Cuando me ordené sacerdote, uno de los primeros libros que llegaron a mis manos fue «Un cura se confiesa», del prolífico sacerdote, periodista y escritor español José Luis Martín Descalzo, cuya obra literaria leo más que habitualmente desde aquel día 6 de agosto en que la Madre teresa Botello —una santa y extraordinaria mujer y madre espiritual— puso en mis manos, en la capilla de las hermanas Misioneras Clarisas de Monterrey aquel simpático y profundo libro sobre el ser y quehacer de un sacerdote tan ordinario como yo.
Ahora, muchos años después, me encontré por ahí un artículo que habla de él y nos comparte estas veinticuatro maneras con las que el padre José Luis nos invita a practicar en el día a día para sembrar en el mundo el amor de Dios. Con permiso del autor del blog y del padre José Luis (1930–1991).
24 MANERAS DE AMAR:
1. Aprenderse los nombres de la gente que trabaja con nosotros o de los que nos cruzamos en el ascensor y tratarles luego por su nombre.
2. Estudiar los gustos ajenos y tratar de complacerles.
3. Pensar, por principio, bien de todo el mundo.
4. Tener la manía de hacer el bien, sobre todo a los que no se la merecerían teóricamente.
5. Sonreír. Sonreír a todas horas. Con ganas o sin ellas.
6. Multiplicar el saludo, incluso a los semiconocidos.
7. Visitar a los enfermos, sobre todo sin son crónicos.
8. Prestar libros aunque te pierdan alguno. Devolverlos tú.
9. Hacer favores. Y concederlos antes de que terminen de pedírtelos.
10. Olvidar ofensas. Y sonreír especialmente a los ofensores.
11. Aguantar a los pesados. No poner cara de vinagre escuchándolos.
12. Tratar con antipáticos. Conversar con los sordos sin ponerte nervioso.
13. Contestar, si te es posible, a todas las cartas y correos electrónicos.
14. Entretener a los niños chiquitines. No pensar que con ellos pierdes el tiempo.
15. Animar a los viejos. No engañarles como chiquillos, pero subrayar todo lo positivo que encuentres en ellos.
16. Recordar las fechas de los santos y cumpleaños de los conocidos y amigos.
17. Hacer regalos muy pequeños, que demuestren el cariño pero no crean obligación de ser compensados con otro regalo.
18. Acudir puntualmente a las citas, aunque tengas que esperar tú.
19. Contarle a la gente cosas buenas que alguien ha dicho de ellos.
20. Dar buenas noticias.
21. No contradecir por sistema a todos los que hablan con nosotros.
22. Exponer nuestras razones en las discusiones, pero sin tratar de aplastar.
23. Mandar con tono suave. No gritar nunca.
24. Corregir de modo que se note que te duele el hacerlo.
¡Gracias, padre José Luis por tus libros y gracias Madre Teresa por darme a conocer a este hombre maravilloso que siempre ha inspirado mi sacerdocio.
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