domingo, 3 de diciembre de 2017

«El Adviento y la segunda venida de Cristo»... Un pequeño pensamiento para hoy

San Pablo pasó 18 meses en Corintio (Hch 18,11), esa ciudad en donde habría de tener mucho quehacer pastoral y teológico. Ahí predicaba en la sinagoga cada sábado sembrando la fe a griegos (gentiles) y a judíos (Hechos 18,4). Cuando los judíos se pusieron en su contra, dejó la sinagoga para trabajar principalmente entre los gentiles (Hechos 18,5-7). La liturgia de este primer domingo de Adviento nos presenta el proemio de la primera de dos cartas que este Apóstol de las gentes enviara a la comunidad de Corinto. En Corinto había grupos bien diversos; algunos creyentes que buscarán caminos de perfección y de conocimiento más altos y exigentes y otros que, contrastando con ello, nada quería saber de la existencia de Dios. San Pablo alienta a quienes viven bajo la espera de la venida de Jesucristo para que, sin perder esa dimensión tan esencial de su fe, no se olviden de que lo más importante es «vivir» la vida de Jesucristo. En esa tensión escatológica no valen de nada las elucubraciones y los miedos: quien vive la vida del Señor; quien tiene sus sentimientos, heredará la verdadera vida.

Así, la primera parte del tiempo de Adviento, la Iglesia nos invita a meditar, con especial relevancia, en el aspecto escatológico, es decir, en la segunda venida de Cristo, y nos orienta hacia la espera de esa venida gloriosa. En general, en este tiempo de Adviento, la Palabra de Dios nos invitará, cada día, a vivir la esperanza en la venida del Señor en todos sus aspectos: su venida al final de los tiempos, su venida ahora, cada día, y su venida hace dos mil años. Vale la pena dirigir la mirada a esa comunidad de Corinto al empezar el Adviento, porque esa comunidad, como muchas de las nuestras actualmente, era muy heterogénea, muy plural y muy problemática; una comunidad que se vanagloriaba de su elocuencia y de sus carismas (cc. 12-14). Nos hace bien la llegada del Adviento para que a nosotros también san Pablo nos recuerde que el conocimiento que viene de la revelación de Dios nos debe preparar para esperar el «día de nuestro Señor Jesucristo», la «parusía». 

En aquella comunidad de Corinto, san Pablo enseñaba que ese día de la segunda venida de Cristo, vendría como manifestación de la acción salvadora de Dios sobre este mundo y sobre la historia. Él lo había aprendido de la enseñanza de los Apóstoles Y para ese día, lo sabemos, no hay que prepararse con «conocimiento», sino desde la praxis de una vida llena de sentido. ¿Y qué sentido le damos nosotros al Adviento? Por todas partes, incluso desde el mes pasado, se ven arreglos y adornos navideños, árboles de Navidad junto a la regordeta figura de Santa Claus y el espigado Rodolfo el Reno... y uno que otro nacimiento inflable. ¡Qué no nos vaya a pasar que nos quedemos medio dormidos o «eclipsados» por tanto artilugio navideño y nos olvidemos que el Adviento nos habla, en primer lugar, de esa segunda venida de Cristo que el Evangelio de este domingo nos recuerda (Mc 13,33-37)! ¡Qué no nos ciegue el glamour navideño con el que nuestra sociedad consumista, quiere opacar la austeridad que el cristiano debe vivir para hacer espacio a Cristo en el corazón! Por algo en la misa, durante este tiempo, ya no rezamos el Gloria, se reduce la música con instrumentos, los adornos festivos, las vestiduras son de color morado y el decorado de la Iglesia es más sobrio. Todo esto es una manera de expresar tangiblemente que, mientras dura nuestro peregrinar, nos falta algo para que nuestro gozo sea completo... Nos falta que llegue el Señor. Cuando el Señor, que habrá de venir por segunda vez, se haga presente en medio de su pueblo gracias al «sí» de María, habrá llegado entonces la Iglesia a su fiesta completa, significada por solemnidad de la fiesta de la Navidad. Vivamos intensamente estas cuatro semanas en las que domingo a domingo nos iremos preparando para la venida del Señor. ¡Feliz domingo y a encender la primera vela de la Corona de Adviento!

Padre Alfredo.

P.D. Aquí puedes encontrar la forma de orar con la Corona de Adviento: https://padrealfredo.blogspot.mx/2015/11/la-corona-ded-adviento-una-celebracion.html

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