sábado, 28 de enero de 2023

Santo Tomás de Aquino, fe y razón»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy es día de santo Tomás de Aquino, un santo que sigue siendo clave en la Iglesia, por eso me viene recordar, junto con ustedes a este santo varón. Santo Tomás de Aquino (1225-1274) nació en cuna de oro, siendo hijo del Duque de Aquino en Italia. En consonancia con los nombres medievales, «de Aquino» en realidad no es su apellido, sino una referencia al territorio de su familia en Aquino —por esta razón no se dice «Aquinismo» sino «Tomismo» cuando se habla de su teología). Tomás habría sido exhaustivamente educado para leer, escribir, y pensar, y todas las oportunidades en su vida habrían sido impensables para un campesino promedio. Su primo segundo, de hecho, era el Santo Emperador Romano en ese momento, lo que significa que no solo nació en una familia adinerada, sino también en una con poder. Pero Tomás dejo todo eso para unirse a los dominicos donde desarrolló su brillante filosofía y teología.

Aunque solo vivió cuarenta y nueve años, su obra escrita es muy extensa. En ella se reflejan una variedad de temáticas, desde cuestiones metafísicas hasta reflexiones políticas. De hecho, en 1957 fue nombrado Doctor de la Iglesia por toda la riqueza filosófica, teológica y espiritual que ha dejado. Entre sus aportaciones más importantes está la relación que establece entre fe y razón. En la Edad Media predominaba la creencia de que la fe y la razón eran dos entidades incompatibles, por lo que era imposible una relación entre ambas. No obstante, Tomás de Aquino refutó aquella concepción tan aceptada por las personas religiosas. En su obra Summa contra gentiles defiende que tanto la fe como la razón son creaciones de Dios. Por lo tanto, puede haber una perfecta relación y armonía entre ambas. Para él, tanto el mundo natural como el sobrenatural son obras de Dios. Ambos no se pueden considerar como separados o contradictorios, pues proceden del mismo creador. 

En este sentido, la fe y la razón, a pesar de ser dos cosas distintas, no se contradicen. Se pueden obtener conocimientos y verdades a través de ambas. Así es que santo Tomás de Aquino fue un erudito que marcó un antes y un después en la filosofía católica y en la teología, en tanto que concilió esas dos entidades que se creían incompatibles —fe y razón—. De allí que sea considerado una de las figuras más influyentes para la Iglesia católica. Vale la pena echarle un vistazo a libros como «Santo Tomás de Aquino: La unión de la razón y la fe», que nos ayuda a ver esta unión de forma sencilla y profunda a la vez. No cabe duda que los santos son una riqueza maravillosa en la Iglesia y vale la pena conocer su persona y su obra. En Internet hay mucha información de santo Tomás. Pidamos a María santísima que tanto de santo Tomás como de los demás santos filósofos y teólogos tengamos un conocimiento más profundo del hombre y de nuestro Dios. ¡Bendecido sábado!

Padre Alfredo.

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