viernes, 1 de septiembre de 2023

«Que no nos falte el aceite»... Un pequeño pensamiento para hoy

Hoy, en el Evangelio (Mt 25,1-13), son diez jóvenes que acompañarán, como damas de honor, a la novia cuando llegue el novio, las que protagonizan la escena. Esta parábola es muy sencilla, pero muy bonita y significativa. Naturalmente, como pasa siempre en las parábolas, hay detalles exagerados o inusuales, que sirven para subrayar más la enseñanza que el Señor quiere darnos. Así, la tardanza del novio hasta medianoche, o la negativa de las jóvenes sensatas a compartir su aceite con las demás, o la idea de que puedan estar abiertas las tiendas a esas horas —cuando no había Oxxos—, o la respuesta tajante del novio, que cierra bruscamente la puerta, contra todas las reglas de la hospitalidad oriental vienen a ser cosas muy ilustrativas.

Jesús quiere transmitir esta idea: que todas estas jovencitas tenían que haber estado preparadas y despiertas cuando llegó el novio, porque la llegada del mismo era imprevista. Nadie sabe el día ni la hora. Bien sabemos que el pueblo de Israel —al menos sus dirigentes— no supieron estarlo y desperdiciaron la gran ocasión de la venida del Novio, Jesús, el Enviado de Dios, el que inauguraba el Reino y su banquete festivo.

A la luz de esto cabe hacernos unas preguntas: ¿Estamos siempre preparados y en vela? ¿llevamos aceite para nuestra lámpara? Se supone que como creyentes estamos siempre atentos a la presencia del Señor Resucitado. Pidamos a María santísima que nos ayude a que no falte aceite en nuestra lámpara porque se trata de estar alerta y ser conscientes de la cercanía del Señor a nuestras vidas. Todos somos invitados a la boda, pero tenemos que llevar aceite. ¡Bendecido viernes!

Padre Alfredo.

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