viernes, 10 de mayo de 2019

«Por el día de las madres»... Un pequeño pensamiento para hoy

Hoy en México —desde donde escribo— y en otros países, se celebra el día de las madres y, de entrada, me encuentro con la belleza del salmo 116 [117]), el salmo más pequeño de los 150 que están en la Biblia y que se hace grande en este día especial por su invitación a vivir de fe, esperanza y amor universal y por acercarnos a la maternidad de Dios. Porque, como siempre se nos ha enseñado, Dios es Padre y Madre y, para entender esto, basta acercarnos a la Sagrada Escritura desde nuestra experiencia en cuanto a la presencia del cuidado materno que hemos tenido cada uno y pensar en ese don especial de dar vida. Las mujeres han sido creadas con unos dones especiales para ser y vivir esta misión maravillosa de la maternidad que los hombres no tenemos. Esta misión de ser madre, no se reduce exclusivamente a lo biológico, sino, también a todos los cuidados que se prodigan y que brotan de una sensibilidad especial que ha sido puesta por Dios en toda mujer. Por eso siento que podemos celebrar este día con el salmista cuando dice, refiriéndose a ese amor divino: «Porque grande es su amor hacia nosotros y su fidelidad dura por siempre». 

En el original de este salmo —en hebreo— el texto del salmo se limita solamente a 17 palabras en cada una de las cuales se descubren las bendiciones del Señor y su amor incondicional por las naciones. Con lazos de eternidad Dios se compromete con su pueblo como una madre, porque «yo soy el que soy» o, como dice el profeta Oseas: Dios es el pino siempre verde que alimenta las raíces de su pueblo para que sean tan firmes como el monte Líbano. (cf. Os 14,5) y así es una mamá. La Biblia pone también en boca de Dios: «Como uno a quien su madre consuela, así yo los consolare» (Is 66,13). Quiero compartir hoy una reflexión que me encontré y que he adaptado en este rato de oración, para dar gracias por el don de la maternidad que es reflejo de este amor incondicional que Dios nos tiene: «Se requiere alguien para el puesto de «mamá». Para este puesto se necesita que la solicitante afortunada realice y coordine las siguientes funciones: Acompañante, consejera, directora, administrativa, agente de compras, enfermera, cocinera, decoradora, limpiadora, chofer, supervisora del cuidado de los niños, trabajadora social, psicóloga y organizadora de recreaciones. La solicitante debe tener una auto-motivación ilimitada y el más fuerte sentido de responsabilidad si quiere tener éxito en este trabajo. Debe ser independiente y con iniciativa, capaz de trabajar aisladamente y sin supervisión. Ser eficiente en el manejo de personas de todas las edades y apta para trabajar en condiciones de estrés durante largos períodos, si fuera necesario. También debe contar con la flexibilidad suficiente para hacer un gran número de tareas conflictivas al mismo tiempo sin cansarse y con la adaptabilidad para manejarse sin problemas en los distintos cambios del desarrollo de la vida de los hijos, incluyendo emergencias y crisis serias. Debe ser capaz de comunicarse acerca de un sin número de asuntos con gente de todo tipo, incluyendo: burócratas, maestros de escuela, médicos, dentistas, trabajadores, comerciantes, adolescentes y niños y estar preparada para seguir ejerciendo siendo abuela y bisabuela. 

Debe ser competente en los oficios arriba mencionados, sana, creativa y extrovertida para alentar y ayudar al desarrollo físico y emocional de los miembros de la familia. Debe tener imaginación, sensibilidad, calor, amor y comprensión, ya que será la responsable del bienestar mental y emocional de los demás miembros de la familia. Su horario de trabajo será simplemente todo el tiempo en que permanezca despierta, así como turnos de veinticuatro horas cuando sea necesario. No hay salario o sueldo fijo, el gasto será negociado de vez en cuando. Se le puede requerir que consiga un segundo trabajo además del que se anuncia ahora, para ayudar al sostenimiento de casa. El puesto no ofrece ninguna vacación garantizada, ni siquiera por enfermedad o largo servicio. No hay seguro de vida o por accidentes. Tampoco se ofrece compensación alguna»... Y, ¿cuántas han tomado este puesto? Conozco muchas, y le doy gracias a Dios por esas mamás que, con su infinito amor, han tomado el empleo, pues solo ellas pueden pasar por todo lo anterior y mucho más con tal de que sus hijos se encuentren bien. Con toda mi admiración y cariño para cada una de las mamás, ofrezco hoy todo mi día en gratitud. Pido por las mamás vivas y difuntas y pienso que esta tarea, que trasciende más allá de lo que este escrito que me encontré dice, es tan valiosa, que... hasta el mismo Dios quiso tener una. ¡Bendecido viernes y feliz día de las madres a quienes viven esta hermosa vocación! 

Padre Alfredo.

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