sábado, 31 de diciembre de 2022

Ha sido llamado a la Casa del Padre el Papa Emérito Benedicto XVI...


Al amanecer de hoy 31 de diciembre, último día de este año de 2022, me enteré de la muerte del Papa Emérito Bendicto XVI. Quiero dedicar unas cuantas líneas como un homenaje para el Papa —como he afirmado en otras ocasiones— a mi juicio, más inteligente de la historia de la Iglesia. De entrada quiero decir que saludé más veces a Benedicto XVI cuando era cardenal que cuando fungió como Sumo Pontífice. Lo recuerdo desde que yo era novicio y estudiaba en Roma, varias veces lo saludé en la plaza de San Pedro, pues, para ir a su trabajo en el Vaticano en el hoy llamado «Dicasterio de la Doctrina de la Fe», del que estuvo al frente por muchos años bajo el pontificado de san Juan Pablo II, cruzaba caminando con sencillez y respondiendo al saludo de quien lo interceptaba, como yo en varias ocasiones. Siendo Papa lo saludé dos veces, una de las cuales, en el aula Pablo VI, quedó plasmada en una fotografía que no logro encontrar. La otra vez fue dentro de la Basílica de San Pedro en una audiencia. Lo recuerdo siempre humilde, sencillo, reservado, prudente, con una discreta sonrisa y gran sabiduría. Comparto ahora algunos datos de su vida y les invito a leer, para conocerlo más y mejor, la biografía «Benedicto XVI, el custodio de la fe» escrito por Andrea Tornielli.

El Papa Benedicto nació en Marktl am Inn, diócesis de Passau (Alemania), el 16 de abril de 1927 (Sábado santo), hijo de Joseph Ratzinger y Maria Peintner. Fue bautizado ese mismo día con el nombre de Joseph Aloisius. Su papá, comisario de la gendarmería, provenía de una antigua familia de agricultores de la Baja Baviera, de condiciones económicas más bien modestas. Su madre era hija de artesanos de Rimsting, en el lago Chiem, y antes de casarse trabajó de cocinera en varios hoteles. Joseph pasó su infancia y su adolescencia en Traunstein, una pequeña localidad cerca de la frontera con Austria, a treinta kilómetros de Salzburgo. En ese marco, que él mismo ha definido «mozartiano», recibió su formación cristiana, humana y cultural. La fe y la educación de su familia lo preparó para afrontar la dura experiencia de esos tiempos, en los que el régimen nazi mantenía un clima de fuerte hostilidad contra la Iglesia católica. Precisamente en esa compleja situación, descubrió la belleza y la verdad de la fe en Cristo. En los últimos meses de la segunda guerra mundial fue enrolado en los servicios auxiliares antiaéreos. De 1946 a 1951 estudió filosofía y teología en la Escuela superior de filosofía y teología de Freising y en la universidad de Munich. Recibió la ordenación sacerdotal el 29 de junio de 1951. En el año 1953 se doctoró en teología con la tesis: «Pueblo y casa de Dios en la doctrina de la Iglesia de san Agustín». Fue profesor de teología dogmática y fundamental en varias universidades de Alemania. De 1962 a 1965 dio una notable contribución al concilio Vaticano II como «experto». El 25 de marzo de 1977, el Papa san Pablo VI lo nombró arzobispo de Munich y Freising. El mismo Papa lo creó cardenal, del título presbiteral de Santa María de la Consolación en Tiburtino, en el consistorio del 27 de junio de ese mismo año.

En 1978 participó en el Cónclave, celebrado del 25 al 26 de agosto, que eligió a Juan Pablo I. En el mes de octubre de ese mismo año participó también en el Cónclave que eligió a Juan Pablo II. San Juan Pablo II lo nombró prefecto de la Congregación para la doctrina de la fe. Al frente del hoy dicasterio de la doctrina de la fe presentó al Santo Padre el nuevo Catecismo de la Iglesia Católica. Escribió muchos libros, varios de los cuales he podido leer y entre los cuales ocupa un lugar destacado: «Introducción al Cristianismo». Recibió numerosos doctorados «honoris causa». Fue un experto pianista y su compositor favorito era Mozart. En el año de 2012, el 21 de abril, beatificó a nuestra fundadora la madre María Inés Teresa del Santísimo Sacramento. Amó entrañablemente a la santísima Virgen María de la que afirmó: «Cuando la Virgen dijo su “sí” al anuncio del ángel, Jesús fue concebido y con Él comenzó la nueva era de la historia, que se sellaría después de la Pascua como “nueva y eterna alianza”». Descanse en paz el Papa Emérito Benedicto XVI quien falleció la mañana de hoy a los 95 años de edad, en el monasterio «Mater Ecclesiae» situado en la Ciudad del Vaticano, del que había hecho su residencia tras su renuncia al papado. 

Padre Alfredo.

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