Pero leyendo el texto vemos que no es esto lo que reprochan los fariseos... sino el haberlo hecho ¡«un sábado»! Los comentaristas de la Ley habían ido añadiendo cantidad de prescripciones, y los fariseos tenían esa mentalidad con la que uno se encuentra a veces, y que es intransigencia, rigorismo, legalismo —la Ley es la Ley—. Los apóstoles fueron considerados en este hecho, como gentes de manga ancha que desobedecen las pequeñas leyes que los dirigentes habían hecho emanadas de otras leyes.
Jesús sale en defensa de sus apóstoles. No elige la interpretación estrecha y rigorista de la ley, sino una interpretación inteligente invitando con ello a juzgar las cosas desde el interior, no simplemente el cumplir por cumplir. Que María santísima, intercediendo por nosotros nos ayude a ir directo al corazón de Jesús y darles siempre a las leyes su verdadero sentido y su verdadero lugar. ¡Bendecido viernes!
Padre Alfredo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario