En medio de todo esto Jesús nos llama a renovar nuestro ser, a no ser los mismos antes, que después de la pandemia, ni a ser los mismos que antes en plena pandemia. Un nuevo paradigma se nos ha abierto y por eso nos viene muy bien el evangelio de hoy (Mc 2,18-22) con el tema del vino viejo y del vino nuevo. Tenemos que pensar en ser vino nuevo, un vino rico y sabroso que tiene sabor a la nueva Evangelización. Un vino nuevo que en estos tiempos calamitosos se ha dado a beber a los sedientos en las redes sociales, por ejemplo. ¿Tienes WhatsApp? ¿Tienes Instagram? ¿Tienes Twitter o Facebook?... ¿Qué has hecho con ellos a favor de la evangelización?... ¿De qué hablas en tus redes? ¿Con qué alimentas tus contactos? ¿Cómo siembras esperanza en medio del caos?
Junto al vino nuevo están los odres nuevos. Los odres nuevos que son la mentalidad nueva, el corazón nuevo, el ardor nuevo de que todos conozcan y amen a Cristo. ¿Te has preguntado que harían los más grandes evangelizadores de otros tiempos aprovechando el tiempo de la pandemia?... ¿Cómo actuarían los santos y beatos del pasado si tuvieran las redes sociales a su alcance como las tenemos nosotros? Dios está con nosotros sufriendo, llorando, cuidando, investigando, trabajando, alentándonos y dándonos esperanza para ser vino nuevo y utilizar odres nuevos. Quizás pudieras hacer una lista de 5 o 10 cosas que pudieras hacer con las redes sociales en este tiempo de pandemia para sembrar el evangelio en los corazones de tus familiares y amigos... ¡Hay mucho que hacer! Que María Santísima nos ayude a hacer buen uso de los odres nuevos para ser vino nuevo que llene de esperanza en medio de esta adversidad. ¡Bendecido lunes!
Padre Alfredo.
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