jueves, 18 de agosto de 2022

«Todos somos invitados»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy, debido a la proliferación de diversas ideologías que se entremezclan, muchas personas no saben ya cuál es el objetivo de su vida: ¿a dónde vamos? ¿por qué hemos nacido? ¿qué sentido tiene nuestra vida? Jesús siempre tiene la respuesta, pero no todos le buscan. Él tiene la respuesta: están hechos para la «unión con Dios» por mí. Y es que el objetivo del hombre, su desarrollo total, es la «relación con Dios»: ¡amar, y ser amado! Dios nos ama. Y cada uno está invitado a responder a ese amor. Y todos los amores verdaderos de la tierra son el anuncio, la imagen, la preparación y el signo de ese amor misterioso y, a la vez, portador de una mayor plenitud.

El Evangelio de hoy (Mt 22,1-14) es sumamente interesante y muy iluminador para captar mejor esto. Dios está siempre en busca de todos para celebrar el banquete de las bodas eternas, pero muchos no responden, están despistados y son atraídos por un sin fin de intereses mundanos que los apartan de Él. La Iglesia, comunidad abigarrada, es una mezcla de toda clase de razas y de condiciones sociales, es un pueblo de puros y de santos, una gran cantidad de malos y de pecadores, es cizaña y buen grano... ¡Dios quiere salvar a todos los hombres. Dios nos invita a todos! Pero hay que llevar el «traje de boda» para no ser echado a las tinieblas de fuera.

Los que somos invitados a la fiesta del banquete -a la hora primera o a la undécima, es igual- debemos «revestirnos de Cristo» (Ga 3,27), «despojarnos del hombre viejo, con sus obras, y revestirnos del hombre nuevo» (Col 3,10). Necesitamos modificar nuestra mentalidad, tener un corazón humilde, sencillo, misericordioso. De lo contrario o nos comportamos como los primeros invitados o como el invitado que no llevó vestido de fiesta. Roguemos al Señor, por intercesión de la Virgen Santísima, que estemos bien preparados para participar aquí en la tierra en el banquete eucarístico y en el cielo en el banquete de las bodas eternas. ¡Bendecido jueves eucarístico y sacerdotal!

Padre Alfredo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario