En otras ocasiones, los evangelistas nos describen los motivos de esta dificultad: Se trataba de que la mayoría de los seguidores de Jesús tenía en su cabeza un mesianismo político, con ventajas materiales para ellos mismos, y discutían sobre quién iba a ocupar los puestos de honor a la derecha y la izquierda de Jesús. La cruz no entraba en sus planes.
Es difícil, para muchos, incluso seguidores actuales de Jesús, entenderlo como el servidor, el Jesús que se ciñe la toalla y lava los pies a los discípulos, el Jesús entregado a la muerte para salvar a la humanidad. Muchos quisieran solamente el consuelo y el premio, no el sacrificio y la renuncia. Pidamos la intercesión de María santísima para comprender que ser colaboradores de su Hijo Jesús en la salvación de este mundo, exige su mismo camino, que pasa a través de la cruz y la entrega. ¡Bendecido sábado!
Padre Alfredo.
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