miércoles, 22 de junio de 2022

«La beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento»... Un pequeño pensamiento para hoy

Hoy celebramos la memoria litúrgica de la fundadora de la familia misionera de la que formo parte. Celebramos a la beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, a quien tuve la dicha de conocer en mi juventud y a quien solicité mi admisión como misionero en la obra que ella fundó. El evangelio que la liturgia propone para celebrar su fiesta es Juan 15, 9 – 17, que nos deja ver que el Señor nos ha elegido para dar fruto y que el fruto permanezca. Fue el 22 de junio de 1951 cuando la ahora beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, recibió la aprobación pontificia de la obra que ahora se extiende en 16 países de todos los continentes. 

La beata nació en una familia cristiana el 7 de julio 1904 en Ixtlán del Río, México. En 1924, durante el Congreso Eucarístico en México, se sintió totalmente atraída por Jesús a cuyo Amor Misericordioso se consagró como víctima de holocausto en 1926. Ingresó al Monasterio de Clarisas del «Ave María», donde permaneció 16 años. Vivió una fuerte experiencia espiritual con la Virgen de Guadalupe de la que nace su obra contemplativa y misionera conocida ahora como «Familia Inesiana» que con carisma Eucarístico, Sacerdotal, Mariano, Misionero y Alegre, hace presente a Cristo y a la Iglesia en el mundo en sus diversas expresiones: Misioneras Clarisas del Santísimo Sacramento, Misioneros de Cristo para la Iglesia Universal, Vanguardias clarisas (Van-Clar), Misioneras Inesianas Consagradas, Grupo Sacerdotal Madre María Inés y Familia Eucarística. Su vida fue un himno de alabanza, para la gloria de Dios y la salvación de las almas. Murió en Roma el 22 de julio de 1981.

La oración colecta de la misa de hoy en su honor dice: «Padre de misericordia, que en la beata María Inés Teresa del Santísimo Sacramento, virgen, nos has dado un modelo de ardor misionero para la extensión del Reino de Cristo, concédenos que, por su intercesión y siguiendo su ejemplo, podamos proclamar tu Evangelio con sencillez y alegría hasta los confines de la tierra. Por Nuestro Señor Jesucristo...». La madre María Inés fue una gran amante de la Santísima Virgen, que ella interceda por nosotros para que a imagen de esta misionera sin fronteras, hagamos conocer y amar a su Hijo Jesús en el mundo entero. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.

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