domingo, 30 de abril de 2023

«La puerta y el pastor»... Un pequeño pensamiento para hoy


Mientras que la sociedad mexicana —y no sé si las de otras partes— celebra el día del niño, yo doy gracias a Dios porque hace 34 años fui ordenado diácono como el último paso para ser ordenado sacerdote y nos encontramos en el último día del mes de abril, la liturgia de este IV domingo de Pascua nos presenta la figura del Buen Pastor en este día llamado siempre así: «Domingo del Buen Pastor». Porque cada año se lee el capítulo Juan 10 dividido, según los ciclos A, B y C. Y se nos invita a orar por las vocaciones.

En el Evangelio de hoy (Jn 10,1-10) Jesús se presenta primeramente reflejado en el pastor de las ovejas que entra por la puerta y es reconocido, incluso en su voz, por las ovejas que le siguen. En la segunda mitad del Evangelio cambia la imagen y ahora Cristo se presenta como la puerta por la que entran las ovejas. Se trata así de dos ideas diferentes y complementarias. En la primera Cristo es contrapuesto a aquellos para quienes las ovejas no son suyas ni le importan. La segunda nos indica que la entrada en el Reino y la salvación no se produce sino por el mismo Cristo. 

Estas figuras del Evangelio de hoy —pastor y puerta— expresan la función salvadora y mediadora de Jesús y también su estilo de servidor sacrificado que da la vida por sus ovejas. Jesús es el único mediador entre Dios y los hombres (1 Tm 2. 5); sólo a través de él la vida y la luz llegan a los hombres, y los hombres llegan a la salvación y al Padre. Hoy, de la mano de María, podemos exclamar: «Pastor bueno, que eres a la vez la Puerta, vela con solicitud sobre nosotros y haz que el rebaño adquirido, pueda gozar eternamente de las verdes praderas de tu reino y tener parte de la admirable victoria. Amén». ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario