lunes, 24 de octubre de 2022

«Como el buen pastor»... Un pequeño pensamiento para hoy


La Iglesia católica en México celebra hoy la fiesta de San Rafael Guizar y Valencia, que fue el primer obispo de América Latina en ser canonizado. Él murió el 6 de junio de 1938. Fue canonizado el 15 de octubre de 2006. El testimonio de una vida espiritual y apostólica plenamente realizada, como la de este santo obispo, sigue siendo hoy la gran prueba de la fuerza del Evangelio para transformar a las personas y comunidades, dando entrada en el mundo y en la historia a la santidad misma de Dios. San Rafael vivió en una época muy difícil, muy dura, una época de persecución religiosa en México pero no se dejó amedrentar, evangelizó a como pudo con tal que la Iglesia se mantuviera viva aun cuando los sacramento se tenían que celebrar en lo escondido de quienes prestaban sus casas y otros espacios para que la fe se mantuviera viva.

Con razón el Evangelio de esta fiesta de la Iglesia, nos lleva al pasaje que nos habla del buen pastor (Jn 10,11-16), figura que alentó a San Rafael Guizar a entregarse de lleno en su ministerio episcopal.  El evangelista San Juan nos acerca en este relato a la figura de Jesús como un pastor que ama, cuida y protege a sus ovejas y las conoce una en una. Jesús toma como referencia al pastor que cuando ve en peligro a la oveja, va y le ayuda, no la abandona a su suerte. Eso hizo San Rafael Guizar. En plena persecución religiosa no abandonó al pueblo que tenía encomendado, sino que, buscando alternativas una y otra vez, mantuvo la vida eclesial de su diócesis encomendada y colaboró en misiones populares en otros territorios de la Iglesia.

Leyendo la vida del obispo San Rafael, uno redescubre de alguna manera, que, aunque sabemos que somos ovejas del Señor, somos a la vez pastores. El Papa Francisco, que nos muestra siempre con su vida cómo debe ser un buen pastor a imagen de Cristo dijo en una ocasión estas palabras que hoy quiero recordar: «El verdadero pastor, el verdadero cristiano tiene este celo dentro: que nadie se pierda. Y por esto no tiene miedo de mancharse las manos. No tiene miedo. Va donde debe ir. Arriesga su vida, arriesga su fama, arriesga perder su comodidad. (Homilía de S.S. Francisco, 6 de noviembre de 2014). Contemplando la figura de san Rafael Guizar y Valencia y pidiendo a la Santísima Virgen la valentía para ser pastores, sin que a la vez dejemos de sentirnos ovejas, vivamos comprometidos nuestra fe. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

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