lunes, 27 de febrero de 2023

«Diversas obras de misericordia»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy escribo con un poco de temor y temblor, pues tengo un pequeño discurso y oración en el quincuagésimo segundo aniversario de la fundación del sindicato de trabajadores de nuestro querido municipio de San Nicolás de los Garza en el Teatro de la Ciudad. Ciertamente no es común que actos religiosos tengan cabida en un ambiente en el que seguramente hay gente de todo tipo de mentalidades y de diversas creencias religiosas, sin embargo no puedo negar que me dio un gusto enorme cuando la licenciada Irma Martínez Zavala, mujer creyente y de fe profunda me invitó a tener esta pequeña intervención en este festejo.

Me anima mucho que el día de hoy el Evangelio nos presenta, para reflexionar en nuestro camino cuaresmal, el tema de las obras de misericordia (Mt 25,31-46) que el Señor expresa en su predicación y que obviamente encierran muchas más que no cabrían en las páginas de toda la Sagrada Escritura. Yo creo que una obra de misericordia muy valiosa es responder a las peticiones que los amigos nos hacen, como en este caso de la licenciada Irma, para llevar la presencia de Dios a diversos ambientes. Y así como ésta, habrá muchas otras obras más, como por ejemplo, hacer reír al triste o calmar al desesperado.

Las obras de misericordia que aparecen en este relato de san Mateo todos las conocemos, pero... ¿qué oras obras de misericordia crees que puedas practicar tú en concreto en esta Cuaresma? Cada momento de la Cuaresma nos dará la oportunidad de practicar alguna de estas obras. Este lunes pudiera ser el acentuar algo que realmente dignifica nuestra vida: la atención a los últimos. Son los más necesitados, los más olvidados... ¿Y quiénes son nuestros olvidados? Quizá el padre o la madre a la que tienes días de no llamarles por teléfono... Tal vez aquel vecino que sabes está enfermo y hace tiempo no le has dado la vuelta ni has preguntado cómo sigue... A lo mejor el sacerdote de tu parroquia que algo necesita... en fin, tú sabes. Que María santísima interceda por nosotros y nos abra el corazón. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

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