domingo, 18 de septiembre de 2022

«La parábola del administrador sagaz»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy empiezo compartiéndoles que mi hermano Eduardo Antonio —mi único hermano pues sólo somos dos— y mi cuñada María Gloria hoy cumplen 35 años de casados. Pidan por ellos que en la Santa Misa renovarán sus votos matrimoniales. Como marca la tradición, este aniversario de bodas está representado por un elemento que, en este caso, se trata del coral. Los corales se caracterizan por vivir en comunidad para extenderse y formar grandes colonias marinas con el fin de subsistir mediante la convivencia. Por ello, son el paradigma ideal de un matrimonio que ha formado su propia familia y que convive y sale a flote mediante la firmeza, la compasión y el amor que se extiende a la descendencia. En el caso del matrimonio de mi hermano tres hijas y dos nietos. Si un matrimonio cumple 35 años de casados quiere decir que ya ha recorrido un largo camino superando obstáculos y compartiendo alegrías y penas, siempre ayudados por el cariño, el amor y el respeto. ¡Muchas felicidades Lalo y Yoyina!

Ahora los invito a ir al Evangelio de hoy (Lc 16,1-13) que nos presenta una parábola que nos habla de un administrador que gozaba de plena libertad y responsabilidad, que se aprovecha de su condición pero que dentro de lo que hace hay una enseñanza que nos deja material para una reflexión ante la situación crítica que todos vivimos: Servir a Dios y no ser esclavos del dinero. Con Jesús ha llegado el Reino de Dios: ¿qué posición tomamos nosotros ante la interpretación de esta parábola? Yo encuentro cinco frases que me dan materia para reflexionar y las comparto aquí: 1. «Los que pertenecen a este mundo son más hábiles en sus negocios que los que pertenecen a la luz». 2. «Con el dinero, tan lleno de injusticias, gánense amigos que, cuando ustedes mueran, los reciban en el cielo». 3. «El que es fiel en las cosas pequeñas, también es fiel en las grandes» 4. «No hay criado que pueda servir a dos amos, pues odiará a uno y amará al otro, o se apegará al primero y despreciará al segundo» y 5. «No pueden ustedes servir a Dios y al dinero».

Ciertamente que no se puede poner al mal administrador de la parábola como un ejemplo de vida, pero sí hay que ver que se trata de un hombre que ha sabido coger el toro por los cuernos y en el último momento ha sabido obrar audazmente, con sagacidad y con decisión. Hay que leer bien la parábola y captar la exigencia de la hora también para nosotros. Porque todo, en esta vida, está en juego. Aquí vemos a un hombre que ha sido capaz de cambiar de vida antes de que sea demasiado tarde; no ha dejado pasar la oportunidad sin «convertirse» y no pensar más ya solamente que él puede sacar tajada para sí mismo. En medio de su situación de falla, piensa en los demás. Con esta parábola Jesús quiere interpelar seriamente a sus oyentes y a todos nosotros. Todos nos encontramos, como el administrador, ante situaciones críticas, ante situaciones en las que siempre hay que elegir. ¿Cuál es nuestra decisión y nuestra capacidad de respuesta? Con Jesús ha llegado el Reino de Dios, ¿qué posición tomamos nosotros? Que María Santísima, siempre fiel y entregada de lleno a hacer la voluntad de Dios nos ayude. ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo.

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