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La conmemoración del nacimiento de la Virgen María nos debe llenar de alegría y de esperanza. María fue pensada por Dios para ser madre del que iba a ser nuestra paz y tú y yo hemos sido pensados también para una misión especial, la de llevar dentro al que es nuestra paz. Dios, con su amorosa paciencia, va gestando a su Hijo en el corazón de cada ser humano que llega a este mundo y al ser bautizado se convierte en su discípulo–misionero. ¿Somos conscientes de que, si vivimos en la corriente de la gracia de Dios, llevamos a Jesús dentro nuestro para darlo a los demás? ¿No lo sientes en tu corazón? En la misión que Dios nos ha donado al darnos la vida, hay algo mucho más profundo que el sentimiento y es la certeza de la fe ¡Creo!... «¡Hágase en mí según tu Palabra!» (Lc 1,38). Todos tenemos nuestra misión que cumplir en el plan de Dios, para eso nacimos. El cumpleaños en una familia, es siempre un motivo de alegría. Cada uno deja sus ocupaciones y trata de hacer feliz al festejado. Este signo externo trata de reflejar un sentimiento más profundo de gratitud y de amor. Hoy celebramos el cumpleaños de nuestra madre del cielo, la Santísima Virgen María.
El poeta y dramaturgo Lope de Vega, escribió un bellísimo poema sobre el nacimiento de Virgen María en su obra Pastores de Belén que quiero ahora transcribir, como un regalo especial de cumpleaños a la Virgen María. Son palabras que hoy podemos meditar: «Canten hoy, pues nacéis vos, los ángeles, gran Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios./ Canten hoy, pues a ver vienen nacida su Reina bella, que el fruto que esperan de ella es por quien la gracia tienen./ Digan, Señora, de vos, que habéis de ser su Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios./ Pues de aquí a catorce años, que en buena hora cumpláis, verán el bien que nos dais, remedio de tantos daños./ Canten y digan, por vos, que desde hoy tienen Señora, y ensáyense, desde ahora, para cuando nazca Dios./ Y nosotros, que esperamos que llegue pronto Belén, preparemos también, el corazón y las manos./ Vete sembrando, Señora, de paz nuestro corazón, y ensayemos, desde ahora, para cuando nazca Dios. Amén». Celebrando este cumpleaños de la Virgen María, aprovechemos para renovar nuestra fe. Unámonos en familia en torno a ella y pidámosle que nos ayude a descubrir siempre la mano de Dios en nuestra vida. Que al igual que María y José, sepamos confiar en la Providencia buscando en todo servir y agradar a Dios. ¡Feliz cumpleaños Santísima Virgen María, estamos felices de que existas, de que estamos bien y de que seas nuestra Madre!
Padre Alfredo.
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