Los ángeles están unidos a Dios mediante el amor consumado que brota de la visión beatificante, cara a cara, de la Santísima Trinidad. Ese «ver de continuo la faz del Padre» es la manifestación más alta de la adoración de Dios. Se puede decir que constituye una «liturgia celeste», realizada en nombre de todo el universo. Estos seres espirituales están también llamados a tener su parte en la historia de la salvación de los hombres, en los momentos establecidos por el designio de la Providencia Divina protegiendo a los hombres y ayudándoles en el camino de su salvación.
Hoy la Iglesia celebra a tres figuras de ángeles, que en la Sagrada Escritura se les llama con un nombre. El primero es Miguel Arcángel (cf. Dan 10, 13.20; Ap 12, 7; Jdt. 9) «¿quien como Dios?». El segundo es Gabriel (cf. Lc 1, 19. 26) «Mi poder es Dios» o «poder de Dios», finalmente el tercer arcángel se llama Rafael (cf. Tob 12, 15. 20, etc.) «Dios cura». Siempre necesitados de su custodia, cuidado y protección, bajo el amparo de María, nos encomendamos a ellos. ¡Bendecido viernes!
Padre Alfredo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario