domingo, 13 de noviembre de 2022

«La VI Jornada Mundial de los Pobres»... Un pequeño pensamiento para hoy


Celebramos hoy la VI Jornada Mundial de los Pobres, que, con el lema «Jesucristo se hizo pobre por vosotros», pretende «ayudarnos a reflexionar sobre nuestro estilo de vida y sobre tantas pobrezas del momento presente». A la luz del Evangelio de hoy (Lc 21,5-19) que dice: «Cuídense que nadie los engañe», descubrimos que estos tiempos de crisis, marcados por la guerra en Ucrania y los problemas económicos en muchas naciones, que generan tanta incertidumbre y pobreza, no son tiempos para lamentarnos o desalentarnos, sino para confiar, esperar y comprometernos a compartir lo que somos y lo que tenemos con la mirada puesta en Jesús. Él nos alerta que los reinos de este mundo pueden provocar, como podemos comprobar, guerras, catástrofes y pobrezas: «¡Cuántos pobres genera la insensatez de la guerra!». Sin, embargo, el Reino de Dios traerá paz y justicia para todos. Así trata Jesús de animar a sus seguidores a mantener viva la fe, la esperanza y el compromiso.

Este domingo, celebrando esta jornada, la Iglesia nos invita a fijar la mirada en Jesús, el cual «siendo rico, se hizo pobre por nosotros, a fin de enriquecernos con su pobreza» (2 Co 8,9). El mensaje de Jesús, su vida y sus obras, nos muestra el camino para discernir cuál es la pobreza que libera y cuál es la que esclaviza y roba vida. «Hay una pobreza que humilla y mata, y hay otra pobreza, la suya, que nos libera y nos hace felices». «La pobreza que mata es la miseria, hija de la injusticia, la explotación, la violencia y la injusta distribución de los recursos», propia de la lógica del descarte. Sin embargo, la pobreza que libera es la que nos aligera el paso y nos muestra que la sencillez y la sobriedad generan vida y abundancia para quienes menos tienen. «El encuentro con los pobres permite (...) llegar a lo que realmente importa en la vida y que nadie nos puede robar: el amor verdadero y 

Al ir llegando al final del año litúrgico y en el marco de esta jornada, somos invitados a revisar cuál es nuestro estilo de vida, si somos solidarios, si sabemos salir al encuentro del necesitado. Así lo expresa el papa en el Mensaje. Esto requiere que seamos comunidad de vida, bienes y acción. Estamos llamados a ser comunidad de vida y de bienes, en la que «el amor recíproco nos hace llevar las cargas los unos de los otros para que nadie quede abandonado o excluido», compartiendo lo que somos, lo que hacemos y lo que tenemos con los que necesitan de nuestra ayuda, de nuestra compañía, con los que no tienen nada, pero acogiendo, al mismo tiempo, lo que nos puedan aportar: su trabajo, su pensamiento, su forma de hacer y de entender la vida. «Frente a los pobres —dice el Papa Francisco— no se hace retórica, sino que se ponen manos a la obra y se practica la fe involucrándose directamente». Con ayuda de María Santísima tal vez hoy podamos desprendernos de algo en efectivo y darlo en ayuda a algún pobre que el Señor ponga en nuestro camino y hacernos para él una bendición y presencia del amor de Dios que no abandona a nadie. ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo.

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