sábado, 25 de febrero de 2023

«22 aniversario de nuestra parroquia de Nuestra señor del Rosario en San Nicolás»... Un pequeño pensamiento para hoy


Ayer empezamos las fiestas de aniversario de nuestra parroquia de Nuestra Señora del Rosario en San Nicolás y hoy es la fiesta principal con la celebración de la Misa Solemne del 22 aniversario de esta querida comunidad parroquial que presidirá el excelentísimo señor don César Garza Miranda, O.F.M., obispo auxiliar de Monterrey y de la que, por gracia de Dios, a pesar de mis miserias, desde hace un año y medio soy el párroco. Curiosamente hace 22 años, cuando se creó la parroquia, a mí me nombraron su primer párroco, pasaron los años, giré por el mundo con mi corazón misionero y aquí estoy de vuelta. Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero siguiendo la voluntad de Dios aquí estoy. Me parece, entonces, que el día de hoy, nos viene bien reflexionar sobre qué es la parroquia y quién es el párroco. Primero que nada diré que aquí somos dos sacerdotes, pues tengo como vicario parroquial al padre Luis Gerardo Montemayor, también Misionero de Cristo como yo, pero que está enfermo desde el día 25 de diciembre y no viene al Templo. Sigamos pidiendo por él.

Normalmente identificamos las parroquias con una iglesia o un templo, pero una parroquia es mucho más que eso. Una parroquia es una comunidad estable de fieles puesta bajo el cuidado de un párroco, quien es nombrado por el obispo para cuidar, como buen pastor, esta pequeña porción de la Iglesia. La tarea del párroco y sus colaboradores se resume en la triple misión de Jesucristo como sacerdote, profeta, rey: Administrar los sacramentos, especialmente la Eucaristía que es el corazón de la parroquia, predicar la Palabra de Dios y regir o apacentar el rebaño que le ha sido confiado. Nuestra parroquia tiene 10 sectores territoriales y un sector virtual que es el de los jóvenes, pues estos acuden de muy diversas partes de la ciudad. Sin duda alguna, el elemento central de nuestra identidad como parroquia es nuestro amor filial a la Virgen, y en concreto la devoción a Nuestra Señora del Rosario. Diariamente, en nuestra comunidad, además de la celebración de la Eucaristía, se tiene el rezo del santo rosario.

Las personas se sienten ligadas a nuestra parroquia porque existen vínculos que se han formado a lo largo de la historia de estos 22 años y más. Pues primeramente era una capilla perteneciente a la parroquia de la Coronación de la Virgen del Roble, de donde se desprendió. Algunos trabajaron con esfuerzo por edificar esta Iglesia, aquí se casaron, aquí bautizaron a sus hijos, aquí se confiesan y participan en la misa cada domingo, aquí han velado a sus seres queridos y a algunos los tienen en los nichos. Hace poco una señora me decía: padre yo quiero que mis cenizas se queden aquí, donde está mi familia y mis amigos, para que recen por mí. Yo no sé si mis cenizas quedarán aquí en alguno de los nichos de los Misioneros de Cristo, pero lo que sí sé es que estoy convencido de que, por ahora, el Señor me quiere aquí y soy muy feliz con la comunidad. Ayúdenme a darle gracias a Dios y a seguirle pidiendo a nuestra Señora del Rosario, que interceda por toda nuestra comunidad parroquial. ¡Bendecido sábado!

Padre Alfredo.

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