni tampoco traicionamos a Jesús por treinta. No sale de nuestra boca el fatídico propósito «matémosle», dedicándonos a eliminar a los enviados de Dios que nos resultan incómodos.

Pero queda, de todos modos, una serie de preguntas que a la luz de esto debemos hacernos: ¿Somos una viña que da sus frutos a Dios? Precisamente el pueblo elegido es el que rechazó a los enviados de Dios y mató a su Hijo. Nosotros, los que seguimos a Cristo y participamos en su Eucaristía, ¿podríamos ser tachados de viña estéril, raquítica? ¿se podría decir que, en vez de trabajar para Dios, nos aprovechamos de nuestros hermanos y queremos acabar con los que estorban a nuestros planes? ¿Somos infieles o tal vez perezosos, descuidados? Con María revisemos las respuestas que podemos dar rumbo a la Pascua. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

jueves, 9 de marzo de 2023

«El rico epulón y Lázaro»... Un pequeño pensamiento para hoy


El Evangelio de hoy (Lc 16,19-31), es uno de esos trozos evangélicos que ponen el dedo en la llaga con la conocida historia de Lázaro y el rico epulón. Por cierto, hay quienes piensan que «epulón» es un nombre propio y no es así. El diccionario de la real academia española define la palabra epulón así: «Hombre que come y se regala mucho». De tal manera que así se denomina a aquellos que banquetean a su antojo y que son sumamente egoístas. Así, el rico «epulón» es la personificación de los que no se dejan interpelar por el otro, de los que cierran sus entrañas al dolor del otro.

Algo interesante es que podemos ver que en el relato, el pobre tiene nombre: «Lázaro» y el epulón no. Pero éste último, cuyo nombre se conserva en el anonimato, nos ayuda sobremanera a ver dos cosas importantísimas: La primera es que la riqueza comporta el riesgo de «cerrar el corazón a Dios». Uno se contenta con la felicidad de esta vida. Se olvida la vida eterna, se olvida de lo que es esencial. La segunda cosa es que la riqueza comporta el riesgo de «cerrar el corazón a los demás». Ya no se ve al pobre tendido delante de la propia puerta.

El rico del que habla Jesús, no se dice que fuera injusto, ni que robara. Sencillamente, estaba demasiado lleno de sus riquezas e ignoraba la existencia de Lázaro. Era insolidario y además no se dio cuenta de que en la vida hay otros valores más importantes que los que él apreciaba. La Cuaresma es un tiempo privilegiado para abrir los ojos y ver a qué le damos prioridad en nuestra vida. Que María santísima nos ayude a ver, desde esta escena el Evangelio, hacia dónde se inclina nuestro corazón para seguir nuestro camino hacia la Pascua. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

miércoles, 8 de marzo de 2023

«Desde el último lugar»... Un pequeño pensamiento para hoy


El Misterio Pascual de Jesús, hacia el que nos encaminamos especialmente en el tiempo de la Cuaresma, es el cumplimiento decisivo de su misión en el mundo. San Mateo, en el Evangelio de este día (Mt 20,17-28) subraya, después del anuncio de la Pasión, la importancia de la imitación del Señor para toda la Iglesia. El que quiera ser grande en el Reino ha de aceptar el último lugar entre los discípulos, tal como Jesús, el Hijo del hombre, que da la vida como siervo del mundo. Pero en medio del relativismo que vivimos en la sociedad de hoy hay que preguntarse: ¿A quién le gusta ocupar el último lugar y qué conlleva esto?

Los discípulos de Jesús eran, como todos nosotros, fruto de la realidad cultural de su época. Ellos estaban convencidos de que el mesianismo de Jesús era la inauguración de un tiempo de fortalecimiento político y militar, y no habían entendido que el mesianismo de Jesús iba más bien por el servicio y la entrega al hermano, dando incluso la vida si fuera necesario. La madre de los Zebedeos le pide a Jesús que otorgue puestos preeminentes a sus hijos en el «Reino» que Jesús iba a iniciar. Ella estaba imaginando, por lo que seguramente sus hijos comentaban, que el Reino que quería instaurar Jesús era un reino de triunfalismo, un reino con una nueva política, un reino de mundo.

