sábado, 5 de marzo de 2022

«Sígueme. La llamada a la santidad»... Un pequeño pensamiento para hoy


El martes terminé de leer un libro que me regalaron Juan Manuel y Tere Flores el día de la amistad. El libro me lo devoré en unos cuantos días, se llama «Polvo enamorado», es de Mauricio Sanders y es un ensayo sobre todos los santos de América. ¡Qué deleite navegar por la vida de los ciento doce santos americanos que nos han dejado la huella de Cristo en sus vidas! Eso me ha animado mucho a pensar en la gran tarea que tenemos todos de alcanzar la santidad. En la lista hay gente de todas las edades y que vivieron en diferentes partes de nuestro continente americano. Se los recomiendo ampliamente y le agradezco mucho a Juan y a Tere este regalo maravilloso. Y viene a colación esto porque me quedé prendado de la frase que la liturgia pone como estribillo para el salmo responsorial de hoy: «Señor, enséñame a seguir fielmente tus caminos» (Sal 85 —86 en la Biblia—).

El itinerario hacia la santidad es un camino que está abierto a todos aquellos que se dejen enseñar por el Señor a vivir siguiéndole en fidelidad en la vida ordinaria haciendo cada momento extraordinario. La santidad está al alcance de todos, como podemos ver en este libro. Hay santos de toda clase y condición, de diversas nacionalidades y de distintas edades. Basta estar atentos a la voz del Señor que dice «Sígueme» como dijo a Mateo, según el evangelio de hoy (Lc 5,27-32) y caminar sin desfallecer en los caminos de la voluntad del Señor.

Jesús ha llamado a su seguimiento a Mateo mostrándole su misericordia e invitándolo a seguirle. Seguir a Jesús y aceptar su proyecto, es aceptar la invitación que el Padre nos hace a través de su Hijo, el amado a ser santos. El Padre en su plan amoroso continúa mostrando su amor misericordioso por todos los hombres y mujeres de la tierra y nos llama a ser su presencia en el mundo. Cada uno de los santos que Mauricio Sanders nos presenta en su libro son perfectamente imitables en sus vidas, en sus acciones, en sus determinaciones, porque son, como diría la beata María Inés Teresa, un retrato fiel de Jesús que invita a todos a seguirle. Jesús le propone a Mateo —y en él a cada uno de nosotros— que se deje amar por Dios. Que deje que el Padre bueno le muestre su amor y se deje cautivar. Pidamos a María Santísima, Madre de todos los santos, que aprovechemos este tiempo de Cuaresma para crecer en santidad y engrosar esta lista de ciento doce santos americanos. ¡Bendecido sábado!

Padre Alfredo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario