La verdad fue una experiencia que, además de dar a conocer a los parroquianos los diversos grupos y el sin fin de actividades que en una comunidad parroquial se pueden tener, nos hizo interactuar a todos y nos ayudó a darnos cuenta de la gran riqueza que la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en San Nicolás porta para el mundo en cada uno de estos grupos. ¡Quedamos mucho más que contentos, además de cansados y acalorados por las altas temperaturas! Pero, que gusto poder compartir a muchos la alegría del Evangelio que se experimenta en el vivir para el Señor. ¡Felicidades a todos los participantes y mil gracias al padre Luis y al equipo de Pastoral Juvenil organizador de este evento! Sigamos construyendo cada día nuestra comunidad parroquial.
Ahora, un día después, Jesús nos pone en el Evangelio (Mt 23,13-22) algo que nos viene muy bien luego de haber expuesto lo que somos y lo que hacemos como parroquia. Dice Jesús: «¡Ay de los que viven como guías ciegos y torpes, atados a mil historias que no promueven la vida, que nos menguan y atrofian poco a poco, y que, además, impiden a otros la entrada en el Reino de los Cielos!» ¡Qué compromiso tan grande tenemos todos los que estamos en la Iglesia de una forma más directa como coordinadores, jefes o responsables de un grupo, de un movimiento o de una comunidad! No podemos ser guías ciegos sino gente responsable que sabe a dónde va guiando a los suyos. Pidamos a la Virgen que ella nos contagie del gozo de seguir y servir a su Hijo Jesús y a los hermanos. ¡Bendecido lunes!
Padre Alfredo.
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