Ante todo, el discípulo–misionero, lo que tiene que hacer, es anunciar el Reino de los Cielos, el proyecto salvador de Dios, que se ha cumplido en Jesús: ésta era la última idea del Evangelio de ayer y la primera de hoy. Pero, además, a las palabras deben seguir los hechos, por eso se habla de curar enfermos, resucitar muertos, limpiar leprosos, echar demonios. Los enviados de Jesús deben actuar con desinterés económico, no buscando su propio provecho, sino «dando gratis lo que han recibido gratis». Este estilo, volviendo a lo que decía en el primer párrafo, es la llamada «pobreza evangélica»: que no se apoya en los medios materiales (oro, plata, vestidos, alforjas), sino en la ayuda de Dios y en la fuerza de su palabra. Jesús es claro al hablar de la Divina Providencia que dará lo necesario al discípulo–misionero, pero hace ver que habrá también momentos difíciles; él aclara que, en algunos sitios recibirán a sus enviados y en otros no los querrán ni escuchar.
La tarea de todo discípulo–misionero, desde aquellos tiempos, está enmarcada por la constante amenaza de los antivalores de la sociedad y por la oposición de los hijos de la oscuridad. Éstos son verdaderos lobos que sacrifican a sus hermanos para obtener beneficios personales y siempre existirán. Los enviados de Cristo no podemos ser ingenuos ante ellos y creer que los vamos a cambiar con buenas intenciones. Con astucia debemos cuidarnos de ellos y ser críticos ante el sistema en el que se apoyan para imponer su mentalidad explotadora. No somos del mundo, pero estamos en el mundo. Se necesita la astucia que no puede ir en menoscabo de la humildad. Sin humildad no pueden los evangelizadores descubrir la verdad que les comunica Dios para darla a los demás. Esta tarea la tenemos todos los bautizados, así que pidámosle a María, Madre de la Iglesia, que desde nuestra pobreza y con humildad, colaboremos a edificar aquella familia de hombres y mujeres que cumplan la voluntad de Dios. ¡Bendecido jueves eucarístico y sacerdotal!
Padre Alfredo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario