miércoles, 26 de julio de 2023

«Abuelos»... Un pequeño pensamiento para hoy

Hoy, al celebrar a San Joaquín y a Santa Ana, quiero recordar y pedir por todos nuestros abuelos, abuelas, personas mayores que viven su ancianidad en circunstancias diferentes. recuerdo a muchos de ellos y agradezco su vida, especialmente, como sacerdote, no puedo olvidar a tantos sacerdotes mayores —más mayores que yo— que siguen al pie del cañón dando gloria a Dios con cada instante de su vida, como mi padrino Mons. Juan Esquerda y mi querido amigo el padre Abundio Camacho. En ellos, que son «abuelos espirituales» con una vejez muy especial, y en muchos otros abuelos y abuelas se hace realidad lo que se reza en el versículo 15 del Salmo 92: «En la vejez seguirán dando fruto».

En su mensaje para este año, para la jornada mundial de los abuelos y de los mayores, el Papa Francisco tiene unas palabras bellísimas que motivan a todos y que ahora quiero compartir con ustedes mis queridos acompañantes en la reflexión, muchos de los cuales son abuelos y mayores. Dice el Santo Padre: «No los dejemos solos, su presencia en las familias y en las comunidades es valiosa, nos da la conciencia de compartir la misma herencia y de formar parte de un pueblo en el que se conservan las raíces. Sí, son los ancianos quienes nos transmiten la pertenencia al Pueblo santo de Dios. Tanto la Iglesia como la sociedad los necesita. Ellos entregan al presente un pasado necesario para construir el futuro. Honrémoslos, no nos privemos de su compañía y no los privemos de la nuestra; no permitamos que sean descartados».

En el evangelio de hoy (Mt 13,1-9) el evangelista san Mateo nos presenta a Jesús «sentado a la orilla del mar». Pienso en los ancianos de aquel tiempo, tal vez más jóvenes que los de ahora porque el promedio de vida ha subido mucho, aún para las personas enfermas como yo y contemplo a cada uno de ellos escuchando esta parábola, que sin duda la hemos orado y reflexionado muchas veces a lo largo de nuestra vida. ¿Cómo puede una persona mayor meditar con las tres figuras que destacan en ella, el sembrador, la semilla y los diferentes terrenos? El sembrador, ha querido necesitar de nosotros, para que crezca la semilla. Sentados a la orilla del lago, en la soledad de una habitación, en la iglesia, en el metro, los abuelos y las personas mayores podemos tomar conciencia de la calidad de «nuestra tierra» y agradecer lo que el Señor, hasta ahora, nos ha permitido vivir. Que los padres de María, y ella misma, intercedan por nosotros para que sigamos dando fruto. ¡Bendecido miércoles!

Padre Alfredo.

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