Todos estos días de Pascua la primera lectura de la Misa será siempre del libro de los Hechos de los Apóstoles. El alegre anuncio de la Pascua realizado por los primeros discípulos se encuentra en el origen mismo de las comunidades cristianas. Y san Lucas nos narra esta íntima relación. Así es que este libro no es, solamente un mero reportaje histórico, sino una selección de acontecimientos nacidos de la Pascua que nos invita a reflexionar teológicamente bajo la inspiración del Espíritu sobre la vida de la Iglesia primitiva.
La lectura de este libro de los Hechos es tan adecuada a este tiempo porque ilustra la vida de la Iglesia con sus problemas cotidianos, sus luces y sombras. San Lucas dedica esta extraordinaria obra inspirada, al igual que su evangelio, a Teófilo, en griego «Theo-filus, amigo de Dios». Teófilo representa a cada cristiano que busca profundizar su fe y crecer en la amistad con Dios. Leyendo este libro, de forma continuada cada día, nos identificaremos con los gozos y esperanzas de la Iglesia que vive del gozo del Resucitado. Dejémonos llevar por san Lucas con María y los primeros discípulos–misioneros. ¡Felices Pascuas!
Padre Alfredo.
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