sábado, 15 de abril de 2023

«Seguimos con la alegría de la Pascua»... Un pequeño pensamiento para hoy


Desde el domingo de Resurrección hemos venido repitiendo con una inmensa alegría que el Señor ha resucitado. Este hecho, de la resurrección de Jesús, no es, en manera alguna, un acontecimiento que se haya quedado como un hecho del pasado. Jesús vive en la situación de resucitado y ya no experimenta las limitaciones de la condición humana. 

Hombre entre los hombres, el Nazareno, como nosotros, veía limitado su universo por sus posibilidades de contacto y de intercambio, a pesar de ser Dios verdadero, porque asumió en todo nuestra condición humana menos en el pecado. Hoy, resucitado, se han dilatado las fronteras de su persona. Se encuentra con todos los hombres de todos los tiempos en lo secreto de su corazón, en la fuente inexpresable de su vida. En adelante, ningún hombre ni nada humano le es ajeno. Toda empresa humana está secretamente habitada por su Espíritu, hasta el punto de que trabajar por el crecimiento de la humanidad significa, tal vez secretamente, hacer que crezca su Cuerpo. 

Al confesar la resurrección de Jesús, sus discípulos–misioneros damos testimonio de que todo está bajo el movimiento del Espíritu, que merece la pena intentarlo todo, ya que en todo es él quien continúa viviendo y creciendo y que, como se le apareció a los Once, según el relato del Evangelio de hoy (Mc 16,9-15), viene a nuestro encuentro haciéndose encontradizo de muchas maneras. Sigamos, con María, viviendo el gozo de la pascua. ¡Bendecido sábado!

Padre Alfredo.

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