jueves, 13 de abril de 2023

«Y comprendieron las Escrituras»... Un pequeño pensamiento para hoy

Como he venido comentando, estos días de la Octava de Pascua, el Evangelio nos va narrando diversas escenas de acontecimientos que ocurren recién pasada la resurrección del Señor. Hoy la cuestión que narra el Evangelio (Lc 24,35-48) es la continuación de lo sucedido con los discípulos de Emaús. Al regresar de Emaús, para contar a todos la vivencia que tuvieron, se les apareció Jesús y «les abrió el entendimiento», explicándoles las Escrituras. 

En el Antiguo Testamento ya Moisés, los profetas y los salmos habían anunciado lo que ahora estaba pasando. Como a aquellos dos discípulos en el camino, ahora Jesús les hizo ver a todo el grupo la unidad del plan salvador de Dios. Las promesas se han cumplido. Y la muerte y resurrección del Mesías son el punto crucial de la historia de la salvación. A la luz de esto no debe extrañarnos que san Pedro, en sus discursos, utilice la misma argumentación cuando se trata de oyentes que conocen el Antiguo Testamento, y que centre su discurso en el acontecimiento pascual del Señor, como narra hoy la primera lectura de la Misa (Hch 3,11-26).

También nosotros estamos llamados a reconocer a Cristo en la fracción del pan eucarístico, en la Palabra bíblica y en la comunidad reunida. En las circunstancias más adversas y oscuras que se puedan dar, también nosotros muchas veces andamos desconcertados como aquellos discípulos, pero el Señor se nos hace compañero de camino, se nos hace encontradizo y permanece cerca. Aunque no le reconozcamos fácilmente. En más de una ocasión nos tendrá que decir: «¿por qué te asustas? ¿por qué surgen dudas en tu interior?». María, no dudó, ella nos ayudará a estar atentos a la presencia de Cristo. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

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