Señor San José, custodio del Redentor
y esposo de la Virgen María.
A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza,
contigo Cristo se forjó como persona.
Bienaventurado José, padre de familia,
muéstrate padre también a nosotros
y guíanos en el camino de la vida.
Que así como tú contemplaste a tu hijo Jesús,
nosotros pongamos nuestra mirada en Él
y aceptemos la invitación de participar de su mesa
para vivir todos como hermanos.
Ayúdanos en este tiempo de pandemia,
a ser Iglesia en nuestros hogares sin dejar a nadie solo,
creciendo en la unidad, en la fe y en amor.
Que a través de las redes sociales y otros medios digitales,
podamos vivir la escucha, el diálogo y el encuentro
con aquellos que están lejos de nosotros, de modo que,
el confinamiento que padecemos,
no sea un obstáculo para vivir la fraternidad con todos
y la solidaridad con los más pobres.
Que como cristianos y ciudadanos responsables,
sepamos cuidar la vida y mantener la esperanza.
Defiéndenos de todo mal y concédenos gracia, misericordia y valentía.
Amén.
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