jueves, 13 de octubre de 2022

«Los caminos del hombre, los caminos de Dios»... Un pequeño pensamiento para hoy


En la sociedad en que vivimos, marcada por el excesivo relativismo que sumerge al ser humano en un mundo de confusión inimaginable, el hombre prefiere sus caminos al camino de Dios. Pero esta persecución de la palabra de Dios por parte de la sabiduría humana no quedará impune. Día vendrá, indeterminado pero seguro, en que se pedirá cuenta de la sangre de todos los profetas, de todos los inocentes, sacrificados a los intereses humanos en virtud de la inteligencia y defensa de la ley. Por eso en toda época los profetas son molestos para una inmensa mayoría, como Cristo lo fue para los fariseos.

Los fariseos, dice el Evangelio de hoy (Lc 11,47-54), estaban dispuestos a honrar a los profetas muertos, haciendo la comedia de edificarles monumentos. Pero no hacían caso a los profetas vivos. Los trataban igual que sus antepasados a los profetas de antes. Esto mismo puede pasar en la sociedad actual, en la que pueden estorbar a los poderosos las voces proféticas que se levantan contra sus injusticias y sus extrañas formas de ver la vida en medio de una cultura de la muerte que se engolfa de valorar solamente lo material, lo que da placer, lo que ensalza el egoísmo. Puede pasar también a nuestro alrededor, cuando nos sentimos molestos cuando somos criticados por nuestro compromiso de seguir a Cristo y hacerlo presente en medio de este mundo que, en su mayoría, no quiere escucharle.

Quien cree en Jesús y, de modo especial, quien lo anuncia, vive amenazado por la violencia de este mundo marcado por las diversas ideologías que lo alejan del querer de Dios. ¿Qué vamos a hacer? ¿Cómo nos comportamos? ¿Tenemos miedo de que nos persigan como a los profetas y al mismo Cristo? El tema es clásico en la Iglesia desde el testimonio trágico de Jesús y pasando por todos los justos que han sufrido por su honestidad, sus ideas o su solidaridad con las causas justas y nobles de la humanidad. Sabemos que su martirio no fue inútil, ya que es recogido en el mártir Jesús culminado en su Pascua gloriosa (Flp 2,8-10). Quien cree en Jesús y, de modo especial, quien lo anuncia, vive amenazado por la violencia de este mundo. Que María santísima interceda por nosotros y nos haga valientes como Jesús. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

P.D. El jueves 20 de octubre (Semana entrante) durante la Hora Santa de nuestra parroquia «Ntra. Sra. Del Rosario en San Nicolás» a las 8 de la noche, estará presente una reliquia de primer grado del beato Carlo Acutis. ¡Invito a los de Monterrey a acompañarnos!

1 comentario:

  1. Gracias padre Alfredo, si Dios quiere ahí estaré 🙏❤️🌹

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