El Señor quiere que seamos luz que ilumine a los demás. No tiene que quedar oculto lo que la Palabra nos dice cada día, debe hacerse público. Si actuamos así, será verdad lo de que «al que tiene, se le dará», porque la Palabra multiplica sus frutos en nosotros. Y al revés, al que no le haga caso, «se le quitará hasta lo que cree tener» y quedará estéril. Uno de los frutos mejores de la Palabra de Dios que leemos, estudiamos y reflexionamos es que se convierta en luz dentro de nosotros y también en luz hacia fuera. Para eso tenemos contacto con la Palabra: para que, evangelizados nosotros, evangelicemos a los demás anunciando la Buena Noticia de la verdad y del amor de Dios. Lo que recibimos es para edificación de los demás, no para guardárnoslo. Como la semilla no está pensada para que se quede enterrada, sino para que germine y dé fruto.
Vivimos en una maravillosa era digital y podemos evangelizar por las redes de mil maneras. ¿Qué haces con esta reflexión sobre la Palabra de Dios que cada día te comparto en WhatsApp, en Facebook o en mi blog padrealfredo.blogspot.com? ¿Qué tipo de publicaciones llenan tu muro en tus redes sociales? ¿Qué mensajes envías a tus seres queridos? ¿Qué haces aparte de asistir a Misa los domingos para fortalecer tu fe? El papa san Juan Pablo II decía: «La fe se fortalece dándola? Pide insistentemente a María Santísima que ella te aliente a ser un misionero de tiempo completo que, empleando todos los medios que están al alcance, ilumine con la Palabra de Dios y los sacramentos la vida de cada día. ¡Bendecido lunes!
Padre Alfredo.
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