lunes, 3 de julio de 2023

«Palpar las llagas de Cristo en los hermanos»... Un pequeño pensamiento para hoy


Hoy la Iglesia celebra la fiesta de santo Tomás apóstol. Ese apóstol famoso por la popular frase: «Yo como santo Tomás... ver para creer». El gesto de Tomás que mete el dedo en las llagas de Jesús resucitado ocupa la parte central del Evangelio de este día (Jn 20,24-29) y nos hace ir a nosotros también hacia el encuentro del Resucitado que vive en cada uno de nuestros hermanos más necesitados, especialmente de los que tenemos cerca. 

El Papa Francisco, en una de sus homilías en esta fiesta, diez años atrás, exclamó: «Debemos tocar las llagas de Jesús, debemos acariciar las llagas de Jesús. Debemos sanar las llagas de Jesús con ternura. Lo que Jesús nos pide hacer con nuestras obras de misericordia es lo que Tomás había pedido: entrar en las llagas». Uno puede imaginarse en este día a Tomás, sumergido en una incredulidad que se esfuma en cuanto Jesús le da la oportunidad de ver y tocar sus llagas. Nosotros no hemos visto a Cristo crucificado, ni a Cristo resucitado, ni hemos visto en carne viva sus llagas ni mucho menos las hemos palpado. 

Pero sabemos perfectamente que Cristo vive en el hermano «llagado» que reclama que nos acerquemos a él, le veamos y toquemos sus llagas. El Papa Francisco, en aquella ocasión decía: «Hay que besar con ternura las llagas de Jesús en nuestros hermanos hambrientos, pobres, enfermos y en los que están en la cárcel». Así que con la intercesión de santo Tomás y la mirada dulce y curativa de María, hay mucho que hacer. Pongámonos manos a la obra. ¡Bendecido lunes!

Padre Alfredo.

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