domingo, 16 de julio de 2023

«Tierra buena»... Un pequeño pensamiento para hoy


El evangelio de este domingo es tan largo (Mt 131-23), que la liturgia de la palabra de la misa da la opción de recurrir a una versión corta. Es uno de esos relatos que todos conocemos y que han pasado por nuestros oídos una y otra vez, tal vez, sin llegar muchas veces de ellas, al corazón. Este largo fragmento de san Mateo, que nos presenta la parábola de sembrador y su explicación en labios de Cristo, me ha llevado esta vez al último párrafo, en el que Cristo habla de lo sembrado en «tierra buena».

Es que pensar en «tierra buena» es pensar en cada uno de nosotros, que hemos tenido la dicha de recibir el bautismo y de ser colaboradores de Dios en la obra de la evangelización. Sí, somos «tierra buena» y no lo podemos negar. Pero, ¿es en sí la tierra buena y puede conservarse así in aeternum? No. bien sabemos que para que una tierra se conserve en buen estado y sea así receptáculo que albergue semillas, ha de ser abonada, regada, removida. Pienso si me dejo abonar, regar y remover por el Señor o si me conformo con decir que soy «tierra buena».

Pidamos con sencillez la intervención de María, la mejor jardinera, para que ella colabore muy de cerca con su Hijo Jesús y nosotros, como «tierra buena», podamos recibir la semilla que florezca. No importa la cantidad de frutos que demos, no, sino que sigamos siendo siempre capaces de dar, de acuerdo al tiempo, a nuestra edad, a las circunstancias. ¡Bendecido domingo!

Padre Alfredo. 

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