Pero el Reino que Jesús proyectó y que se comenzó a establecer, es un Reino que choca con todas las estructuras de poder y de muerte que existían en la Palestina del tiempo de Jesús. Jesús se ve precisado a enseñar a sus discípulos que es necesario cambiar los esquemas simbólicos mentales para abrir paso al Espíritu de Dios para que sea él quien vivifique la comunidad del Resucitado, y sea posible una organización nueva de la sociedad por la que todos sean hermanos entre sí, ya que el Padre es común, es el mismo para todos. Vamos camino a la plenitud de este Reino que se dará en la Pascua eterna. Mientras tanto, caminemos de la mano de María hacia la celebración de la Pascua. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.

martes, 7 de marzo de 2023

Un poco de música... La Quinta de Beethoven

Disfruten de esta interpretación del primer movimiento de la Quinta Sinfonía de Beethoven de una manera muy especial con bodytap:

«Acercarnos a Dios»... Un pequeño pensamiento para hoy


La primera lectura de la Misa de hoy se convierte en pie para mi reflexión de este día. Es del primer capítulo de Isaías (Is 1,10.16-20) y aunque es un texto corto, es mucho lo que me deja. Este pasaje es el primer oráculo del profeta Isaías que se conserva. Probablemente fue pronunciado en el templo y va contra la religión formulista, externa y vacía, sin amor que muchos vivían en aquellos tiempos. Se pronuncia contra Israel, el pueblo de Dios, con el nombre de dos ciudades que representaban a un pueblo rancio y descompuesto: Sodoma y Gomorra. Y es que Israel había caído en el culto literal de la fórmula, del rito y el signo vacíos, sin fe; más aún, se aprovechaban estas fórmulas religiosas para oprimir a los necesitados.

Esta situación es la misma que muchos católicos «de nombre» viven hoy y constituye un peligro también para nosotros, si nuestro culto a Dios se sitúa en el plano de una religión sin fe. El rito, el culto, debe traducir siempre la conversión personal y la de la comunidad. Por eso es una bendición este tiempo de Cuaresma en que todos debemos centrarnos en las prácticas cuaresmales que ya conocemos y que sabemos que nos pueden llevar a la conversión. Si nuestro culto a Dios no es expresión de un vivo sentimiento interior y de un firme compromiso de vida moral, entonces llega a ser una farsa; las ceremonias externas toman un valor contrario a aquel que por naturaleza habrían de expresar.

Por otra parte, el profeta nos comparte que Dios nos invita a acercarnos a él, sea cual sea nuestra condición. Por grandes que sean los pecados de una persona o de un pueblo, si se convierte, «quedarán blancos como la nieve, como lana blanca, y podrán comer de lo sabroso de la tierra» que Dios les prepara. Es expresivo el contraste de los colores que usa Isaías: «rojos como la grana... blancos como la nieve». Este bendito tiempo de Cuaresma es para cambiar la conducta, para abandonar el mal y comprometerse activamente en el bien. Pidamos a María Santísima que nos acompañe en esta transformación de nuestra vida, que ella interceda por nosotros y salgamos de esta Cuaresma a la Pascua con un corazón renovado. ¡Bendecido martes!

Padre Alfredo.

lunes, 6 de marzo de 2023

«Pura prosa y no rimada, sino prosa prosaica»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy empiezo mi reflexión con unas palabras de mi querida madre fundadora, la beata María Inés Teresa el Santísimo Sacramento, que, el 12 de noviembre de 1963 en una carta escribe: «Las misiones son así, pura prosa y no rimada, sino prosa prosaica. Pero tienen de divino que el mismo Jesús pasó sus años de vida pública, misionando incansablemente» Y es que he tenido un fin de semana lleno de gozo, que ha empezado a las primeras horas del día, tanto de sábado como de domingo con un fuerte momento de oración para sostener con eso la cantidad de actividades que en medio de esta Cuaresma, el Señor, en mi ministerio como sacerdote misionero me ha regalado.

