jueves, 10 de agosto de 2023

«Humildes, buenos, centinelas»... Un pequeño pensamiento para hoy


Las palabras del Evangelio de este día (Jn 12,24-26) en las que Jesús nos recuerda que el grano de trigo seguirá siendo un único grano, a no ser que caiga dentro de la tierra y muera para producir fruto abundante, retratan a la perfección al diácono Lorenzo. Este hombre santo que supo entregar la vida y por eso es fuente de vida. 

Jesús nos revela en dónde está el secreto de la verdadera vida. Se lo dice a los suyos, a los más cercanos, con la parábola del trigo y se lo dice también abiertamente, para que no se sientan frustrados en su griega racionalidad: Quien vive preocupado por su propia vida, la perderá; en cambio, quien no se aferre excesivamente a ella en este mundo, la conservará para la vida eterna. ¿Se puede hablar más claro? Hoy recuerdo con cariño a los diáconos permanentes que me apoyan en mi ministerio sacerdotal, a mi ahijado Paco y en especial a Juan, quien comparte conmigo su ministerio en la parroquia. 

A mis queridos hermanos diáconos les recuerdo tres cosas que en el año de 2021 les pidió el Papa Francisco: Que sean humildes, que sean buenos esposos, buenos padres y abuelos y que sean centinelas que no sólo sepan divisar a los lejanos y a los pobres, sino que ayuden a la comunidad cristiana a divisar a Jesús en los pobres y en los lejanos. Que María interceda por todos los diáconos y por todos nosotros. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

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