Este pasaje de hoy se nos muestra otra faceta importantísima de Dios: su omnipotencia, que lo hace todo, pero se revela como trabajador en equipo con el Hijo; o mejor, muestra al Hijo que es enviado por el Padre a cumplir una labor, la de transmitir la Palabra de su parte. Este era un tema espinoso para la estructura religiosa judía que ve perder una de las características de Dios. Tema fundamental para la propuesta de Jesús, donde Dios es Padre, Abbá, siempre cercano.
Pero a ese Dios omnipotente hay que hablarle, relacionarse con él, conocer su palabra, aceptar su propuesta: la resurrección, como una propuesta de ser más humano con Dios y con su Hijo, como una propuesta de ser distinto, de lograr superar una simple condición, como una manera de llegar a ser con Dios algo diferente que creatura y creador, ser Hijo del Padre, enviado de él, trabajador con él. Así, en estos días nos viene muy todo esto para que sigamos el camino hacia la Pascua. María santísima nos ayude. ¡Bendecido miércoles!
Padre Alfredo.
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