El sábado gocé mucho la Misa de 9:30 de la mañana con los jóvenes de la Zona Wundand, el Escuadron Dashen, la Cadena Moraine y la Conquista Tabit. Celebro que estos grupos del Movimiento de Juventudes Cristianas se integran cada vez más a nuestra comunidad parroquial. Después tuve el retiro con nuestros catequistas, siempre entusiastas y con un corazón grande grande, que abraza a los pequeñitos que se preparan a hacer su confirmación y su primera comunión. Acto seguido, ya a las 3:30 de la tarde pude felicitar a las chicas de la Cadena Moraine que celebró 13 años de fundación en la parroquia. De allí salí disparado hacia la colonia Rinconada Colonial e Apodaca para confesar hasta las 7:30 a los Misioneros de la Santa Cruz que estaban en su retiro; este es el grupo de jóvenes misioneros de la parroquia y cerré el día con Carito y Emmanuel preparando la celebración de su boda el próximo sábado. Ayer domingo, luego del rezo matutino, celebré la Misa de 9 de la mañana, visité a los niños del grupo Haeven para continuar con la celebración de la Misa de 11, para acompañar después a las familias que participaron en el Rally que nuestra Pastoral Familiar realizó para celebrar el Día de la Familia. Después, con un templo más que retacado, gracias a Dios y al cariño dela intercesión de la Virgen del Rosario, celebré la Misa de 1 de la tarde. Allí el Señor me regaló el recibir la bendición de una señora inmigrante que tanto agradezco porque ella no se esperaba que le pidiera su bendición. Luego del Rally, que nuevamente se hizo a esta hora, regresé a casa para comer con mi madre y mi tía Amparo a las 3 de la tarde. Luego del rezo de Vísperas, pude llevar a mi madre a la casa de mi hermano, el único que tengo.

Heme ahora aquí, a las 10:30 de la noche, sentado frente a la computadora y Misal en mano para leer el Evangelio para este lunes (Lc 6,36-38) en el que Nuestro Señor nos dice: «Den y se les dará: recibirán una medida buena, bien sacudida, apretada y rebosante en los pliegues de su túnica». A la luz de estas palabras de Cristo doy gracias por lo poco que puedo hacer para que el amor a nuestro Dios misericordioso llegue a muchos. Y eso porque este Evangelio dice también: «Sean misericordiosos, como su Padre es misericordioso». De la mano de María Santísima le pido al Señor la fuerza necesaria para seguir, como Misionero de la Misericordia y me quedo pensando en que el sacerdote que se abre al amor se vuelve generoso como el Dios de la creación; él mismo se fabrica la medida con la que será recompensado. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

domingo, 5 de marzo de 2023

«Necesitamos momentos como los de la transfiguración»... Un pequeño pensamiento para hoy


Estamos en el segundo domingo de Cuaresma y el Evangelio nos regala el pasaje de la Transfiguración del Señor (Mt 17,1-9) que ya todos conocemos. También nosotros, en pleno siglo XXI necesitamos momentos como este que nos presenta hoy el evangelio. Y, gracias a Dios, también los tenemos, aunque no sea de un modo tan solemne como el que vivieron Pedro, Santiago y Juan allí, sobre el monte Tabor. Son los ratos gozosos de la oración, de la escucha de la Palabra, del encuentro con Jesús en la Eucaristía...

Por supuesto que también nosotros necesitamos estos momentos de hacer un alto en el camino cuaresmal para continuar luego en nuestro esfuerzo de seguir a Jesús, momentos para darnos cuenta de que, de verdad, el camino de Jesús es un camino luminoso, y que realmente en él —en su palabra, en su vida entera, en su entrega, en su muerte en cruz— se manifiesta toda la gloria de Dios. Necesitamos momentos de silencio para oír les palabras del Padre resonando en nuestro interior: «Éste es mi Hijo, el amado, mi predilecto. Escuchadlo».

La transfiguración, que hace entrever a estos tres apóstoles la gloria, es como una garantía del destino pascual. El duro camino se ve animado por una manifestación de Dios —Teofanía— en lo resplandeciente de Jesús y en la palabra autorizada del Padre. En Cuaresma nosotros también somos invitados a pensar en la transfiguración de Cristo y en nuestra propia transfiguración para el tiempo de la Pascua con una vida nueva. Pongámonos bajo la mirada dulce de María y continuemos el camino. ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo.

sábado, 4 de marzo de 2023

«Gracia, misericordia y bondad»... Un pequeño pensamiento para hoy


La gracia, la misericordia y la bondad de Dios se realizan en la humanidad de forma histórica y concreta. Dios siempre ha buscado manifestar su amor por los hombres, amando y siendo fiel a un pueblo, Israel, en el inicio de la Historia de salvación y luego toda la Iglesia extendida por el mundo entero. Este pueblo, la Iglesia, camina buscando a ser obediente a la ley de Dios que se funda en el amor.

Al ver la primera lectura de la misa de este sábado (Dt 26,16-19), me quedo instalado un buen rato en lo que el autor del Deuteronomio pone en labios de Moisés y agradezco la gran bendición de contar con los mandamientos y en ellos una clave muy fácil y al alcance de todos para vibrar con la gracia, la misericordia y la benevolencia de Dios que se realizan en la humanidad de forma histórica y concreta. Dios no se cansa de manifestar su amor por los hombres, amando y siendo fiel.

Nuestra respuesta a esa gracia, a esa misericordia y a esa bondad gratuita, será siempre el estar atentos para vivir con alegría los mandamientos que Dios nos ha dado. Si los miembros del pueblo de Dios en el Antiguo Testamento podían sentirse urgidos a vivir estos mandatos, mucho más nosotros, que vivimos según la Nueva Alianza de Cristo: nuestro compromiso de caminar según Dios es mayor. Por eso vale la pena aprovechar esta Cuaresma y traerlos a la mente y al corazón para que con María, la fiel oyente y promotora de la Palabra de Dios que guardaba en su corazón para meditarla primero, caminemos al gozo Pascual. ¡Bendecido sábado!

Padre Alfredo.

viernes, 3 de marzo de 2023

«Tiempo de conversión»... Un pequeño pensamiento para hoy


Sabemos y estamos convencidos de que Dios no quiere la muerte del pecador, sino que se convierta de su conducta y viva (cf. Ez 11). Pero hay que tener presente la libertad y responsabilidad que a cada uno se nos ha otorgado y que marca, en mucho, nuestras decisiones personales, así, de esta manera, la relación con el Dios del Amor está muy lejos de ser una pura obediencia mecánica o un fatalismo irreversible. Por nuestra libertad interior, podemos, en todo momento, convertirnos y orientar nuestra vida tal como él quiere. La Cuaresma nos urge a hacer esta experiencia y los días van pasando.

En el evangelio de hoy (Mt 5,20-26), Jesús nos pide que nuestra bondad llegue hasta lo más profundo de nuestro ser... que no nos contentemos con evitar cualquier gesto exterior que pueda dañar, sino que, en primer lugar y ya interiormente «estemos de acuerdo» con nuestros adversarios. Esto va muy lejos... Y de todo ello somos responsables: se nos pedirá cuenta. Ezequiel insiste, en la primera lectura (Ez 18,21-28) también sobre la «bondad» y sobre la «responsabilidad».

El camino de Cuaresma es hermoso y muy valioso si lo vemos desde esta perspectiva de «tiempo de conversión», porque convertirse quiere decir cambiar para bien, mejorar... y todo tenemos siempre cuestiones, comportamientos, ideas, que merece la pena cambiar para adecuar nuestro corazón al corazón de Cristo. Pidámosle a la santísima Virgen María que nos ayude a comprometernos en la tarea de la conversión. Es un principio esencial de supervivencia, para las personas, las familias, las profesiones, las razas, los grandes bloques, y simplemente... de una generación a otra. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

jueves, 2 de marzo de 2023

«Los jóvenes en nuestra sociedad»... Un pequeño pensamiento para hoy


La presencia de la Iglesia, en la sociedad civil, es una tarea que toca a todo discípulo–misionero de Cristo desarrollar, haciendo presencia en los diferentes ambientes que forman el entorno de la vida de los cristianos. Nosotros, llamados por Dios a vivir la fe, no estamos aislados y ajenos a la sociedad, sino que estamos inmersos en la misma haciendo presente los valores del Reino que Cristo ha traído y que ya se empieza a establecer, llegando a su plenitud total cuando todos seamos llevados al banquete de la vida eterna. Digo esto porque el día de ayer, tres sacerdotes, el padre Sergio Iván Aguirre Campos, el padre Ricardo López Terrones, el padre Sergio Iván Aguirre Campos, párroco y vicario de la parroquia de la Santa Cruz respectivamente, y un servidor, párroco de Nuestra Señora el Rosario en San Nicolás y secretario de la IX Zona Pastoral de nuestra arquidiócesis de Monterrey, tuvimos una reunión con el alcalde de San Nicolás, Daniel Carrillo Martínez, para ver algunos asuntos relacionados con los grupos del Movimiento de Juventudes Cristianas que tenemos en nuestras comunidades parroquiales y que, entre otras cosas, se han convertido en espacios para el desarrollo integral de los jóvenes de nuestras parroquias y que nos dejan ver la importancia de la presencia de jóvenes católicos que dan testimonio de su amor a Cristo en medio de la sociedad.

