Este 2023, ya que la OMS ha decretado el fin de la pandemia, creo que la santísima Virgen nos llenará de esperanza para seguir ayudándonos en solidaridad a salir del atolladero en el que este fenómeno inaudito nos dejó. Son muchas las cosas que no podremos olvidar dela pandemia; muchas y variadas las historias personales y colectivas que se fueron viviendo en este tiempo y que no podemos olvidar. Pero vale la pena que hagamos memoria con ella, con la Madre de Dios.
A ella le agradecemos el mensaje de paz y de esperanza que nos dejó en Fátima y que tiene tanta actualidad para nosotros hoy. Lo que hizo ver a los tres pastorcitos no fueron cuadros de dolor sobre la fatalidad de un futuro irremediable. Hizo ver que el porvenir de la familia humana no está determinado, la libertad humana abierta a la fuerza de Dios, que triunfa sobre el mal en la pascua de Jesucristo, tiene la última palabra. Lo válido y perenne de su mensaje en Fátima, es la exhortación a la oración y al cambio de actitudes, que nos hagan capaces de movilizar todas las fuerzas de transformación de nuestra sociedad hacia el bien, la justicia y el triunfo de la vida. Acojámonos a Ella en este día y siempre. ¡Bendecido sábado!
Padre Alfredo.
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