«Peces de todo tipo»... Un pequeño pensamiento para hoy

Este miércoles, en Lisboa, el Papa Francisco, en la homilía de las Vísperas que pronunció, recordó que la Iglesia tiene que permanecer siempre con las puertas abiertas para recibir a todos los que lleguen en busca del Señor. Hoy jueves, el Evangelio (Mt 13,47-53) va en esta misma línea. En primer lugar hay que recordar que por el Bautismo hemos entrado a la Iglesia, la comunidad de Jesús integrada por muchas personas. Pero tenemos que recordar, también, que tenemos que aceptar que es una comunidad en donde hay de todo, por supuesto no gente perfecta, sino una comunidad de pecadores.

El mismo Jesús, en el Evangelio, trata con los pecadores, les dirige su palabra, les da tiempo, les invita, no les obliga a la conversión o a seguirle. También ahora en su Iglesia coexisten peces buenos y malos. Jesús nos ha dicho que no ha venido para los justos, sino para los pecadores. Como el médico está para los enfermos, y no para los sanos. Pero... ¿Cuál es nuestra actitud ante las personas que nos parecen débiles y pecadoras en nuestra comunidad, parroquia, grupo, movimiento? Ante la situación de un mundo que está actualmente tan desorientado, ¿les damos un margen de rehabilitación?

Claro que en la Iglesia tenemos que luchar contra el mal. Pero sin imitar la presunción de los fariseos, que se tenían por los pluscuamperfectos, y parecían querer excluir a todos los imperfectos o pecadores. Jesús tiene otro estilo y otro ritmo. Ojalá, después de todas las parábolas, que el Evangelio nos ha regalado en estos días, podamos decir que hemos entendido lo que Jesús quiere que seamos y que hagamos. María santísima no nos deje de su mano y nos ayude a encaminarnos presurosos a invitar a todos a venir a la Iglesia, en donde hay lugar para todos, buenos y malos, justos y pecadores. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.