El Evangelio de hoy (Mt 7,7-12) es un Evangelio corto que ilumina lo que estos jóvenes a quienes acompañamos han pedido al alcalde de nuestro municipio. Este Evangelio dice: «Pidan y se les dará; busquen y encontrarán; llamen y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abrirá...». ¡Y vaya que la Palabra de Dios es viva y eficaz! Pues, aunque el fragmento evangélico va dirigido a pedir a Dios directamente, estos jovencitos que no rebasan en su mayoría los 20años de edad, han solicitado atención y diversos acuerdos para que los parques que utilizan para sus reuniones —son más de 1,000 jóvenes en tres grupos en San Nicolás— les ofrezcan espacios seguros en donde puedan practicar sus diversas actividades que empiezan o terminan en nuestros templos parroquiales. ¿Qué piden nuestros muchachos? Un espacio digno en donde puedan completar su formación integral que les ayude a completar su desarrollo físico, intelectual-cultural, religioso-espiritual, psicosocial y técnico.

Los jóvenes, en la sociedad, son a la vez presente y futuro del mundo. Los jóvenes, a mi juicio y a juicio de muchos, son el engrane que hace dinámico el desarrollo de un pueblo. Por eso celebro el Evangelio de hoy, que sigue repitiendo que Dios es profundamente bueno, que desea «dar» cosas buenas a sus hijos y que hay que rezar con ese espíritu, con una confianza total. Estos jovencitos han orado en nuestras comunidades, han pedido al señor luz, para seguir caminando como grupos de Escuadrón, Cadena y Conquista, por los caminos de Cristo, ese Cristo que también fue joven y que, especialmente en el tiempo de Cuaresma, que estamos celebrando, nos invita a rejuvenecer el corazón, a acercarse a la misericordia de Dios que nos dará lo que necesitamos. ¡Felicidades muchachos, porque su Fe en el Buen Dios, hace posible el que sigan siendo ejemplo y arrastre para muchos! Que María Santísima cuide a nuestros jóvenes y que así como estos muchachos valientes, se han acercado a las autoridades civiles con la confianza de ser escuchados, nos acerquemos también nosotros a Dios sabiendo que nos dará lo que nos conviene. Oro por Daniel, por este alcalde sencillo y trabajador que al frente de nuestro municipio, lleva en su corazón el encargo de velar, como digo, por el presente y el futuro en estos y muchos otros jóvenes de hoy que hacen ya el mañana y le pido al Señor que haya más gente como él. ¡Bendecido jueves eucarístico y sacerdotal!

Padre Alfredo.

miércoles, 1 de marzo de 2023

«La tarea de la conversión personal y comunitaria»... Un pequeño pensamiento para hoy


Todos los discípulos–misioneros de Cristo sabemos que Él es el rostro del Padre y que en Él, nuestro redentor, experimentamos la misericordia de nuestro Dios. Por eso es que Jesús, consciente de esta encomienda que ha recibido, nos invita constantemente a la conversión, y Él mismo nos dice que ésta se logra haciendo un camino de penitencia que vaya transformando nuestra vida hasta llegar a ser la imagen y semejanza que Dios quiso que de Él fuéramos.

Esta tarea de trabajar en nuestra conversión, se desarrolla principalmente en el periodo cuaresmal que nos lleva a la Pascua y este año, llevamos ya una semana que hemos iniciado nuestro andar... ¿Cómo hemos vivido esta primera semana de Cuaresma? Faltan aún 33 días para la Pascua y por eso no hay tiempo que perder.

El Evangelio de hoy (Lc 11,29-32) hace referencia a la figura de Jonás, este singular personaje del que nos habla también la primera lectura (Jon 3,1-10) gracias a cuya predicación el sentido de la conversión llega a todo un pueblo y sobre todo a él mismo. Somos, como constantemente lo repito «discípulos–misioneros». Fieles seguidores de Cristo que vamos en este camino de conversión buscando transformar nuestras vidas y las vidas de los demás. Sigamos de la mano de María en este camino cuaresmal, camino de conversión hacia la Pascua. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.