jueves, 11 de mayo de 2023

«Que nuestra alegría sea plena»... Un pequeño pensamiento para hoy


En una homilía de las que diariamente pronuncia el Papa Francisco en Santa Marta, concretamente el 28 de mayo de 2018 afirmó: «Lo que se ocupa de romper las risas forzadas de una cultura no alegre que inventa de todo para entretenerse, ofreciendo por todas partes trocitos de «dolce vita», es la alegría del cristiano. Que no se compra en el mercado» sino que es «un don del Espíritu, custodiado por la fe y siempre en tensión entre memoria de la salvación y esperanza. El Papa, en aquella ocasión, definió «la alegría cristiana» como «la respiración del cristiano». Porque «un cristiano que no es alegre en el corazón no es un buen cristiano». La alegría, por lo tanto, afirmó el Papa Francisco, «es la respiración, el modo de expresarse del cristiano».

Hoy, en el Evangelio (Jn 15,9-11), encontramos que Jesús dice a sus discípulos: «Permanezcan en mi amor... les he dicho esto para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea plena». La alegría, la verdadera alegría, brota de la permanencia del discípulo¬–misionero en el amor del Señor. Hoy hay muchos cristianos —incluidos por supuesto muchos católicos— que viven tristes, buscando, como dice el Santo Padre, la «dolce vita» de la alegría en un momento pasajero que se esfuma en unas cuantas horas y se olvidan de esta alegría que Cristo nos ha dejado y que envuelve todo nuestro ser. 

Hace tiempo que no dejo preguntas para la reflexión. Hoy nos vendrían bien unas cuantas: ¿Existe todavía un lugar para la alegría? ¿Cómo es mi anhelo de felicidad? ¿Busco la alegría del Señor, que es la alegría del Evangelio? ¿Cuál es la medida de mi deseo de alegría?... Nuestra alegría testimonia la profundidad de nuestro compromiso con el Plan divino. Quien vive su fe con tristeza y abatimiento, no ha comprendido bien el núcleo del mensaje del Señor Jesús. En la Anunciación, el ángel invita a María a vivir la alegría mesiánica: «Alégrate, llena de gracia...» Igual el Magníficat es una hermosa expresión de alegría. De la mano de María, vivamos siempre la alegría cristiana en plenitud. ¡Bendecido jueves sacerdotal y eucarístico!

Padre Alfredo.

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