Entramos ya a la última parte del Adviento y con ello a lo que se llama «Ferias mayores de Adviento». Estas ferias, comprenden los ocho días previos a la solemnidad de la Natividad del Señor, y la liturgia se centra con mayor énfasis en la preparación de la conmemoración anual del nacimiento del Redentor. Los textos litúrgicos, que ya he comentado en años anteriores, nos van disponiendo para acoger y contemplar a Cristo, el Hijo de Dios hecho hombre. Por ejemplo, el día de hoy, el Evangelio (Mt 1,1-17) nos narra una genealogía —la de Jesucristo— que nos anuncia que el que va a nacer es hijo de esta humanidad que viene a redimir esta humanidad, pero que al mismo tiempo es el hombre nuevo, el Nuevo Adán, una creación nueva, el Hijo de Dios.
Estos días especiales del Adviento, están acompañados por las llamadas «Antífonas de la O» que se recitan los primeros siete días de las ferias mayores y que se llaman así porque todas empiezan en latín con la exclamación «O», en español «Oh». Estas antífonas fueron compuestas hacia los siglos VII-VIII, como un resumen de los deseos de salvación de toda la humanidad, como un compendio del espíritu del Adviento y se rezan como antífona del cántico evangélico en la recitación de las Vísperas, que es el rezo de la Liturgia de las Horas que se hace al atardecer de cada día. Cada una de estas antífonas empieza, como digo, por una exclamación, «Oh», seguida de un título mesiánico tomado del Antiguo Testamento: el 17, Sapientia (Sabiduría); el 18, Adonai (Señor poderoso); el 19, Radix (Raíz); el 20, Clavis (Llave); el 21, Oriens (Oriente); el 22, Rex (Rey); y el 23 Emmanuel (Dios con nosotros).
Cada día, iré compartiendo cada una de estas antífonas, en español, con el deseo de que las conozcamos o las recordemos y preparemos así la llegada del Mesías a nuestro corazón, a nuestra familia, a nuestra comunidad. Y es que a eso nos ayudan, a preparar el camino del Señor que ya llega. Si la primera letra en latín, después de la «O» en cada una, se lee en sentido inverso, ser forma el acróstico «ero cras», que significa «vendré mañana». La antífona de hoy reza así: « Oh Sabiduría, que brotaste de los labios del Altísimo, abarcando del uno al otro confín, y ordenándolo todo con firmeza y suavidad: ven y muéstranos el camino de la salvación». Aprovechemos estos días en las posadas y en la reflexión de estas antífonas en este tiempo mariano por excelencia. Recurramos a la Virgen María, que, como modelo de esperanza, nos enseña a prepararnos a la venida del Salvador. ¡Bendecido sábado!
Padre Alfredo.
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